Un nuevo enfrentamiento entre efectivos de la Policía Militar y supuestos traficantes dejó al menos siete muertos este sábado en la zona portuaria de Río de Janeiro, informó la institución.
Tras el choque, la Policía Militar detuvo a 13 personas y decomisó 14 fusiles (12 de origen extranjero), una pistola, cuatro granadas y centenas de munición de varios calibres.
Los detenidos fueron encaminados a una sede de la Policía Civil, en tanto un batallón de choque fue desplegado en el Complexo do Caju, donde ocurrió el tiroteo. Según informó en la tarde la Policía Militar, en el lugar ocurría un enfrentamiento entre bandas cuando los efectivos abrieron fuego, por lo que para determinar la autoría de las muertes será preciso esperar la investigación a cargo de la Policía Civil.
"Si los siete (muertos) fueron víctimas durante el enfrentamiento entre las facciones, o si fue por la llegada del (batallón) de choque, sólo la investigación dirá", dijo a los medios el coronel Mauro Fliess la tarde del sábado. Esta semana, diarios locales reportaron continuos choques entre bandas rivales en el Complexo do Caju, que agrupa a varias comunidades.
La violencia en Brasil, y específicamente en Río de Janeiro, es un tema latente. Según el anuario del Foro Brasileño de Seguridad Pública, Brasil registró 61.619 asesinatos en 2016, siete por hora, una cifra récord que expone el desafío existente en materia de seguridad. Al tiempo que aumentó la letalidad policial en 25,8 por ciento con respecto a 2015, también subió en 17,5 por ciento el número de efectivos asesinados.
El balance recientemente presentado dio cuenta de que los únicos indicadores que presentan reducción en este ámbito son los gastos en políticas públicas de seguridad y la aprehensión de armas.
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