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¿Por qué el mundo no se interesa por la nueva tragedia en Haití?
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Haití explota ¿Qué está pasando en el país caribeño?Con protestas y revueltas los ciudadanos se revelan para exigir la salida del presidente Jovenel Moise.
Protestas en Haití

AFP

¿Por qué el mundo no se interesa por la nueva tragedia en Haití?

Ciudadanos llevan ocho días de revueltas para pedir renuncia de Presidente. No hay agua ni comida.

Desde el pasado 7 de febrero, al menos nueve personas han muerto en medio de una ola de violentas manifestaciones que exigen la salida del presidente de Haití, Jovenel Moise, y han paralizado las principales ciudades del país. Una crisis social en la que pocos -o especialmente las grandes potencias- en el mundo han intervenido en busca de una solución pacífica.

En las calles de la capital se han observado este viernes muchas más motocicletas ofreciendo el servicio de transporte, mientras que la gente trata de abastecerse de agua, comida y combustibles. Los hospitales enfrentan problemas por los bloqueos de las carreteras y por la falta de medicinas, así como de otros tipos de materiales, dificultando la atención de pacientes, muchos de ellos heridos durante las protestas.

Furiosos por la imparable inflación y el supuesto robo de 2.000 millones de dólares en petróleo enviado por Venezuela, miles de haitianos tomaron las calles para exigir la salida del poder de Moise, un empresario del sector banano (de 50 años) que irrumpió en la política hace dos años con un discurso populista que prometía sacar de la pobreza a la isla caribeña. 

Ocho días después del inicio de las protestas, la capital del empobrecido país, Puerto Príncipe, sigue paralizada, con las escuelas y los bancos cerrados, así como los negocios, transporte público y las estaciones de combustibles, que temen más saqueos como los que se han producido en estos días.

Las protestas, convocadas por el Sector Democrático y Popular, integrado por líderes de partidos de oposición y por grupos populares, y que han aumentado la inseguridad en esta nación caribeña y provocado un clima de caos e incertidumbre, se producen en medio de una severa crisis económica, que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por la crisis de electricidad derivada de la escasez de gasolina.

La economía de Haití, donde más de la mitad de los 10 millones de habitantes sobrevive con menos de 2 dólares diarios, creció apenas 1,4 por ciento en 2018, una de las más bajas de la región y muy por debajo del 2,2 que se pronosticó a principios del pasado año y que después fue reducido al 1,8 por ciento.

Protestas en Haití

A raíz de las protestas de una semana, los ciudadanos han tenido que salir a la calle a buscar agua y comida. Las filas son interminables.

Foto:

EFE

Los manifestantes también exigen justicia en las supuestas irregularidades en el programa Petrocaribe, a través del cual Venezuela suministra petróleo a este país a precios blandos.

Una auditoría presentada la semana pasada por el Tribunal de Cuentas reveló irregularidades entre 2008 y 2016 en este programa y señaló a 15 exministros y actuales funcionarios que están involucrados en este caso, así como una empresa que dirigía Moise antes de llegar a la Presidencia.

¿Y la comunidad internacional?

Ante el panorama de incertidumbre e inseguridad que vive la nación y en medio del caos de los últimos días, varias embajadas, entre ellas la de España y México, mantienen suspendido el servicio consular, mientras que otras como la de Canadá y República Dominicana están cerradas, pero ninguno de estos "grandes" países ha hecho algo que valga la pena para que este el caribeño supere la crisis y encuentre una salida dialogada al conflicto, algo que la oposición rechaza directamente. 

Estados Unidos, por su parte, se ha pronunciado solo para ordenar la salida de
Haití de todo su personal diplomático no esencial y de sus familias. Además de la orden, el gobierno de Trump elevó al máximo su nivel de alerta de viaje para
Haití, por lo que recomendó a los ciudadanos estadounidenses no desplazarse a la nación caribeña al considerar la situación de seguridad "muy inestable".

Protestas en Haití

Protestas en Haití.

Foto:

AFP

El único pronunciamiento de la comunidad internacional llegó el fin de semana a través del Core Group, integrado por el representante especial adjunto del secretario general de las Naciones Unidas, los embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, EE.UU., Francia, la Unión Europea y el representante especial de la OEA, quien llamó a un diálogo para buscar una solución a la crisis política y económica.En tanto, organizaciones de derechos humanos han alertado de las precariedades en los hospitales para atender a los heridos en los disturbios.

Presidente rompe silencio

Tras intensos días de protestas, el presidente Jovenel Moise rompió su silencio después de una semana en la que se limitó a pedir sentarse a un diálogo. "No dejaré el país en manos de pandillas armadas y traficantes de drogas", dijo en la televisión estatal.  

Moise reconoció que la crisis es "muy grave", aunque no anunció medidas para resolver la difícil situación política y económica, tarea que se la dejará al primer ministro, Jean-Henry Céant, quien deberá anunciar las acciones en las próximas horas, de acuerdo con el gobernante.

El presidente tampoco se refirió a la supuesta malversación de los fondos de Petrocaribe, el programa a través de cual Venezuela suministra petróleo a este país a precios blandos.

Tras el discurso, el Sector Democrático y Popular afirmó que la oposición no tiene "brazo armado" y que la presencia de individuos armados en las masivas manifestaciones del miércoles es resultado del colapso del Estado.

No dejaré el país en manos
de pandillas armadas y
traficantes de drogas

Denuncias de corrupción en el pasado

Durante su campaña electoral, Moise prometió "comida en cada plato y dinero en cada bolsillo", sin embargo, la mayoría de los haitianos todavía luchan por sobrevivir y enfrentan la inflación que aumentó un 15 por ciento desde su elección.

Tras asumir, hace dos años, Moise recorrió el país en lo que llamó la "caravana del cambio" con promesas como la de fomentar la compra de maquinaria pesada y la de emprender grandes obras cuyos costos jamás fueron precisados a pesar de los insistentes reclamos de los medios de comunicación.

Protestas en Haití

Protestas en Haití

Foto:

ef

En sus recorridas por las provincias de Haití también prometía cosas como asegurar electricidad a todo el país durante todo el día. Pero ahora, jaqueado por disturbios que incluyeron disparos de armas de fuego, Moise paró de hablar hasta este jueves cuando rechazó la idea de renunciar o de entregar el poder a un gobierno de transición. "Ya hemos visto muchos gobiernos de transición que resultaron en una serie de catástrofes y desorden", dijo.

Pero el financiamiento de sus campos y empresas, lanzado en 2014 y reforzado al año siguiente cuando el gobierno le prestó 6 millones de dólares, está lleno de cuestionamientos y los opositores al presidente lo aprovechan para lanzar sospechas de corrupción. En un informe publicado el mes pasado, la investigación de una malversación de fondos para el desarrollo, descubrió también que la firma bananera Agritrans, propiedad de Moise, recibió dinero para mejorar una ruta pero no se apareció ningún contrato para esa obra.

REDACCIÓN INTERNACIONAL*
Con información de Efe y AFP

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