A sabiendas de que las lleva casi perdidas, la primera ministra británica, Theresa May, tratará este martes de evitar una estruendosa derrota política en el Parlamento de su país, donde está prevista la votación del plan de divorcio del Reino Unido y la Unión Europea, mejor conocido como brexit.
Perder la votación en la Cámara de los Comunes, con sede en el Palacio de Westminster, podría provocar que ruede la cabeza de la primera ministra y líder del Partido Conservador, además de que podría desembocar en la mayor crisis nacional desde la Segunda Guerra Mundial, advierten comentaristas políticos locales.
El acuerdo de 600 páginas ha generado debate en todas las bancadas políticas y tanto entre defensores como detractores de la salida de la UE.
La posibilidad real de perder la puja en el Parlamento ha puesto a la gobernante británica a intentar reducir el impacto del fracaso, con el fin de mantener un margen de maniobra para volver a la mesa de negociaciones con las autoridades europeas. Por eso, May realizó un maratónico recorrido por varias regiones del país y dio varios discursos a sus partidarios.
Como un pequeño guiño a su favor, desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, suscribieron una carta que ratifica que “será temporal” el polémico mecanismo de salvaguardia, el cual le permite a Irlanda del Norte permanecer en la unidad aduanera hasta que Londres y Bruselas alcancen un nuevo acuerdo comercial, mejor conocido como frontera física dura o backstop.
Para ganar la puja política, May necesita asegurarse 320 votos de los 650 diputados que integran la Cámara de los Comunes. Pero en la bancada oficialista hay al menos un centenar de parlamentarios rebeldes que ponen en duda el triunfo conservador.
El acuerdo de salida de la Unión Europea debería entrar en vigor el próximo 29 de marzo y tendría un periodo transitorio hasta el 31 de diciembre de 2022, y con ello, las islas británicas quedarían excluidas de los tratados económicos y comerciales europeos.
“Si el Parlamento rechaza el acuerdo, nos arriesgamos a que no haya brexit y a que se desquebraje el Reino Unido”, aseguró May, al advertir que ello significaría una crisis democrática porque se estaría incumpliendo el mandato popular del referéndum de 2016, en el que 51 por ciento de los británicos votaron a favor de salir de la Unión Europea.
Ese triunfo del referéndum se basó en el recelo ante la burocracia de Bruselas, el control de la inmigración, la defensa de la soberanía nacional, el orgullo por un carácter británico insular y los retos de seguridad, entre otras.
Con gesto triunfal, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ratificó en sesión parlamentaria que su bancada votará en contra del acuerdo, defenderá un aplazamiento del brexit, promoverá la renegociación de los términos del acuerdo y convocará elecciones anticipadas.
“Este acuerdo es malo para el país y hay que pararlo”, manifestó este lunes Corbyn, al ratificar que su partido pedirá “una moción de censura contra el Gobierno”. El líder laborista es visto como el próximo primer ministro británico, de haber nuevas elecciones este mismo año.

Esta semana, decenas de personas en se han manifestado en Londres a favor y en contra de la separación del Reino Unido de la Unión Europea.
Will Oliver. Efe
Si el Parlamento rechaza el acuerdo, nos arriesgamos a que no haya brexit y a que se desquebraje el Reino Unido
Ya la semana pasada, May había recibido sendos reveses cuando los parlamentarios pidieron una enmienda que obliga al Gobierno a presentar un plan B del brexit en tres días si el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) es rechazado.
La también líder del Partido Conservador (popularmente reconocido como los tories) recibió este lunes un revés más con la renuncia del diputado Gareth, quien era uno de los responsables de la disciplina de voto partidista, alegando su imposibilidad por “reconciliar” sus obligaciones en ese puesto con sus convicciones personales, al considerar que el pacto con la Unión Europea es “perjudicial” para el interés nacional de su país.
Desde diciembre a esta parte, May ha visto dimitir a más de una decena de colaboradores, entre ministros del alto gobierno y asesores, que rechazan los alcances del acuerdo del brexit.
La votación de este martes había sido inicialmente programada para diciembre pasado, pero May la pospuso para tratar de ganar tiempo debido al grado de oposición al acuerdo.
1. El Gobierno tendría que producir un plan alternativo dentro de los tres días hábiles parlamentarios.
a. Si aún así no hay acuerdo:
• Habría un Brexit sin acuerdo aduanero ni comercial o de libre tránsito.
• O, se pediría una extensión de la cláusula 50 y se retrasaría la salida de la UE, cuya aprobación dependerá del Consejo Europeo.
• O, May podría decidir que la mejor manera de salir del estancamiento sería celebrar una elección general anticipada, a fin de obtener un mandato político para su acuerdo.
2. La oposición, liderada por el Partido Laborista, pediría voto de no confidencia y llamaría a elecciones generales.3. Laboristas pedirían un nuevo referéndum de consulta que pregunte si los británicos ahora quieren salir de la UE.
• El Reino Unido debe pagar por el divorcio al menos 39.000 millones de libras esterlinas (unos 50 mil millones dólares) a la UE.
• Se mantendrá la unión aduanera Irlanda, "hasta que se encuentre" una solución mejor.
• Podría haber una extensión del período de transición hasta 2022.
• Los derechos de los ciudadanos de la UE estarán garantizados
• El Tribunal de Justicia Europeo tendrá la última palabra en cuestiones de derecho de la UE.
María Victoria Cristancho
Para EL TIEMPO
Londres
En Twitter @mavicristancho