La primera ministra británica, Theresa May, logró derrotar este miércoles la moción de censura en su contra que propusieron los miembros de su propio Partido Conservador. Este jueves, viaja a Bruselas, para salvar el acuerdo del 'brexit' con unos socios europeos comprensivos, pero firmes en su oposición a modificar el pacto.
May obtuvo el respaldo de 200 diputados del Partido Conservador, mientras que 117 votaron en contra, en el voto de confianza que profundizó las divisiones a pocas semanas de que venza el plazo para que el Parlamento apruebe un acuerdo que evite una salida desordenada de la Unión Europea (UE).
El ministro para el 'brexit', Stephen Barclay, dijo que May -quien lleva meses viajando por Europa y asistirá a una cumbre de la UE hasta el mediodía del viernes- buscará garantías de que Reino Unido no estará atada a la UE de forma indefinida tras el 'brexit', como temen los críticos de su partido.
"Gracias al mandato que obtuvo anoche por parte del partido parlamentario, la primera ministra tiene ahora tiempo para mantener esas conversaciones con los colegas europeos", afirmó Barclay, agregando que el contenido del viaje es "positivo".
No obstante, no se incluyó ninguna votación sobre el 'brexit' en el cronograma parlamentario de la próxima semana, antes de la Navidad, y no parece que los líderes europeos vayan a ofrecer un respaldo inmediato. La premier decidió aplazar el voto al mes de enero.
May tiene previsto exponer la situación ante sus 27 socios europeos antes de una cena de trabajo este jueves, si bien antes debe mantener una discusión de "último minuto" con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, según este último, y una reunión a solas con su par irlandés, Leo Varadkar.
"Está claro que el acuerdo de retirada no se abrirá ni se modificará", dijo la víspera el canciller austríaco, Sebastian Kurz, cuyo país asume la presidencia pro témpore del bloque y para quien existen soluciones que redunden en el interés de ambas partes.
Los más fervientes partidarios del 'brexit' temen quedarse atrapados indefinidamente en las redes de un "territorio aduanero común" con la UE, si Londres y Bruselas no logran una solución mejor para su futura relación, que debe comenzar como muy tarde en enero de 2023.
Los 27 socios de May en la Unión Europea (UE) se mantienen firmes en que no se modificarán ni el acuerdo de divorcio ni la declaración política sobre la futura relación, negociados durante 17 meses y a los dieron su visto bueno el 25 de noviembre, pero quieren ayudarla.
"Está claro que la UE a 27 quiere ayudar. La cuestión es cómo", se preguntó en un tuit Tusk, quien coordina los trabajos de los dirigentes, este martes tras conversar por teléfono con la primera ministra británica.
Long and frank discussion with PM @theresa_may ahead of #Brexit summit. Clear that EU27 wants to help. The question is how.
— Donald Tusk (@eucopresident) 11 de diciembre de 2018
La solución deben discutirla este jueves sin May, quien horas antes les habrá expuesto la situación. Los líderes "quieren escuchar qué tipo de garantías está buscando", aseguró un alto funcionario europeo.
"Tenemos varias ideas, pero no una estrategia desarrollada. Todo dependerá de su discurso antes de la cena", según un diplomático europeo, para quien la solución consistirá más "en un ejercicio de comunicación" ya que no están dispuestos a "reabrir los textos".
El proyecto de declaración de seis párrafos preparado por los europeos reza que el 'backstop' "sólo se aplicaría durante un corto período de tiempo y durante el tiempo estrictamente necesario", indicaron fuentes diplomáticas europeas.
El acuerdo de divorcio ya explicita que el 'backstop' sólo se aplicará "temporalmente" hasta lograr un acuerdo posterior, por lo que una fuente diplomática cuestiona que una declaración jurídica sobre su interpretación solucione "el problema de Reino Unido".
El Consejo estaría dispuesto, no obstante, "a examinar si pueden dar más garantías (...) en enero" a su par británica, pero "que no contradirían el acuerdo de retirada", según una fuente europea. Este enfoque en dos pasos busca evitar que los partidarios del Brexit "empiecen a pedir más en un par de días", agregó.
El "mejor método" para "hacer superfluo el 'backstop' es llegar a un acuerdo sobre la futura relación lo antes posible", dijo una fuente del gobierno alemán en referencia a un eventual futuro acuerdo comercial, político y de seguridad entre la UE y Reino Unido.
Los mandatarios europeos aprovecharán su reunión para abordar también los planes de contingencia ante una eventual retirada de los británicos sin acuerdo el próximo 29 de marzo, fecha que marcará el primer divorcio en seis décadas de proyecto europeo.
La cumbre de dos días debe servir para urgir a finalizar rápidamente las negociaciones sobre la agencia europea de guardias fronterizos y a intentar lograr un acuerdo político sobre el presupuesto plurianual 2021-2027 de la UE para el segundo semestre de 2019.
El papel de Rusia en Ucrania, como el último incidente en el mar de Azov, también será objeto de debate de los mandatarios, que el viernes deberán dar su visto bueno a una poco ambiciosa reforma de la zona euro, para protegerla ante futuras crisis económicas.
AFP Y REUTERS