Henrique Capriles, gobernador de Miranda, destacó que a partir de este lunes se pasa a una etapa de más presión luego de la consulta popular convocada para pedir el rechazo de la asamblea nacional constituyente que pretende instalar el gobierno de Nicolás Maduro.
Descartó que existan negociaciones o acuerdos con representantes del gobierno y agregó que la comunidad internacional no reconocerá el proceso constituyente impulsado por Maduro.
El Teatro Chacao fue el domingo epicentro de la política. Por un lado, allí se procesaba la información de la consulta popular: 7'186.170 votos, con 95 % de las actas escrutadas, aunque no fueron informados a las 6:00 p. m. como prometieron los garantes electorales, sino a las 11:40 p. m. En el territorio nacional sufragaron 6'492.381 personas, y en el exterior, 693.789. La participación fue alta. Ya a las tres horas de la jornada, 2'240.000 personas habían asistido a los puntos soberanos, y el número creció a medida de que cerraban las urnas.
Las cifras brindan una perspectiva si se considera que en abril de 1999 el referéndum consultivo para convocar a la asamblea constituyente contó con el sí de 3'301.475 votantes; en diciembre de 2015 la oposición obtuvo 7'707.422 votos; y para revocar al presidente Nicolás Maduro en el 2016 hacían falta 7'587.580 votos.
La Asamblea Nacional cuenta así con la legitimidad para objetar la constituyente, renovar las autoridades del CNE, del poder judicial, conformar un gobierno de unión nacional y solicitarle a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que acate las resoluciones del Legislativo. Las preguntas tuvieron los siguientes resultados: en la primera, 6'387.854 electores respondieron Sí (98,4 %) y 8.440 No (0,13 %); en la segunda, 6'393.048, Sí (98,5 %), y 7.791, No; y en la tercera, 6'384.607 Sí (98,3 %), y No, 9.089 (0,14 %).
La rectora de la Universidad Central de Venezuela, Cecilia García-Arocha, destacó que hubo siete veces menos mesas que lo normal en procesos electorales; 2.000 puntos frente a 14.000 centros. “Cualquier cadena nacional que pretenda descalificar estos resultados la enfrentaremos con dignidad y transparencia. Se demostró que queremos realizar los cambios con el voto”, replicó al gobierno.
El rector de la Unimet, Benjamín Scharifker, informó que los cuadernos electorales serían destruidos una vez que hayan sido transcritos por la comisión de garantes, y posteriormente se eliminarán los registros digitales en los “próximos días” para evitar que pueda caer en manos del gobierno y que elaboren una lista Tascón.
Por otro lado, la Mesa de la Unidad estableció las líneas políticas por desarrollar en las próximas horas, que serán anunciadas este lunes en un acto con las fuerzas sociales.
Junto a las organizaciones políticas, universitarias y movimiento estudiantil, Lilian Tintori y el gobernador de Miranda, Julio Borges, habló en representación del Parlamento por ser la institución que ejecutará el mandato del 16 de julio. “¿Qué significa 7,1 millones? Cuando se convocó la ANC de 1999 votaron 3,3 millones.
En la reforma de 2009 votaron menos de 4,5 millones. Cuando Maduro dijo que ganó las elecciones votó menos gente. Con los votos del domingo, matemáticamente, Nicolás Maduro está revocado. Ese es el miedo que le tenían al revocatorio, por eso el gobierno no quiere hacer elecciones más nunca”, expuso.
El presidente del Legislativo afirmó que la votación cobra más relevancia si se toma en consideración que se logró “con apenas 14.000 mesas, mientras que en una elección normal y corriente hay 45.000 mesas”. Felicitó al pueblo por haber superado todos los obstáculos: “No solo el tener menos lugares para votar, sino que superó el miedo, las amenazas, la violencia y se plantó en todas partes de Venezuela".
"El domingo, Venezuela rechazó la constituyente fraudulenta y le dijo a la FANB que sea garante de la Constitución, que quiere unos poderes públicos institucionales y que quiere unas elecciones. Ojalá que quienes tienen el poder tengan la grandeza y la humildad de entender el grito que dio Venezuela. No queremos ser Cuba. Venezuela se puso de pie”.
El Parlamento procederá, en las próximas horas, a “protocolizar el mandato” recibido en una sesión que sentará en actas los resultados del 16 de julio, y autorizará el nombramiento de los poderes Electoral y Judicial.
La definición de la Hora Cero dependerá de las reuniones con los sectores: de momento se habla de 48 horas para que el gobierno admita que fue derrotado en las calles, explicaron fuentes.

La oposición consideró que el plebiscito en Venezuela contra la constituyente de Nicolás Maduro fue un éxito.
Efe
Henry Ramos Allup, diputado de la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), aseguró que las conversaciones con el Gobierno Nacional se retomarían siempre que toda la oposición venezolana esté de acuerdo y si hay condiciones apropiadas para ello.
“Para poder ir al diálogo, deben estar de acuerdo todos los partidos”, señaló el parlamentario en entrevista a 'Globovisión' este lunes.
Ramos Allup indicó que el gobierno se ha visto obligado a acercarse a la oposición venezolana para conseguir que se establezcan las coversaciones.
“Lo primero que tiene que hacer el gobierno para encontrar una salida pacífica a esta situación es no seguir reprimiendo”, añadió.
“Fue una participación torrentosa de la gente para expresar su voluntad pacíficamente. Sin embargo, fue empañado por lo que ocurrió en Catia”, lamentó el dirigente, al referirse al homicidio de Xiomara Scott, de 61 años edad.
Ramos Allup explicó que habló con el fundador del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, quien recientemente fue beneficiado con una medida de arresto domiciliario, y aseguró que lo observó “muy centrado” en conseguir una salida democrática a la crisis.
“Tanto Leopoldo como yo no estamos de acuerdo con la reelección presidencial. Esta debe desaparecer de la Constitución y, si permanece, debemos hacer un voto entre los sectores políticos para que quien sea electo renuncie a ella”, concluyó.
Redacción Internacional con El Nacional, Caracas, GDA
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