Argentina ha decretado duelo nacional tras el hallazgo, este viernes, del submarino ARA San Juan, desaparecido hace un año en el océano Atlántico, con 44 tripulantes a bordo.
La nave “se ha encontrado en una zona que era la que más probabilidades tenía, a poco más de 900 metros de profundidad. Implosionó dos horas después de su último contacto (el 15 de noviembre de 2017)”, declaró a la prensa el ministro de Defensa de Argentina, Oscar Aguad, quien admitió que el país no tiene equipamiento “para extraer un buque de estas características”, pues no tenían “medios ni siquiera para bajar a las profundidades del mar”.
Se ha encontrado a poco más de 900 metros de profundidad.
Implosionó dos horas después de su último contacto
La empresa estadounidense Ocean Infinity, contratada por Argentina para la búsqueda, fue la responsable de localizar los restos de la nave en el Atlántico, a más de 600 kilómetros de la costa argentina de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut.
Las autoridades navales de Argentina dieron una rueda de prensa desde Buenos Aires, donde ratificaron la información sobre el hallazgo de la nave y aseguraron que lo más probable es que el submarino "podría haber implosionado o colapsado muy cerca del fondo porque el campo de escombros es muy cerca del área donde lo hallaron". Así lo informó el capitán de navío, Enrique Balbi, exvocero de la Armada.
"Una implosión se da cuando la presión externa del mar es superior a la atmósfera interna, en este caso, la que estaba dentro del casco resistente del submarino", explicó.
Según informó el capitán Gabriel Eduardo Attis, jefe de la Base Naval Mar del Plata, el casco del submarino se encontró “totalmente deformado, colapsado e implosionado”. Attis no se aventuró a afirmar si será posible reflotar los restos del aparato, como piden los seres queridos de los marineros.
“Por ahora no pediré el reflotamiento de la nave”, dijo la jueza federal Marta Yáñez, quien está a cargo de la investigación del caso. “Estamos hablando de una embarcación de 2.500 toneladas, (...) no voy a arriesgar vidas humanas en tren de poder rescatarlo”, zanjó la jueza.
“Ahora se abre una etapa de serias investigaciones para conocer toda la verdad. Una verdad con la que estamos comprometidos desde el primer día y que es necesaria para honrar y respetar a nuestros héroes y sus familiares, a quienes les deseo toda la fuerza para superar este gran dolor”, dijo ayer en la noche el presidente Mauricio Macri en una alocución.
El hallazgo del sumergible ha generado una mezcla de desahogo y dolor en las familias de sus 44 tripulantes. “Cuando todos daban todo por perdido, nosotros no bajamos los brazos nunca, ya vendrán tiempos de charlas técnicas y otras cosas, ahora lo único importante es que al fin los encontramos y ¡no puedo parar de llorar!”, expresó Luis Tagliapietra, padre de Alejandro Damián, teniente de corbeta de 27 años abordo del San Juan.
Por su parte, Cristian Méndez, cuñado del fallecido suboficial Celso Óscar Vallejos, dijo a la prensa: “Por tranquilidad y por la lucha de todos, (...) esperamos primero que lo saquen para que los familiares puedan hacer el duelo, porque esa gente hace más de un año que no descansa”.
Sobre la mesa quedan ahora muchas incógnitas, como la razón por la que se perdió la comunicación con el San Juan o qué hizo que no pudiera continuar con su camino desde el puerto austral de Ushuaia hasta la ciudad de Mar del Plata, donde tenía su base principal.

El ingreso de agua de mar a través de la tubería del snorkel ocasionó un "cortocircuito y principio de incendio" en las baterías que ocasionaron una implosión.
La Nación (Argentina) / GDA
En las primeras horas de aquel 15 de noviembre, el capitán del ARA San Juan informó una avería en el sistema de baterías, y luego se perdió el contacto. Se sospecha que el ingreso de agua de mar a través de la tubería del snorkel ocasionó un “cortocircuito y principio de incendio” en las baterías, lo que causó una implosión (aplastamiento bajo presión).
Para esclarecer plenamente los hechos, los familiares reclaman sacar a flote lo que quede –el contrato entre el Argentina y la empresa Ocean Infinity solo establecía buscarlo, no reflotarlo– para hacer los peritajes correspondientes.
“Es todo muy turbio, muy oscuro, porque la empresa prácticamente se estaba retirando de la zona de búsqueda, para retomarla en febrero”, recuerda Cristian Méndez, para recalcar el tesón de los familiares, que exigieron a la jueza que investiga el caso enfocarse en la búsqueda en una zona donde un suboficial había dicho haber escuchado sonar “golpes de casco” días después de la desaparición.
No obstante, la Armada dijo que el lugar donde se encontró el buque coincide con la zona desde la cual se comunicó por última vez el comandante del San Juan.
El 15 de noviembre de 2017, el capitán del ARA San Juan informó una avería en el sistema de baterías, y luego se perdió la comunicación.
Se cree que este fallo permitió el ingreso de agua de mar a través de la tubería del 'snorkel' y ocasionó un "cortocircuito y principio de incendio" en las baterías que resultaron en una implosión, o aplastamiento, que se da cuando la presión externa del mar es superior a la atmósfera interna, en este caso, la que estaba dentro del casco resistente del submarino, explicaron las autoridades navales.
A pesar de que 13 países colaboran en su búsqueda con buques, aviones y 4.000 personas, los submarinos están hechos para no ser fácilmente detectados, por ejemplo, funcionar con electricidad hace que sean poco ruidosos. Así lo explicó hace unos meses a EL TIEMPO el capitán de navío y submarinista Ludwig Martín Moog Herrera, comandante de la Base Naval de Cartagena.
"Según se ha dicho, hubo alguna falla eléctrica, si el submarino no tiene equipos al interior que estén produciendo ruido o si está a una gran profundidad, la búsqueda se hace cada vez más difícil, mientras ellos no hagan una emisión acústica o manden señales va a ser difícil que los detecten. ", dijo el submarinista.
Por otro lado, la definición del área de búsqueda puede irse extendiendo conforme pasan los días por el influjo de la marea, por ejemplo, y mientras más grande sea el área de búsqueda, más difícil se hará encontrar el submarino.
"Si estuviera en superficie flotando habría alguna forma de comunicarse, así sea algún teléfono satelital pero es lo que aún no ha salido. Si está debajo del agua, ellos ya debieron haber intentado salir y romper la superficie para renovar aire y cargar las baterías y no ha sido así. Esto indicaría que están en una situación en la que no pueden salir a la superficie, esto también reduce las posibilidades de encuentro", dijo el comandante de la Base Naval de Cartagena.
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* Con información de 'La Nación' (Argentina) - GDA / EFE y AFP