La pregunta que se hacían este lunes en Argentina ante el contundente pero no tan aplastante triunfo del peronismo en las presidenciales de este domingo es si la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ahora vicepresidenta electa, le va a soltar la rienda del poder a Alberto Fernández, el titular de una campaña presidencial que le dio la vuelta en primera ronda a la política de este país.
(Lea también: Con Alberto Fernández, el kirchnerismo vuelve al poder en Argentina)
Y la pregunta se hace más pertinente cuando se miran los resultados del domingo en relación con las pasadas primarias (Paso), en las que se atestigua que el presidente saliente, Mauricio Macri, logró recortarle un largo camino en la etapa final de la campaña a los peronistas, lo que algunos analistas relacionan con que la exmandataria adquirió un protagonismo y una presencia que no tuvo en la primera etapa, y que Alberto Fernández tuvo un "acercamiento pernicioso" a su figura, como lo escribió en 'Clarín' Eduardo Van der Kooy:
"Hubo una sobrevaluación del éxito. Quizás, sin necesidad, el presidente electo fue virando su autonomía política inicial hacia un acercamiento pernicioso a Cristina. 'Ella y yo somos lo mismo', llegó a exagerar.
Vamos a preguntarle a cada argentino si quiere ir al mismo lugar al que queremos ir nosotros.
— Alberto Fernández (@alferdez) October 25, 2019
Y si quieren una Argentina justa, solidaria, con trabajo, con educación pública, con salud pública, abracémoslos, sumémoslos y hagamos la Argentina que todos nos merecemos. pic.twitter.com/AtxNIB2oAF
La expresidenta, en simultáneo, adquirió sobre el final de la campaña un protagonismo que no había tenido antes. Conclusión: su figura sigue despertando pasiones e incondicionalidad entre los fieles. Constituye todavía el liderazgo más potente dentro del espacio del Frente de Todos.
"Pero en idéntica proporción, seguiría generando espanto fuera de tales fronteras. Quizás el binomio de los Fernández, cuando acceda al poder, debiera resetear ese funcionamiento político", añade Van der Kooy.
Palabras más, palabras menos, que si el movimiento triunfante quiere seguir manteniendo su cohesión y la estrategia que lo llevó al poder, Cristina K debería cederle la iniciativa a Alberto Fernández.
Voté hoy en Río Gallegos por las esperanzas, los sueños y el futuro de todos y todas. pic.twitter.com/spwE7dYocL
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 27, 2019
Hay que tener en cuenta un elemento clave. En todo este largo proceso, dos eran los grandes objetivos de Cristina K. El primero, sacar de la Casa Rosada a Mauricio Macri. Algo que ya consiguió. Y el segundo, su reivindicación judicial, pues sobre la figura política más influyente de Argentina pesan trece procesos judiciales, siete pedidos de prisión preventiva y cinco acusaciones elevadas a juicio oral por una larga lista de señalamientos que incluyen supuestos actos de corrupción, lavado de activos, administración fraudulenta en perjuicio del Estado, encubrimiento, e incluso traición a la patria. Esto, en teoría, podría mantenerla ocupada en los tribunales y alejada del día a día del Ejecutivo.
Pero no es tan sencillo. Quienes creen que Cristina K se mantendrá en la primera línea de gobierno manejando los hilos del poder apuntan a los antecedentes y a su histórico liderazgo: "Porque ella enfurecía con la sola alusión a un "copresidente" cuando, en 2007, se hablaba de que compartía el volante con Néstor Kirchner.
Nosotros estamos acá y tenemos convicciones, pensamos que la Patria no es una construcción simbólica sino cotidiana. Creemos en el rol del Estado como el gran igualador de las diferencias. pic.twitter.com/mOZnInD4Qw
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 24, 2019
Y a Amado Boudou ni siquiera le dejó ubicarse en la Casa Rosada cuando debió ejercer la presidencia mientras ella sobrellevaba una de sus licencias médicas. 'Aimé' debió gestionar desde un despacho prestado en el Banco Nación. Pero acaso a ella esta vez no le moleste tanto que el poder sea colegiado", analiza en 'La Nación' Hugo Alconada Mon.
Quienes creen que Cristina K podría cederle las riendas a Alberto Fernández opinan que en camino de cumplirse los dos objetivos principales, ella guardaría distancia de la Casa Rosada. "Porque hoy su cabeza estaría en otro lado, junto a su hija Florencia, quien permanece en Cuba (en tratamiento médico), y sus nietos, por lo que buscaría mantener "una sana distancia" del ahora presidente electo", apunta Alconada.
La otra gran duda con la que amanecían los argentinos es sobre el talante de Alberto Fernández cuando llegue la hora de ocupar el poder, porque es un hombre "que durante los últimos treinta años solo ocupó segundos planos y se abocó a construir un protagonismo para otros. Su perfil siempre fue tan bajo que, antes de la Paso (primarias), los focus group revelaban que la gente lo confundía con Aníbal Fernández (Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner) y, luego de ellas, la mitad de la sociedad, desconectada de la política, llegó a definirlo como un "dirigente nuevo". Toda una extravagancia para un presidente que este año cumplió los 60", apunta en su columna Laura Di Marco.
Es decir, será el equipo que Alberto quiera evitando nombres que ella (Cristina K) pudiera objetar. Una forma de evitar conflictos que la empoderen aún más
Ya hay algunas pistas: "En el entorno del presidente electo nadie duda de que él decidirá quiénes serán sus ministros y colaboradores más importantes. Pero al mismo tiempo todo indica que ese gabinete será elegido con la premisa de no incomodar a quien lo ungió como candidato. Es decir, será el equipo que Alberto quiera evitando nombres que ella (Cristina K) pudiera objetar. Una forma de evitar conflictos que la empoderen aún más. Es tiempo de construir poder no de empezar a compartirlo", anota en 'La Nación' Claudio Jaquelin.
Y es que Alberto Fernández no la tendrá fácil. La renegociación de un pacto con el Fondo Monetario internacional (FMI) ya reperfilado por Macri y evitar caer en un impago de la deuda (default); la dura presión que se viene de los movimientos sociales, ahora más inspirados por lo sucedido en Chile y Ecuador; el dólar, que parece no tener techo, y la inflación, y la inusitada resurrección de Macri como líder son elementos que el binomio presidencial deberá tener en cuenta cuando llegue la hora de definir quién mandará más, si Alberto o Cristina.
REDACCIÓN INTERNACIONAL
Comentar