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Un Nobel de Paz que da un gran espaldarazo a los antinucleares
Premio Nobel de la PazLa Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) es la galardonada este año por su labor para llamar la atención sobre las consecuencias catastróficas del uso de armas nucleares.
Premio Nobel de la Paz

AFP / Fabrice Coffrin

Un Nobel de Paz que da un gran espaldarazo a los antinucleares

El grupo Ican fue galardonado con esta distinción, en lo que muchos suponen fue un mensaje a Trump.

La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (Ican) ganó el viernes el Nobel de la Paz tras una década de esfuerzos para prohibir la bomba atómica, en un contexto de tensión con Corea del Norte e Irán.

Setenta y dos años después de las bombas atómicas estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki, el Comité del Nobel quiso resaltar los incansables esfuerzos de la Ican para librar al mundo de las armas nucleares. Con ello mandó también un mensaje a las potencias nucleares para que inicien “negociaciones serias” destinadas a eliminar su arsenal.

Vivimos en un mundo donde el riesgo de que se utilicen las armas nucleares es más alto de lo que nunca fue”, declaró la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen.

“Algunos países modernizan sus arsenales nucleares, y es real el riesgo de que cada vez más países pretendan armas nucleares, como Corea del Norte”, añadió. Tras los premios científicos y de literatura, se esperaba que el Nobel recompensara este año los esfuerzos para eliminar las armas nucleares o impedir su proliferación. El número de candidatos al Nobel de la Paz fue de 318 en esta edición.

En su primera reacción al galardón, la organización criticó al presidente Donald Trump ante los riesgos de un incidente nuclear. “La elección del presidente Trump incomodó a mucha gente por el hecho de que pueda autorizar por sí solo el uso de las armas nucleares”, declaró a los medios la directora de la Ican, Beatrice Fihn, en Ginebra.

“Las armas nucleares no aportan la seguridad ni la estabilidad”, como demuestra que la gente en EE. UU., Japón y Corea del Norte no se “sienta especialmente segura”, añadió. “Este premio no va contra nadie” subrayó Reiss-Andersen.

La Ican, que agrupa a centenares de ONG, milita desde hace casi 10 años por la supresión del armamento nuclear. Impulsó un histórico tratado de prohibición de las armas nucleares que fue adoptado por 122 países en julio, aunque su alcance es sobre todo simbólico, dada la ausencia de nueve potencias entre los firmantes.

En relación con esto, Estados Unidos dijo que dicho tratado “no hará un mundo más pacífico, ni logrará la destrucción de ningún arma nuclear ni fortalecerá la seguridad de ningún Estado. Añadió que por eso no lo firmará, pero reafirmó su compromiso para “crear las condiciones para un desarme nuclear”.

Este Nobel se otorga en momentos en que Trump debe certificar ante el Congreso, antes del 15 de octubre, que Irán respeta los compromisos del acuerdo de 2015.

Ese acuerdo impone estrictas restricciones al programa nuclear iraní a cambio de un levantamiento de las sanciones. Según The Washington Post, Trump habría decidido no certificarlo, lo que allanaría el camino para la imposición de nuevas sanciones a Teherán.

El galardón a la Ican es un recordatorio de que “hoy más que nunca necesitamos un mundo sin armas nucleares”, escribió en Twitter el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.


Supervivientes de los bombardeos atómicos de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, al final de la Segunda Guerra Mundial, manifestaron también su alegría: “Estoy feliz de que la Ican, que, como nosotros, actúa para terminar con las armas nucleares, haya ganado el premio Nobel de la Paz”, declaró, citado por la cadena de televisión NHK, Sunao Tsuboi, de 92 años, quien resultó gravemente quemado en la explosión de la bomba lanzada contra Hiroshima, tras la cual padeció un cáncer.

La expresidenta de la conferencia de la ONU que negoció el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, la embajadora costarricense ante la ONU en Ginebra, Elayne Whyte, también extendió sus felicitaciones a la entidad. Este Nobel debe suponer “una nueva etapa de gran impulso a las negociaciones para el desarme nuclear”, manifestó.

La Ican sucede en el palmarés al presidente Juan Manuel Santos, premiado en 2016 por sus esfuerzos para poner fin a más de medio siglo de conflicto en su país.

Fundada en 2007 en Viena, durante una conferencia internacional sobre el tratado de no proliferación nuclear, la Ican tiene su sede en Ginebra, en las instalaciones del Consejo Ecuménico de las Iglesias, otra organización internacional. Cuenta con 424 organizaciones no gubernamentales asociadas en 95 países y el apoyo de numerosas personalidades, entre ellas dos premios Nobel de paz, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu (1984) y la estadounidense Jody Williams, quien lo recibió en 1997 por la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonas.

Aunque la cantidad de ojivas se ha reducido en 30 años –pasó de 64.000 en 1986 a poco más de 9.000 en 2017, según el Bulletin of the Atomic Scientists (BAS)–, el número de países que poseen el arma nuclear aumentó.

Hoy son nueve los que poseen tales armas de destrucción masiva: Estados Unidos, Rusia, Francia, el Reino Unido, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.

AFP

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