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Latinoamérica

Brumadinho, la ciudad que fue sepultada por la minería en Brasil

Fotografía aérea de este sábado del desastre causado por la rotura de una presa que contenía residuos minerales de la compañía Vale, en Brumadinho, municipio de Minas Gerais (Brasil).

Fotografía aérea de este sábado del desastre causado por la rotura de una presa que contenía residuos minerales de la compañía Vale, en Brumadinho, municipio de Minas Gerais (Brasil).

Foto:Antonio Lacerda. Efe

El 25 de enero, la ruptura de un dique minero causó 270 muertes. El lugar aún intenta recuperarse.

Un suelo negro, viviendas abandonadas, vecinos y amigos perdidos, poblaciones desplazadas, pescadores y agricultores que no han podido ejercer de nuevo su profesión... Este es el trágico panorama de Brumadinho, una pequeña ciudad del estado de Minas Gerais al sudeste de Brasil,a un año del fatídico 25 de enero, fecha en la que la ruptura de un dique minero sepultó la ciudad en un enorme bloque de lodo , causando 270 muertes. 
A pesar de las millonarias indemnizaciones que la compañía Vale, relacionada con la tragedia, fue obligada a pagar por cerca de 2.000 millones de reales (480 millones de dólares), la vida de la gente en la región jamás volverá a ser la misma.
Las familias de la ciudad aún buscan los cuerpos de 11 desaparecidos. En la catástrofe los habitantes perdieron amigos, familiares y vecinos de toda su vida. "Brumadinho es pequeño y la mayoría de la gente se conoce. Tenemos a nuestros amigos de infancia. Yo he ido a unos 30 o 40 entierros", contó Natalia de Oliveira, que perdió a una hermana y a muchos amigos.
"Cuando nos encontramos en la calle o en el supermercado, nos decimos: 'Cuánta gente murió aquí!' Alguien que perdió a su padre, a su madre, que habían ido a trabajar" añadió.
Quienes aún están en la zona, no solo visitan los restos de las personas que perdieron, también visitan lo que quedó de sus casas o sus terrenos. En el jardín de Pedro Rocha, un agente de seguridad de 54 años, fueron extraídos al menos 20 cadáveres durante las semanas siguientes al 25 de enero.
"Gracias a Dios, no hemos perdido a nadie de la familia, pero hemos perdido todo el resto", lamentó el hombre, que encontró alojamiento con su familia en el centro de Brumadinho. "[Vale] nos encontró alojamiento en la ciudad y paga nuestro alquiler. Pero nos gustaba vivir aquí. Con el río al fondo del jardín y agua para cultivar", agregó Rocha.
La tragedia unió a los sobrevivientes y a quienes perdieron seres queridos en Brumadinho. El 25 de cada mes, los familiares de las víctimas se reúnen en la entrada de la ciudad y ahora se preparan para recibir a residentes de todo el estado de Minas Gerais en el primer aniversario del fatídico suceso.
Bomberos sacan un cuerpo durante las labores de búsqueda y rescate de las víctimas de la rotura de represa de la compañía Vale, en Brumadinho, municipio de Minas Gerais (Brasil). El número de muertos se elevó a 58 y los desaparecidos ascendieron a 305.

Bomberos sacan un cuerpo durante las labores de búsqueda y rescate de las víctimas de la rotura de represa de la compañía Vale, en Brumadinho, municipio de Minas Gerais (Brasil). El número de muertos se elevó a 58 y los desaparecidos ascendieron a 305.

Foto:Efe

No hay cómo trabajar 

Al duelo que dejó el paso de la tragedia y a la soledad de la zona tras el suceso, se suma la devastación y el impacto ecológico de los 12 millones de metros cúbicos de lodo cargado con residuos mineros que se desprendieron del dique.
La contaminación del río Paraopeba paralizó las actividades de la zona y dejó sin sustento a los pescadores . "Pescábamos todos los días, eso nos daba de comer. Sigue habiendo muchos peces, pero nos piden que no pesquemos y que no comamos los peces de la región", dijo Wenis Alves Rodrigues, de 29 años.
El joven solo sale a navegar unos minutos por día, para recoger muestras del agua marrón que entrega a un laboratorio contratado por Vale. "Antes, todos los pescadores nos reuníamos aquí, para hacer una parrillada después de la pesca. Ahora ya no viene nadie", agregó.
Los agricultores de la zona también sufrieron las consecuencias. Desde hace un año, Adelson Silva de Oliveira no ha podido plantar nada en su terreno, pues la maleza invadió el campo junto al río impidiéndole seguir cultivando. "Plantábamos lechuga, coles, maíz. Pero paramos todo. ¿Quién quiere comprar productos de aquí. Nadie!", afirmó.
Un bombero en las labores de rescate de las víctimas de la ruptura de una presa minera, en Brumadinho (Brasil).

