El Parlamento alemán aprobó este viernes el matrimonio igualitario con 393 votos a favor y 226 en contra. Esta, es una decisión histórica en el país germano que abre la puerta a varios interrogantes.
¿Por que Angela Mekel cambió de actitud drásticamente? esta es la pregunta que más se ha generado, pues la canciller alemana se había negado a apoyar este proyecto desde que formó gobierno en 2013.
Parte de la posible respuesta a este interrogante, está en recordar que 24 horas antes de la decisión de la canciller, los socialdemócratas alemanes habían advertido que se iban a negar a una posible alianza si no se aceptaba la legalización del matrimonio homosexual.
Los Verdes se convirtieron en el primer partido en manifestar esa condición y luego lo hizo el partido Liberal. Después de ellos, el candidato al partido socialdemócrata (SPD) Martin Schulz, asumió también el requisito y anunció el deseo de la votación.
Por ello, podría decirse que el cambio de actitud de Merkel obedece a una maniobra política: una táctica que abrió la puerta a esta legalización y evitó el rechazo a futuras alianzas.
Muchos dicen que se trata de una jugada de la canciller, quien estaría tratando de ganar más adeptos de cara a las elecciones legislativas de septiembre, en las que aspira a ser reelegida para un cuarto mandato.
Además, se especula que para Merkel es más importante ganar la simpatía de nuevos partidos que mantener los apoyos que la han mantenido en el poder.
Aunque Alemania y especialmente Berlín son conocidos por, entre otras cosas, ser cuna en el siglo XIX de varios movimientos homosexuales, el matrimonio entre parejas del mismo sexo hasta ahora es aprobado.
Antes de su legalización, el país europeo había dado algunos pasos respecto al tema. El más reciente, fue en el 2013 cuando se permitió que los individuos se registraran en el certificado de nacimiento sin identificarse con el género femenino o masculino.
Sin embargo, no se había llegado a una legalización, pues el matrimonio igualitario fue impedido durante varios años por la Unión Demócrata Cristiana, quienes aseguran que la familia solo la constituye un hombre y una mujer.
Esta decisión es radical y podría afectar de varias maneras al país europeo. A nivel externo, la canciller ha abierto una puerta que conlleva a Alemania al progreso. Una oportunidad que le permite al país unirse a la larga lista de gobiernos que aceptan el matrimonio LGBTI.
Pero en lo interno, la legalización ha provocado una crisis entre los conservadores de Merkel y los socialdemócratas. Además, ha traído problemas entre los partidos de la coalición del gobierno de Merkel, que se opusieron a que la ley fuera aprobada.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU) afirmaron que su comportamiento supone una “ruptura de la confianza” y además aseguraron estar molestos ante una cuestión que, a su juicio, se tenía que haber debatido internamente antes de llegar a la votación pública.
Después de esta crisis, el partido Unión Socialcristiana, los más conservadores de su coalición, y a quienes les ha afectado más esta decisión, podrían dividirse pero es poco probable que lo hagan. Pues perderían el beneficio ganado hasta el momento de apoyar al gobierno y no tendían ya un líder visible.
También, la probabilidad de que este partido apoye al candidato que le hace contrapeso a Merkel, es muy baja. Los socialdemócratas tiene bases liberales y contradicen en su totalidad a la ideología de la Unión Socialcristiana.
Aunque no está nada escrito, esta legalización podría trazar un nuevo capitulo para el futuro de Merkel y el gobierno del país europeo que ahora, es legalmente libre en su mentalidad.
ANDREA HERNÁNDEZ BACCA
INFORMACIÓN TOMADA DE EFE