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Europa

Reino Unido, a la espera del plan B de Theresa May para el ‘brexit’

Manifestantes protestando en contra de la salida de Reino Unido de la Unión Europea frente al Parlamento británico. Muchos piden un nuevo referéndum.

Manifestantes protestando en contra de la salida de Reino Unido de la Unión Europea frente al Parlamento británico. Muchos piden un nuevo referéndum.

Foto:Ben Stansall / AFP

Primera ministra deberá presentar propuesta este lunes. Si Parlamento no aprueba, gobierno caería.

Tras una turbulenta semana, los británicos siguen sin saber si salen o se quedan dentro de la Unión Europea (UE), con lo que se trasluce la grave crisis nacional que enfrenta el Reino Unido.
Como si estuviera montada en una interminable montaña rusa, la primera ministra Theresa May pasó de sufrir la más aplastante derrota política a superar un voto de censura en la Cámara de los Comunes de este país, que cuenta con un sistema político parlamentario donde las decisiones gubernamentales pasan por la aprobación de los 600 diputados que perviven en el Palacio de Westminster, en pleno corazón londinense.
Con 430 votos en contra y 202 a favor, el martes se hundió el acuerdo que fija los parámetros que regirían la salida del bloque europeo (‘brexit’), cuyo texto había sido negociado por casi dos años, y aprobado en noviembre pasado entre la primera ministra y las autoridades europeas.
En menos de 24 horas, la suerte de la debilitada May cambió al lograr zanjar un voto de censura a su gobierno que hubiese significado su eventual renuncia y el llamado a elecciones general en este país de más de 66 millones de habitantes y un territorio de 242,5 mil kilómetros, equivalente al tamaño de los departamentos colombianos de Amazonas, Vichada y Antioquia juntos.
La gobernante debe entregar este lunes su plan B alternativo al que ya fue rechazado la semana pasada, en el cual se fijaban polémicos acuerdos con el bloque europeo.
Los parlamentarios, tanto los defensores de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, como aquellos que abogan por continuar siendo parte de Europa, tumbaron la propuesta de ‘brexit’ de 600 páginas, que incluía un acuerdo de pago a la UE por el “divorcio” de 39.000 millones de libras esterlinas (unos 50 mil millones de dólares); el establecimiento de un periodo de transición de dos años durante los cuales el Reino Unidos debería seguir las normas de la Unión, pero sin derecho a voz en las decisiones del ente comunitario; y la más cuestionada: una cláusula de garantía en la frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, de un ‘backstop’, que podría poner en peligro el Acuerdo de Viernes Santo de 1998 por el que se puso fin al conflicto de Irlanda del Norte.
“Nadie puede predecir lo que sucederá en las próximas semanas”, explica a EL TIEMPO Maxine Molyneux, investigadora y profesora de Sociología del University College London ante la posibilidad de que haya un aplazamiento de la fecha de salida que dé tiempo a que el gobierno y la oposición encuentren una solución a la crisis del ‘brexit’.

Pelea de May y Corbyn

En los últimos tres días la mandataria británica se ha ido reuniendo de forma individual con los diferentes líderes de los partidos políticos que hacen vida en el parlamento. La excepción ha sido Jeremy Corbyn, jefe de la banca del mayor partido laborista, quien alegó que no se sentaría “a tomar el té” con Theresa May hasta que ella descarte la idea de ir a un ‘brexit’ sin acuerdo. Corbyn exigió que los parlamentarios de su partido rechacen invitaciones similares.
El líder laborista fue quien pidió el voto de censura para May y es visto como el que más opciones tiene de ser el próximo primer ministro británico si se derrumba el gobierno conservador, en el poder desde el 2010.
Por eso se entiende la puja entre May y Corbyn, a quien la mandataria le escribió una carta el viernes diciéndole que descartar la no–oferta era “una condición imposible”, y en la que le pedía que se uniera a las discusiones entre partidos.
Theresa May, primera ministra del Reino Unido, defendiendo con vehemencia, pero sin éxito, su acuerdo del 'brexit' con la Unión Europea ante el parlamento.

Theresa May, primera ministra del Reino Unido, defendiendo con vehemencia, pero sin éxito, su acuerdo del 'brexit' con la Unión Europea ante el parlamento.

