¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Latinoamérica

Temer: un año sin popularidad pero con control casi total del Congreso

El presidente de Brasil, Michel Temer.

El presidente de Brasil, Michel Temer.

Foto:AFP

Reforma laboral y Lava Jato, razones de la poca aceptación del mandatario: menos del 10 por ciento.

Dantam Dantam
Un año después de haber sustituido a Dilma Rousseff en la Presidencia de Brasil,
Michel Temer tiene unas bajísimas tasas de apoyo, pero un poder casi total en un Parlamento en el que se sostiene para llevar adelante unas polémicas reformas.
La paradoja de un Gobierno impopular pero con el mayor respaldo parlamentario que haya habido en décadas en el país, es para muchos analistas una de las consecuencias del complicado proceso político que llevó a desalojar a Rousseff de la Presidencia.
Ese traumático capítulo comenzó hace un año, cuando Temer asumió el poder tras la suspensión de Rousseff para responder a un juicio político que acabó tres meses después con su destitución y la confirmación del actual mandatario en el cargo.
La expresidenta Dilma Rousseff (foto) fue destituida de su cargo por maquillar cuentas fiscales. La reemplazó su vicepresidente, Michel Temer, quien no ha podido ganar algo de popularidad.

La expresidenta Dilma Rousseff (foto) fue destituida de su cargo por maquillar cuentas fiscales. La reemplazó su vicepresidente, Michel Temer, quien no ha podido ganar algo de popularidad.

Foto:REUTERS

La destitución de Rousseff, justificada en un manejo irregular de los presupuestos, se gestó en realidad desde 2015, cuando perdió el apoyo de la mayoría conservadora de un Congreso que ella misma y su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva ayudaron a conformar.
La alianza con sectores de la derecha que Lula tejió desde 2002 y que Rousseff heredó cuando llegó al poder se agrietó en medio de la grave crisis económica que estalló en 2015 y se terminó de romper al calor de la turbulencia política generada por el descubrimiento de una vasta red de corrupción en la estatal Petrobras.
El expresidente Lula da Silva (foto) ayudó a tejer durante su mandato una alianza con los conservadores en el Congreso. Sin embargo, con la llegada de Rousseff y el caso Petrobras, la unión se desvaneció.

El expresidente Lula da Silva (foto) ayudó a tejer durante su mandato una alianza con los conservadores en el Congreso. Sin embargo, con la llegada de Rousseff y el caso Petrobras, la unión se desvaneció.

Foto:REUTERS

Temer, representante de los sectores conservadores que apoyaron a Lula y Rousseff durante trece años, se rindió a las presiones que desde su propia base se decantaron por promover la destitución de la mandataria y asumió así el Gobierno en medio de la mayor convulsión política que Brasil vivió en décadas.
Puso en marcha entonces un severo ajuste fiscal, que recoge unas polémicas reformas de las leyes laborales y del sistema de pensiones y jubilaciones que crisparon a los sindicatos del país, incluidos los pocos afines a su Gobierno.
Los pedidos para que salga el presidente Temer han aumentado por causa de la polémicas leyes para reducir el déficit fiscal que tramita en el Congreso.

Los pedidos para que salga el presidente Temer han aumentado por causa de la polémicas leyes para reducir el déficit fiscal que tramita en el Congreso.

Foto:EFE

El pasado abril, los gremios obreros llegaron a realizar, con una adhesión calculada en un 45 por ciento de la masa laboral, la que ha sido la primera huelga general convocada en el país desde la década de 1990.
Sin embargo, Temer ha hecho caso omiso del malestar y reiterado que ese duro ajuste rescatará al país del "desastre" en que estaba sumido y devolverá la solidez a una economía hundida en una aguda recesión, que desde 2015 costó una caída de casi ocho puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB).

La única marca de mi Gobierno, o mejor, la mejor marca de mi Gobierno, será colocar el país en los raíles, porque estaba fuera de los raíles

"La única marca de mi Gobierno, o mejor, la mejor marca de mi Gobierno, será colocar el país en los raíles, porque estaba fuera de los raíles", declaró en una reciente entrevista.
Sustentado por una vasta coalición formada por catorce partidos, muchos de los cuales estuvieron en su hora junto a Rousseff y Lula, Temer desdeña de las encuestas que le atribuyen una popularidad de entre el 4 % y 10 % y sostiene que su imagen no es un objetivo.
Atribuye su baja aceptación a que su gestión no está guiada por "actos populistas", que considera "irresponsables, porque producen un buen efecto mañana, pero un desastre pasado mañana, que fue lo que pasó en el pasado".
A pesar de que el presidente brasileño cree que con el tiempo le darán la razón, por ahora su reforma laboral a lanzado a gran parte de los sindicatos a las calles.

A pesar de que el presidente brasileño cree que con el tiempo le darán la razón, por ahora su reforma laboral a lanzado a gran parte de los sindicatos a las calles.

Foto:EFE

Según los analistas financieros, esos efectos pueden comenzar a sentirse este mismo año, para cuando esperan un ligero crecimiento económico del 0,5 %, que debería ser seguido por una expansión del 2,5 % en 2017.
Pese a que una recuperación económica puede mejorar su imagen, ello no bastaría para aplacar la crisis política, que sigue latente con las investigaciones sobre corrupción en Petrobras, que afectan a casi todos los partidos, decenas de parlamentarios, ocho ministros y hasta salpican al propio mandatario.
Tampoco una mejora en la economía garantizará que Temer siga en el cargo hasta el 1 de enero de 2019, cuando deberá asumir el nuevo presidente que surgirá de las urnas en octubre del año próximo.
La trama de corrupción Lava Jato también ha tocado al presidente y a su campaña. Su el Tribunal Electoral lo declara culpable perdería el cargo.

La trama de corrupción Lava Jato también ha tocado al presidente y a su campaña. Su el Tribunal Electoral lo declara culpable perdería el cargo.

Foto:EFE

El mandato de Temer está amenazado en la justicia electoral, que investiga si la campaña que llevó a Rousseff a la reelección en 2014 y le mantuvo como vicepresidente se financió con dinero originado en la trama corrupta de Petrobras.
Ese proceso está en suspenso, pero deberá concluir este año y, si se comprobasen esas irregularidades, Temer perdería el cargo y el Congreso, tan impopular como el mandatario, escogería a un nuevo presidente en unas elecciones indirectas que alargarían una crisis política que parece no tener fin.
EFE
Dantam Dantam
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO