El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó destituir en un plazo de 48 horas a los directivos de la administración pública que apoyan la solicitud de activar un referendo revocatorio en su contra.
“No puede haber en cargos directivos, en ministerios, en instituciones públicas, en gobernaciones y alcaldías personas que estén en contra de la revolución y del Presidente”,sentenció el lunes en una rueda de prensa el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, portavoz del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y una de las figuras más importantes del chavismo. (Lea también: Despedidos en Venezuela por firmar el revocatorio contra Maduro)
Antes de que Maduro decidiera oficialmente remover a los altos funcionarios que respaldan la consulta popular, el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, había declarado que “no puede haber escuálidos dirigiendo ninguna institución del Estado”.
En un mitin que encabezó el 11 de agosto en la isla de Margarita, Cabello reveló que “de 13.000 y pico de funcionarios grado 99 (de confianza), más de 4.000 han firmado contra el presidente Chávez o contra el compañero Nicolás Maduro, esto da vergüenza decirlo”.
La misma medicinaEl chavismo emprendió una cacería similar contra sus enemigos internos en el 2004. Hace ya 12 años las identidades de los solicitantes del revocatorio contra Hugo Chávez terminaron registradas en la llamada ‘Lista Tascón’, bautizada así por el diputado oficialista Luis Tascón, quien publicó estos datos.
La Lista Tascón sirvió como un instrumento para hostigar y discriminar a los detractores del Gobierno, como luego lo admitiría el propio fundador del proyecto bolivariano.
“Me han llegado algunas cartas; y de tantos papeles que me llegan, me hacen pensar que todavía en algunos espacios tienen la lista de Tascón en la mesa para determinar si alguien va a trabajar o no va a trabajar. Entiérrese la lista de Luis Tascón”, indicó el difunto comandante el 15 de abril del 2005.
Para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) reconociera el derecho de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a demandar la ejecución del revocatorio, la coalición debió recoger unas 196.000 firmas, equivalentes al uno por ciento del padrón de votantes que están registrados. (Lea también: Maduro dice que sería peor que Erdogan ante un golpe de Estado)
El ultimátum de Maduro recae sobre los funcionarios que participaron en esta etapa.
Sin embargo, para materializar la consulta la MUD tendrá que recabar otras 4 millones de rúbricas –20 por ciento del Registro electoral–. en un proceso que debería llevarse a cabo a finales de octubre y en muy pocos días, según la presidenta del CNE, Tibisay Lucena.
Cortar cabezasLa jefa de la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional, Delsa Solórzano, declaró que hasta el 19 de julio habían recibido “más de 1.000 denuncias” de personas despedidas de la administración pública por firmar la activación del revocatorio contra Maduro.
“El Presidente cumplirá su palabra y ello alimentará un nuevo expediente de apartheid político”, vaticina el consultor John Magdaleno. Sin embargo, el experto en ciencia política observa que “esta amenaza perjudica al chavismo y, particularmente, al Gobierno, pues lo muestra aún más autoritario e intolerante”.
Magdaleno advierte que el oficialismo confunde Estado con Gobierno.
“Eliminaron la noción de burocracia profesional y la han venido sustituyendo sistemáticamente por un ejército de partisanos e incondicionales”, explica el director de la firma Polity.
La analista política Carmen Beatriz Fernández considera que el PSUV parte de la premisa de que “si son altos gerentes de confianza, se supone que deben comulgar con el Gobierno”. No obstante, sostiene que en realidad “la amenaza se usa como espada de Damocles contra cualquier clase de funcionario”.
Si así piensan, es por algoLa analista política Carmen Beatriz Fernández opina que el chavismo busca sembrar miedo y desmovilizar por la fuerza a la población para que no acompañe la iniciativa opositora. Adicionalmente, estima que con esta medida el gobernante venezolano deja en evidencia “una gran debilidad de la revolución”. “Si tienes 4.000 altos gerentes del Gobierno que dicen abiertamente que no te quieren, es que el proyecto está haciendo aguas”, concluye la fundadora de la firma DataStrategia.
PEDRO PABLO PEÑALOZA
Para EL TIEMPO