La primera ministra británica, Theresa May, defendió este martes una ruptura “clara y nítida” con la Unión Europea (UE) al declarar que el brexit significaba también una salida del mercado único europeo, y lanzó amenazas en el sentido de que si durante la etapa de negociación se intenta castigar a Londres por su salida del bloque para evitar un efecto de contagio en otros países tentados, el Reino Unido podría convertirse en una especie de paraíso fiscal que le permita atraer inversionistas y recursos.
“Tendremos libertad para establecer tipos impositivos competitivos y adoptar políticas que atraigan a las mejores compañías y los mayores inversores”, advirtió. “Si se nos excluye del acceso al mercado único, seremos libres para cambiar las bases del modelo económico británico”.
May, quien tiene previsto activar el procedimiento de divorcio del Reino Unido con la UE antes de fin de marzo, preludio a dos años de negociaciones, anunció que someterá el acuerdo final al Parlamento británico, lo que hizo subir la libra esterlina. Bruselas no comentó oficialmente la hoja de ruta de la primera ministra británica.
“Preparados a partir del momento en el que el Reino Unido lo esté. Solo la notificación [del artículo 50] puede lanzar las negociaciones”, reaccionó el negociador de la Comisión Europea, Michel Barnier, por Twitter.
En el palacete londinense de Lancaster House y en presencia de los embajadores de los otros 27 miembros de la UE, May dio este martes por primera vez detalles de su plan de negociación con Bruselas una vez que active el decisivo artículo 50 del Tratado de Lisboa, sobre la retirada de un país comunitario del bloque europeo. Después de meses de incertidumbre sobre el modelo de relación que busca con la Unión Europea (UE) tras el brexit, la primera ministra explicó que mantener al Reino Unido en el mercado único de 500 millones de consumidores es incompatible con la prioridad número uno de Londres: controlar la inmigración europea, que pasa por el fin del principio de libre circulación de trabajadores.
Críticas de la oposiciónSi se quedase, en la práctica el Reino Unido no saldría por completo del bloque, pues estaría sometido a la legislación comunitaria, apuntó la conservadora May, quien no obstante señaló que buscará negociar un acuerdo comercial “lo más amplio posible” con la UE, para beneficio de ambas partes.
El discurso de May fue criticado por los políticos de la oposición, quienes han manifestado inquietud por las consecuencias fiscales que implicará la salida del mercado único. El líder laborista, Jeremy Corbyn, acusó a May de buscar transformar al Reino Unido en un “paraíso fiscal a la orilla de Europa” por la posibilidad de que el país se vea obligado a crear una economía con una carga fiscal muy baja.
Por su parte, el líder liberal demócrata, Tim Farron, criticó a May por no someter el acuerdo final al voto de los británicos y limitarse al visto bueno de las dos cámaras parlamentarias.
El visto bueno de los diputados se considera crucial, después de que un grupo de ciudadanos exigiese en los tribunales que el Gobierno no puede activar el artículo 50 sin la aprobación del Parlamento, proceso que está pendiente del dictamen final del Supremo británico, que se conocerá este mismo mes.
Esa prometida votación provocó una valorización de la libra esterlina en los mercados después de haber caído cerca del 20 por ciento cuando ganó el brexit en el referendo del pasado 23 de junio.
La moneda británica subía hoy un 2,37 frente al dólar, hasta 1,233 dólares, y un 1,46 frente al euro, hasta 1,152 euros.
En su largo discurso, seguido con gran expectación en el Reino Unido y en otros países comunitarios, May explicó que se han marcado doce objetivos de negociación, entre los que mencionó su intención de salir de la unión aduanera, porque continuar en ella le impediría al país negociar acuerdos comerciales con naciones no comunitarias.
En materia de inmigración, May reiteró que buscará “lo antes posible” un acuerdo para garantizar los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido y de los británicos que residen en el continente, sin dar detalles.
La líder conservadora también recalcó que salir de la UE “no es un rechazo a los valores comunes” y que el Reino Unido “quiere ser un buen vecino y un buen aliado”.
AFP / EFE
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