Un bombero en las labores de rescate de las víctimas de la ruptura de una presa minera, en Brumadinho (Brasil).

Foto:EFE

La tragedia acabó con su tradición y su sustento. Por eso, los 106.000 habitantes que viven a menos de un kilómetro del río reciben una "ayuda de emergencia" de 1.000 reales por mes (240 dólares), equivalente a un salario mínimo. Esa suma se reducirá a la mitad a partir de febrero.
El turismo también se vio afectado, "la compañía Vale dice que tiene un plan para revitalizar la ciudad, pero los turistas temen venir y que el dique ceda", dice Hellen Jesus de Souza, quien perdió su trabajo en el café Judith Bistrô, cerrado por falta de clientes.

Reclaman justicia

A la entrada de Brumadinho se observa un cartel en letras negras que dice "Vale #Asesinos". Este elemento es símbolo del profundo dolor y los estigmas que aún cargan los habitantes de la región hacia el grupo minero a quien responsabilizan de lo ocurrido.
La compensación de la empresa minera no satisface a nadie. "Solo espero justicia, espero que vayan a la cárcel, pero creo que no van a ser detenidos. Quien está preso es quien murió. Los de cuello blanco siguen sueltos", dijo Malvina Firmino, que perdió a su hijo de 35 años aquel 25 de enero.
Malvina planea llevar a Vale a la corte. "Creemos que para honrar a nuestros muertos tenemos que hacer nuestra parte. No podemos aceptar que la minería mate. Vale debe aprender la lección", dice Natalia apoyando a Firmino.
La zona del desastre se conoce como Brumadinho.

La zona del desastre se conoce como Brumadinho.

Foto:

El Ministerio Público de Minas Gerais (MPMG) acusó el martes al expresidente de Vale Fábio Schvartsman de homicidio voluntario, junto a otros 15 funcionarios y exfuncionarios de la empresa y de una firma alemana que daba los certificados de seguridad.
A pesar de todo, Vale no perdió todo lo que perdieron las personas de Brumadinho, pues, aunque había perdido un cuarto de su valorización en el mercado, la semana pasada recuperó su nivel en la Bolsa de Sao Paulo.

Intentando que no se repita

Tras el hecho, se reforzó la seguridad para no volver a vivir catástrofes similares. Tanto las autoridades de Minas como la compañía Vale, reforzaron los protocolos de seguridad para la extracción de minerales. Actualmente, se están llevando a cabo obras en los diques de Minas Gerais considerados "en riesgo"
Minas Gerais, donde según la Agencia nacional de Minería (ANM) se encontraban en agosto del año pasado 41 de los 61 diques construidos con la técnica de montante existentes en Brasil, votó un mes después de la tragedia de Brumadinho la ley "Mar de lodo nunca más", que endurece las condiciones de obtención de licencias para actividades mineras.
La Defensa Civil de Minas Gerais también puso en marcha planes de evacuación de emergencia en áreas cercanas a los diques "en riesgo". Bomberos, soldados y policías entrenan a las pobladores. "Hasta ahora, solo hemos hecho simulacros de emergencia en la mitad de las zonas de riesgo", por falta de tiempo, admitió el teniente coronel Flavio Godinho, coordinador de la defensa civil del Estado.

Foto:Captura tomada de Band Jornalismo

"Todos los habitantes deben saber exactamente dónde ir, después de escuchar la sirena que avisa de la rotura de un dique". "Este tipo de prevención evitará otro desastre", agregó.
En Brumadinho, la sirena no sonó cuando el dique de la mina Corrego de Feijao reventó. Pero el colapso no fue un imprevisto, según la fiscalía de Minas Gerais, pues sus funcionarios habrían ocultado las señales de riesgo.
En muchas calles, las señales de "Ruta de evacuación", instaladas por la Defensa Civil, muestran el camino a seguir en caso de emergencia.
Pero para evitar otra tragedia, las obras financiadas por Vale están en marcha. Un muro de contención de piedras de 30 metros de altura debe completarse en diciembre para frenar un torrente de lodo si el dique se rompe, afirmó Vale.
Además, para que los riesgos realmente desaparezcan, habrá que repensar la forma de extraer el mineral pues fue la acumulación de agua en la presa lo que llevó a la rotura del dique. Para no poner en peligro ninguna vida, las zonas de extracción deben estar lejos de los distritos habitados, concluyeron los expertos.
AFP
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