Hasta última hora de la tarde de este domingo la instalación de la mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana estuvo en veremos.
Intensos debates sostenidos el fin de semana en el seno de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) pusieron en duda su asistencia hasta que a las 8 de la noche la coalición acudió a las conversaciones, pero con una baja sensible: el partido Voluntad Popular (VP), liderado por el preso político Leopoldo López, decidió no acudir al encuentro por considerar “que no han mejorado las condiciones para iniciar un verdadero diálogo”.
Minutos antes de acudir al encuentro, la MUD publicó un comunicado matizando tanto el encuentro como la ausencia de VP. Para la oposición la conversación instalada no se trata de un diálogo formalmente establecido sino de una “reunión exploratoria convocada por el Vaticano para definir los elementos que contribuirían a la realización de un eventual diálogo con representantes del Gobierno”.
Sobre el partido de López, destacó que éste tiene el compromiso de unirse a las conversaciones cuando lo considere conveniente “para contribuir de manera significativa con el proceso de cambio” y, en general, los opositores se comprometieron a mantener la agenda de protesta convocada para esta semana. Incluyendo la declaratoria de responsabilidad política contra el presidente y la marcha convocada para el 3 de noviembre hacia el Palacio de Miraflores.
El presidente Maduro, encabezando la delegación por parte de su gobierno –integrada por la canciller Delcy Rodríguez y los ex cancilleres Elías Jaua y Roy Chaderton–, felicitó a la oposición por acudir al encuentro, que contó con la presencia también de los ex presidentes Leonel Fernández, José Luis Rodríguez Zapatero y Ernesto Samper, como secretario de Unasur.
“Asumo mi compromiso total y absoluto con este proceso de diálogo. A la MUD le tiendo la mano y le tiendo la palabra también para conversar”, dijo Maduro frente a los representantes de la oposición. “Hagamos el mejor de nuestros esfuerzos para avanzar de manera progresiva y sostenida”, añadió el mandatario. La MUD no intervino anoche, según trascendió.
Además de la baja de VP este sábado se hizo público un comunicado firmado por 15 partidos de la MUD destacando que “no están dadas las condiciones para un diálogo, debido a que el gobierno insiste en bloquear todas las vías pacíficas, constitucionales y democráticas”.
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Ante la indecisión de la MUD y la perspectiva de fracaso del encuentro aún antes de empezar, la Conferencia Episcopal de Venezuela emitió un pronunciamiento conminando a las partes a “respetar el compromiso que han asumido ante el país de iniciar conversaciones el día 30 de octubre con el acompañamiento del representante de la Santa Sede enviado al efecto” y “valorar la preocupación y el esfuerzo del Santo Padre Francisco”. Capriles salió al paso asegurando que la oposición acudiría a cualquier instancia convocada por el Vaticano.
Vale acotar que desde febrero, cuando comenzó a perfilarse la posibilidad de un diálogo entre el gobierno y la oposición, esta estableció condiciones como la liberación de los presos políticos y la organización del referéndum para sentarse a la mesa. Ninguna de estas se ha cumplido.
Sobre ese acercamiento comienza una semana muy tensa, toda vez que la Asamblea Nacional decidirá este martes el proceso de “responsabilidad política” del presidente Maduro sobre la crisis del país y la MUD convocó para este jueves a una protesta masiva frente al Palacio de Miraflores exigiendo la reactivación del proceso refrendario. Ambas acciones opositoras son evaluadas por el gobierno como un nuevo intento de golpe de Estado.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas
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