Los diputados británicos votarán este martes una serie de enmiendas a fin de alcanzar un consenso que determine los pasos a seguir después de que el acuerdo del 'brexit' (salida del Reino Unido de la UE), negociado con Bruselas, fuera rechazado.
La Cámara de los Comunes votará una "moción neutra" del Gobierno de Theresa May y numerosas enmiendas presentadas por distintos partidos, que permitirán conocer las tendencias en el parlamento con el objetivo de llegar a consensos y concluir con la crisis del 'brexit' por la profunda polarización de la cámara baja.
El pasado 15 de enero, los diputados votaron por una gran mayoría en contra el pacto que May negoció con la Unión Europea (UE). Esta vez, será el presidente de los
Comunes, John Bercow, el encargado de elegir las enmiendas que, si bien no son vinculantes, serán debatidas y votadas con el objetivo de llegar a acuerdos.
Entre las enmiendas a votar figura una presentada por el conservador Graham Brady, presidente del llamado Comité 1922 -que agrupa a los diputados "tories" en el Parlamento-, que pide eliminar la cláusula irlandesa y sustituirla por un "arreglo alternativo" para evitar una frontera física entre las dos Irlandas.
También resaltan las enmiendas apoyadas principalmente por los diputados proeuropeos, que buscan evitar una salida de la UE sin pacto el próximo 29 de marzo o promover un segundo referéndum.
Una enmienda multipartita impulsada por la laborista Yvette Cooper propone un proyecto de ley que retrasaría el 'brexit' durante unos meses si May no consigue un acuerdo para finales de febrero. Otra enmienda es la propuesta por la conservadora Caroline Spelman, que rechaza abandonar el bloque europeo sin un acuerdo bilateral, algo a lo que se opone la jefa del Gobierno.
Por último, la enmienda oficial del Laborismo (opositores de May) propone votar todas las opciones posibles para evitar una salida sin acuerdo, entre ellas la opción laborista de una unión aduanera con la UE y un posible segundo plebiscito europeo.

Theresa May, primera ministra del Reino Unido, defendiendo con vehemencia, pero sin éxito, su acuerdo del 'brexit' con la Unión Europea ante el parlamento.
AFP
El ministro del 'brexit', Stephen Barclay, será el encargado de abrir el debate sobre las el medio día y la primera ministra lo clausurará en horas de la tarde para dar inicio a las votaciones, que pueden durar varias horas.
Una vez concluidas estas votaciones, May hará una declaración final en los Comunes. Medios británicos han revelado que la primera ministra contempla la fecha del 13 de febrero para volver a someter a votación el acuerdo del 'brexit' si logra concesiones por parte de la UE, o bien para hacer una nueva declaración sobre su hoja de ruta si no se logran avances.
Lograr que la frontera irlandesa permanezca abierta tras el Brexit resultó ser el punto más conflictivo en la negociación de la salida británica de la UE y para lograr que sea aceptado por el parlamento el gobierno quiere que Bruselas lo modifique.
¿Cuál es el problema?Con la salida de Reino Unido de la UE, los 500 km de frontera que separan la provincia británica de Irlanda del Norte de la República de Irlanda -país miembro de
la UE- se convertirán en la principal frontera terrestre del país. Si Reino Unido sale del mercado único y de la unión aduanera, sinónimos de libertad de circulación y normas aduaneras comunes, habrá que instaurar controles fronterizos.
Una infraestructura en la frontera podría convertirse en blanco de grupos paramilitares
Habitantes y empresas de ambos lados insisten en mantener una frontera tan invisible como sea posible, dado que 31 % de las exportaciones norirlandesas van a Irlanda (según cifras de 2016) y unas 30.000 personas cruzan diariamente la línea divisoria.
Se teme también que la reinstauración de una frontera con controles policiales debilite el acuerdo de paz del Viernes Santo que en 1998 puso fin al conflicto irlandés, con una gran contribución de la UE para reforzar los lazos ente las dos Irlandas. La policía considera que cualquier infraestructura en la frontera podría convertirse en blanco de grupos paramilitares disidentes.
El acuerdo de Brexit sellado por Londres y Bruselas en noviembre -y rechazado ampliamente por el parlamento británico en enero- incluye un dispositivo denominado 'backstop' o 'red de seguridad' que solo debería entrar en vigor si no se encuentra una solución mejor en el marco de la futura relación que ambas partes deben aún negociar.
El problema se resolvería con la creación en el futuro de una zona de libre comercio entre Reino Unido y la UE, pero si esta no se ha logrado establecer al final del periodo de transición -previsto hasta finales de 2020 pero prolongable hasta 2022- el dispositivo "de seguridad" entraría en vigor.
El 'backstop' entraría en vigor si no se encuentra una solución mejor en las negociaciones
El 'backstop' prevé que Irlanda del Norte se rija por la reglas del mercado único europeo, con lo que se evitarían los controles aduaneros, y quede dentro de la unión aduanera para no tener que aplicar aranceles.
Además, para evitar tener que imponer controles administrativos entre Irlanda del Norte y la isla de Gran Bretaña, el resto del Reino Unido también permanecería en una unión aduanera con la UE. Ambas partes pueden poner fin a este mecanismo en cualquier momento, pero solo de mutuo acuerdo.
El pequeño partido unionista norirlandés (DUP) se opone a esta solución porque establece un tratamiento para Irlanda del Norte diferente al del resto del país, algo para ellos inaceptable. Pero sus diez diputados, así como buen número de rebeldes del Partido Conservador de Theresa May, podrían aceptar el acuerdo si la primera ministra lograse suprimir el 'backstop' o lograr una garantía legal de que, si se debe aplicar, tendría una limitación en el tiempo.
Esto es lo que la jefa del gobierno debería proponer a los otros 27 miembros de
la UE. Sin embargo, Bruselas ya dicho en reiteradas ocasiones que no quiere modificar el acuerdo de Brexit e Irlanda se ha opuesto firmemente a dejar de lado el "backstop".
El ministro polaco de Relaciones Exteriores, Jacek Czaputowicz, sugirió la semana pasada que se ponga un límite temporal de cinco años a este dispositivo, pero su homólogo irlandés, Simon Coveney, inmediatamente rechazó la idea.
EFE y AFP
Comentar