En la conmemoración del séptimo aniversario de las Milicias Bolivarianas, el presidente Nicolás Maduro se rodeó de estas y de funcionarios militares para enviar un mensaje de fuerza y cohesión, de cara a las movilizaciones de este miércoles.

Maduro afirmó que le entregaría un fusil a cada uno de los 500.000 “milicianos".

A pesar de las afirmaciones de Maduro, el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, descartó que hubiera alguna violación de las leyes.

Las protestas de los últimos días han dejado un saldo de 7 muertos y 538 arrestados por manifestarse contra el gobierno y exigir la activación inmediata de un proceso electoral.

Seis de las víctimas, hombres, habían participado o estaban cerca de alguna de las protestas en sus respectivas ciudades y recibieron impactos de bala.

Además de la represión 'in situ', el sistema judicial ha reactivado la estrategia de encarcelamiento masivo aplicado a las protestas del 2014, con un saldo actual de 538 personas detenidas.

Frente a los últimos pronunciamientos del presidente Maduro, once países de América Latina le pidieron al gobierno de Maduro que “garantice" el derecho a la manifestación pacífica.

Uno de ellos fue el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que hizo un llamado a la cordura. Además, aseguró que su gobierno ve ‘con preocupación la militarización’ en el vecino país.

Pero esta comunicación fue rechazada por Caracas, al considerarlo “una grosera injerencia” en su política interna.