Foto:AFP

Ese episodio entre los dos líderes políticos, pone en evidencia que “el fracaso de la mandataria británica en su intento por construir cualquier consenso en el parlamento”, continúa Molyneux.
El punto muerto de las negociaciones está en que May se ha negado a abandonar sus ‘red lines’ (o puntos de honor) y avanzar hacia una ‘brexit’ más suave. La primera ministra se niega a descartar una salida sin acuerdo del ‘brexit’, así como un eventual segundo referéndum que le pregunte a los británicos si quieren o no el ‘brexit’, basado en el contexto político actual.
En junio del 2016, ganó la opción de salida de la UE que llevó a la renuncia del entonces primer ministro David Cameron, cargo que asumió May con la promesa de cumplir con el mandato popular de negociar la salida británica del bloque europeo, con la famosa frase de “ ‘brexit’ es ‘brexit’ ”.
El tiempo apremia. La fecha de salida de la UE está fijada para el próximo 29 de marzo y, si no hay una solución, el país podría arriesgarse a quedar aislado y sin acceso al mercado europeo. Salir sin un acuerdo es lo que propone justamente el ala dura del partido Conservador, encabezada por el ex ministro de Exteriores Boris Johnson, quien aseguró que no hay que temer a un ‘brexit’ sin acuerdo. Johnson postula la idea de cambiar el bloque económico por las normas de la Organización Mundial del Comercio, que implica exención de tasas arancelarias solo para algunos productos importados.

Cuando el pueblo vota algo tan importante como salir de la Unión Europea se espera que el cuerpo político lo cumpla.

Ahora, el tema no se limita a lo que se acuerde en Londres solamente. Habrá que ver si las autoridades de la Unión Europea aceptan las enmiendas que se hagan en el Parlamento, cosa que ya han descartado, porque lo suscrito en noviembre es el mejor acuerdo que se pudiera haber acordado.
“Si la UE se niega a negociar un nuevo convenio tendría que ofrecerse un segundo referéndum. La elección tendría que ser entre salir de la UE (y seguir las normas del OMC) o permanecer, pero se tendría que ofrecer algo para incentivar a las comunidades ‘brexiteras’ marginadas de los frutos de la globalización que explica, hasta cierto punto, la razón por la cual optaron por el ‘brexit’ ”, explicó Stephen Bellas, experto en gestión y profesor del Business College of London.

La crisis de credibilidad

En algo que coinciden los analistas locales es que detrás del tema del ‘brexit’ está una crisis política y social que pone en peligro las bases que rigen al Reino Unido. Echar para atrás el ‘brexit’, como lo plantea el partido Laborista, implicaría una crisis política más grande de credibilidad.
“Cuando el pueblo vota algo tan importante como salir de la Unión Europea se espera que el cuerpo político lo cumpla. Si suspenden el ‘brexit’ los políticos, incluidos gobierno y parlamento, pierden su credibilidad y su autoridad para dirigir al país”, dijo Thomas Kirkbride, periodista y analista británico.
En eso coinciden expertos que señalan que el resultado del referéndum del 2016 mostró que el Reino Unido es un país profundamente dividido, y esas divisiones se han politizado a través del ‘brexit’.
“Años de austeridad y fallas en las políticas han profundizado la desigualdad y han creado enojo y descontento en muchas áreas dejadas atrás. La UE no fue responsable de esos fracasos, pero temas como la inmigración se han relacionado con otros descontentos para fomentar la desconfianza en los políticos y en el proceso político. La tragedia es que cualquier tipo de ‘brexit’ colocará a Gran Bretaña en una peor posición para abordar estos problemas y podría llevar a la ruptura de Gran Bretaña si Escocia se va”, concluye Molyneux.
MARÍA VICTORIA CRISTANCHO
Para EL TIEMPO
Londres
En Twitter: @mavicristancho

¿La ruta de salida?

1. Conversaciones entre partes celebradas para informar el acuerdo del plan B. Podría involucrar la entrada de Bruselas.
2. Acuerdo revisado presentado a la Cámara de los Comunes el 21 de enero. Los diputados pueden presentar enmiendas.
3. Los diputados votan el acuerdo revisado y las enmiendas el 29 de enero.
a. El Parlamento rechaza el trato.
4. El Parlamento aprueba acuerdo.
5. El Reino Unido abandona la UE en estos términos el 29 de marzo.

También puede ocurrir que:

1. Los laboristas presentan un segundo voto de censura.
2. Movimientos laboristas promoverían un nuevo referéndum.
3. Theresa May renuncia o es expulsada.
4. Reino Unido solicita a la UE una extensión del artículo 50.

¿Y si no hay acuerdo sobre el ‘brexit’?

Podría suceder si la UE entra en nuevas negociaciones y el parlamento acepta un nuevo acuerdo. Pero, ¿se puede cancelar el ‘brexit’? Eso solo es posible como resultado de un segundo referéndum.
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