La primera ministra británica Theresa May apostó este viernes en Florencia por mantener la cooperación entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido en seguridad y defensa tras el 'Brexit', porque dijo que son asuntos de interés común.
"Nuestro compromiso con la defensa y, es más, el avanzar juntos en los valores compartidos debe seguir. Nuestra determinación por defender la estabilidad, la seguridad y la prosperidad de nuestros ciudadanos debe mantenerse", dijo.
May realizó estas declaraciones durante un discurso que pronunció en Florencia (centro de Italia) con la intención de impulsar las negociaciones por las condiciones de salida del Reino Unido de la UE.
También afirmó que ahora la UE y Reino Unido inician "un periodo nuevo y crítico" en las relaciones entre ambos pero hizo un llamamiento a los socios europeos porque esta relación sea "fuerte", "de cooperación y amistad".
La primera ministra mencionó algunos de los desafíos comunes que comparten y compartirán la UE y Reino Unido y citó la lucha contra el terrorismo, la defensa de valores fundamentales como "la libertad, los derechos humanos y el cumplimiento de la ley", y la protección de las fronteras.
En este sentido, garantizó que los extranjeros en Reino Unido "tendrán las mismas condiciones que ahora, podrán salir, entrar y trabajar", pero matizó que "habrá mayor control y registro".
También mencionó otros desafíos a los que los países miembros y Reino Unido se enfrentan del mismo modo, como la gestión de la crisis migratoria, "el cambio climático, el proteccionismo comercial" o la amenaza nuclear procedente de Corea del Norte. "Nuestra ambición es trabajar lo más cerca posible de la UE y defender los valores de nuestros ciudadanos", subrayó May, al tiempo que añadió que "el Reino Unido y la UE deben trabajar juntos para beneficio de ambos".
— UK Prime Minister (@Number10gov) 22 de septiembre de 2017
May confesó que, tras este discurso, espera de Bruselas que tome el testigo y sea consciente de que Londres "quiere construir un futuro fuerte y sólido entre ambos".
Respeto a compromisosMay, aseguró que su país respetará sus compromisos financieros con la Unión Europea (UE) cuando salga del bloque, aunque no dio cifras.
Esto garantizará que ningún país deba "pagar más o recibir menos" por el resto del presupuesto en curso, que se extiende hasta 2020, subrayó.
La UE reclama a Londres que salde con el bloque una factura de entre 60.000 y 100.000 millones de euros, un punto que bloquea las negociaciones sobre el Brexit. Londres propone por otra parte una transición de dos años para que la salida sea "suave y ordenada", explicó May.
El Brexit debe ser un éxito "en interés de todos", dijo. Las negociaciones, que inician el lunes un cuarto ciclo en Bruselas, están estancadas por falta de propuestas concretas de Reino Unido sobre las condiciones de su salida de la Unión Europea, prevista para marzo de 2019, según el negociador jefe europeo, Michel Barnier.
Los europeos en el Reino Unido tendrán las mismas condiciones que ahora, podrán salir, entrar y trabajar.
La UE rehúsa entrar en una negociación sobre su futura relación comercial con Londres antes de avanzar en los términos del divorcio, especialmente en el delicado tema de la factura del Brexit.
Periodo de transiciónMay, dijo que su país seguirá contribuyendo al Presupuesto de la Unión Europea (UE) hasta 2020 y que quiere un período de dos años de transición tras abandonarla.
Igualmente pidió pidió que haya un período de ajuste de dos años "en el interés mutuo" tras el abandono británico de la UE. "La gente y las empresas se beneficiarían de un período de ajuste a los nuevos acuerdos", dijo la primera ministra británica.

El lunes comienza una nueva ronda de negociación del 'Brexit' con varios puntos clave por resolver, como la deuda del Reino Unido con la Unión Europea.
Efe
En cuanto a la cantidad que el Reino Unido tendrá que pagar a las arcas comunitarias en aplicación de los compromisos ya adquiridos y por aportación a políticas decididas con el acuerdo británico, May aseguró que "algunas exigencias son exageradas", sin citar una cifra. "No quiero que nuestros socios teman que van a pagar más o reciban menos como consecuencia de nuestro deseo de marcharnos", explicó May.
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