Las decisiones del Consejo Nacional Electoral (CNE) de empujar la recolección de las firmas para el referéndum revocatorio hasta finales de octubre y obligar a que sea regional –aunque la Constitución no establece esa segmentación– dejaron a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) frente a la disyuntiva sobre aceptar o no ese paquete de condiciones, que incluye la habilitación de escasos centros de votación y máquinas captahuellas para validar la identidad de los firmantes.
Aunque a muchos no sorprendió el anuncio de la autoridad electoral, en general causó estupor entre los opositores. Pero la coalición optó por la prudencia y será el lunes cuando responda al anuncio del CNE, dejando entrever que no abandonará la activación del revocatorio y que apelará a la mayoría electoral demostrada en las parlamentarias del 6 de diciembre para presionar su realización en 2016, única forma en que la consulta podría llevar a nuevas presidenciales. (Lea también: Oposición venezolana convoca a protestas por fecha del revocatorio)
“No le vamos a hacer el favor al Gobierno de enterrar el revocatorio”, afirmó, parco, a la prensa el secretario general de la MUD, Jesús ‘Chúo’ Torrealba, luego de intensas reuniones entre los miembros de la coalición celebradas ayer y que se prolongarán hasta el fin de semana.
“Viene una protesta masiva, constitucional, pacífica y contundente”, había dicho horas antes asegurando que la movilización no funcionará como una “catarsis”, sino como un movimiento social de defensa de la Constitución.
En la misma tónica respondió el gobernador de Miranda y uno de los principales promotores del revocatorio, Henrique Capriles, quien defendió el tiempo que se está tomando la MUD para trazar la ruta para responder al CNE. “Todos los venezolanos estamos indignados (...), pero la indignación no se puede convertir en resignación”, dijo; señalando que a pesar del pesimismo que quiere generar el oficialismo con la decisión de la directiva electoral, “creo que estamos cerca de un cambio”. (Además: Desmienten que hospital venezolano reciba a bebés en cajas de cartón)
Sin embargo, la envergadura de los anuncios del CNE plantea para los opositores una ruta de presión política que, hasta el momento y a pesar de la movilización masiva del pasado primero de septiembre, luce insuficiente. ‘Chúo’ ha dicho que se abre ante los venezolanos un “camino crítico” que debe transitarse para lograr la consulta este año en vista de que el CNE dice que el revocatorio solo podrá realizarse “el primer trimestre del 2017”.
Miles de expresiones de rechazo y condena a la posición del CNE inundaron las redes sociales y eran el tema en cada esquina del país, azotado por una crisis económica sin precedentes y polarizada hasta el tuétano. La capacidad de la MUD de canalizar ese descontento también era parte de esa discusión, lo mismo sobre si podrá sostener sus propias contradicciones.
De hecho, la dirigente opositora María Corina Machado optó por deslindarse del revocatorio y llamó al resto de la oposición negarse a aceptar las condiciones draconianas impuestas por la directiva comicial. Aseguró que “llegó la hora de la desobediencia cívica” y emplazó a la Asamblea Nacional a destituir al presidente Maduro bajo el alegato de que sería ciudadano colombiano. (Lea: El gran dilema venezolano: ¿el diálogo para qué?)
Su posición fue criticada por Capriles, quien pidió a todos los que llaman a la desobediencia “a que expliquen cómo hacemos eso” y defendió los logros de la plataforma unitaria a pesar de que no siempre está de acuerdo con la coalición. Incluso, el partido Voluntad Popular –liderado por Leopoldo López– señaló que a pesar de lo dispuesto por el CNE “creemos que la vía para alcanzar la mejor Venezuela es electoral” y llamó a los venezolanos a la calle, pues “el régimen no va a regalarnos el cambio”.
El oficialismo reaccionó negando de plano toda posibilidad de revocatorio no solo este año, sino también en el 2017, asegurando que la colecta del primer uno por ciento de firmas estuvo plagada de tantos errores que constituyen “el fraude electoral más grande de la historia venezolana”, según señaló el alcalde de Libertador y expresidente del CNE, Jorge Rodríguez. Advirtió que ante esa perspectiva, el Tribunal Supremo de Justicia podría anular el revocatorio. El alcalde salió al paso de las críticas sobre la colecta regional de firmas asegurando que es “perfectamente constitucional”, pues los ciudadanos del interior “valen tanto” como los de la capital.
La Constitución establece que para revocar el mandato de un cargo de elección popular se debe recolectar el 20 por ciento de las firmas del Registro Electoral “inscritos en la correspondiente circunscripción” que, en este caso por tratarse del Presidente de la República, es nacional. Así fue como se recolectaron las firmas para el revocatorio contra el presidente Hugo Chávez en el 2004. (También: 'Si expulsan a Venezuela de Mercosur, entrará por la ventana': Maduro)
El exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza dijo este jueves que la crisis en Venezuela “será mayor” si no se realiza este año el referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro.
“Naturalmente, hoy en día hay que hacerlo, porque de lo contrario la frustración de la gente va a ser demasiado grande y eso va a conducir a una crisis mucho mayor”, expresó el político chileno durante su intervención en un desayuno de trabajo de la Asociación de Dirigentes de Marketing de Uruguay.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO
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