El desabastecimiento de gasolina en varios estados mexicanos ha destapado esta semana la gravedad de la criminalidad en el robo de combustibles.
La crisis pone de manifiesto además la supuesta responsabilidad de algunos empleados de Petróleos Mexicanos (Pemex) en las actividades criminales de robo de
gasolina.
El gobierno aseguró que no se han cancelado importaciones ni se está impidiendo de manera deliberada la descarga de gasolina por vía marítima.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (Amlo), dijo que en el país se consumen 800.000 barriles diarios de combustibles, “producimos 200.000 y estamos comprando 600.000”.
Para entender la gravedad de la situación estos son algunos datos básicos:
Para luchar contra el robo de combustibles el gobierno mexicano comenzó la semana pasada a cortar el trasvase de gasolina por los ductos instalados desde las refinerías a las terminales de distribución de Pemex.
Se sustituyó, de esta forma, el transporte por los ductos con camiones cisternas conocidos popularmente como "pipas". El trasvase por los ductos es rápido y la distribución por los camiones ralentizó y bloqueó en varios estados la llegada de gasolina.
El robo de gasolina por los denominados "huachicoleros" ha disminuido, pero a cambio se ha generado una sicosis para acapar gasolina en caso de que aumente el problema de abastecimiento. La escasez en muchas gasolineras unido al temor de la gente a que se acabe la gasolina ha provocado una situación de cierto caos y nerviosismo.
El "huachicoleo" se refiere a la extracción ilegal de combustible que se transporta por los ductos que corren por predios al aire libre. Antes de venderlo, las personas que se dedican a esta actividad combinan el hidrocarburo con agua o una especie de aceite para hacerlo rendir y así obtener mayores ganancias al venderlo al consumidor.
Toma su nombre del Huachicol, una bebida adulterada derivada del tequila que es rebajada con alcohol de caña y luego vendida, pese a su mala calidad.
Se les llama así a las personas que realizan la extracción ilegal o venta del hidrocarburo a bajo costo en expendios clandestinos. Su actividad criminal genera un mercado negro donde se vende gasolina a bajo precio.
La estrategia contra el robo de combustible en México debe contar con un plan de emergencia para atender la escasez en varios estados, que puede derivar en una crisis.
Ivan Villanueva / Efe
Al menos nueve estados de México se han visto afectados por la escasez de combustible. Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Nuevo León, Puebla y el Estado de México han padecido falta de algún tipo de hidrocarburos desde principios de año. Mientras que en la Ciudad de México los consumidores empezaron a reportar falta de combustible en algunas estaciones de servicio desde el miércoles pasado.
Jalisco ha sido uno de los estados más afectados pues al menos 350 estaciones se han quedado sin abastecimiento de combustible. En Michoacán el 80 % de las gasolineras han cerrado y en Querétaro otras 90 estaciones de servicio también están cerradas.
De acuerdo con datos del gobierno mexicano, se calcula que anualmente los denominados "huachicoleros" roban por diversos métodos gasolina por valor de 3.400 millones de dólares.
Según el reporte más reciente de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) de enero a octubre de 2018 los estados que registraron más tomas clandestinas fueron Puebla con 1.815, seguido de Hidalgo con 1.726, Guanajuato con 1.547, Yucatán con 1.338, Estado de México con 1. 268, Jalisco con 1.263 y Tamaulipas con 1.084.
En total, se han identificado 12.581 tomas clandestinas hasta octubre de 2018. La Procuraduría (Fiscalía) General de la República anunció que en los últimos 15 días han intervenido 261.000 litros de hidrocarburo ilegal y localizado 34 tomas clandestinas.
A raíz de una encuesta realizada a 3.500 empresarios de los estados de Michoacán, Querétaro y Guanajuato -de los más afectados- se estimó que las pérdidas por el desabastecimiento de gasolina ascienden a 1.250 millones de pesos (unos 65 millones de dólares).
En el caso del occidental Jalisco, el estado requiere 15 millones de litros diarios pero únicamente se están logrando obtener alrededor de 9 o 10 millones. En el central estado de Querétaro, la Unión de Estaciones de Servicio ha reportado pérdidas equivalentes en venta de hasta 10.000 litros diarios en promedio por cada estación de servicio que está cerrada.
Mientras que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió que si la crisis de desabastecimiento de combustible que vive parte del país continúa una semana más las pérdidas para las empresas serán "irreversibles".
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido calma a la población para evitar las escenas de nerviosismo y ha asegurado que el gobierno pretende acabar con las actividades criminales del robo de combustible aunque a corto plazo produzcan ciertos problemas de abastecimiento.
EFE