Las tropas rusas ocuparon este viernes la mayor central nuclear de Ucrania y de Europa, tras un ataque que provocó un incendio sin consecuencias en los niveles de radiactividad, pero que paralizó al mundo ante el temor de una nueva catástrofe atómica.
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Proyectiles rusos impactaron en las primeras horas del viernes en las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia ubicada unos 150 kilómetros al norte de la península de Crimea, desatando un incendio en un edificio y un laboratorio.
Tras unas horas de alarma, en las que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski alertó de un posible desastre "diez veces más grande que Chernóbil", en referencia al catastrófico accidente nuclear de 1986 en ese país, los servicios de socorro pudieron extinguir las llamas, según las autoridades de Kiev.
"No se han registrado cambios en la situación de la radiación", indicó la agencia de inspección de las plantas atómicas de Ucrania, que confirmó que las fuerzas rusas ocuparon el territorio de la central
De los seis bloques, el primero fue puesto fuera de servicio, los números 2, 3, 5 y 6 están en proceso de enfriamiento y el 4 se encuentra operativo, precisó.
Zelenski aseguró que fueron tanques rusos los que abrieron fuego. "Estos tanques están equipados de visores térmicos, con lo que saben qué hacen, estaban preparados", dijo.
"Hay que impedir que Europa muera de un desastre nuclear", indicó el presidente, reclamando sanciones más duras contra Moscú.
El ataque ruso provocó conmoción en el mundo.
El presidente estadounidense Joe Biden se comunicó de inmediato con su homólogo ucraniano, y el secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, condenó este viernes la "irresponsabilidad" de Rusia.
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El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA, el argentino Rafael Grossi, se ofreció el viernes para viajar a la planta de Chernóbil y negociar con Ucrania y Rusia garantías para la seguridad de las instalaciones nucleares ucranianas.

Vista de la central nuclear de Zaporiyia.
AFP
Rusia negó haber atacado la central de Zaporiyia con tanques, artillería y cohetes, y denunció que el incidente en esta instalación fue una "provocación" llevada a cabo por un grupo de sabotaje ucraniano.
"El objetivo de la provocación del régimen de Kiev en esta instalación nuclear radicó en el intento de acusar a Rusia de crear una fuente de contaminación radiactiva", denunció el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
De madrugada, dijo, una patrulla rusa fue atacada por un grupo de sabotaje ucraniano. Con el objetivo de provocar el fuego contra el edificio fueron atacados desde las varias ventanas del centro de formación de la central. Konashénkov añadió que los militares rusos respondieron a "los saboteadores ucranianos", a los que acusó de iniciar el incendio en su retirada.
El director general de la agencia nuclear de la ONU, el argentino Rafael Grossi, criticó que la seguridad de la mayor central nuclear de Europa se haya visto comprometida por un ataque ruso, pero tranquilizó al señalar que no se han producido escapes radiactivos.
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"Se ha comprometido la seguridad con lo que pasó anoche, tenemos suerte de que no haya habido un escape de radiación", declaró Grossi en una rueda de prensa en Viena, y se mostró muy preocupado porque la situación "carece de precedentes".
Grossi aseguró que el proyectil que impactó en la central nuclear provenía de las fuerzas rusas y reiteró el peligro de combatir cerca de esos complejos dada su gran fragilidad. Varios líderes internacionales avisaron del peligro de atacar determinadas instalaciones, como las centrales nucleares, por las consecuencias que pueden generar.
El secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, afirmó que el ataque a la central de Zaporiyia, muestra la "temeridad" de esta guerra y la necesidad de que Rusia retire sus tropas.
Y el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, alertó de los efectos "catastróficos" que pueden tener los ataques rusos cerca de las centrales nucleares en Ucrania e instó a que se detengan "inmediatamente".
El jefe de la diplomacia europea se sumó al llamamiento "a la emergencia" lanzado por Naciones Unidas y remarcó que los bombardeos y el consiguiente incendio la pasada noche en la central de Zaporiyia "pueden poner en peligro a toda Europa".
REDACCIÓN INTERNACIONAL
*Con información de AFP y Efe