Dos semanas después del cruel asesinato de la periodista y bloguera maltesa Daphne Caruana Galizia, una de las figuras más conocidas en su país por sus denuncias contra el Gobierno local y sus supuestos actos de corrupción y vínculos en la investigación de los papeles de Panamá, el caso sigue causando revuelo mientras se multiplican las voces que le exigen al Gobierno respuestas claras por este atroz hecho.
El crimen de Caruana, que se dio tras la explosión del vehículo que conducía camino a casa, en el norte del país, volvió a poner bajo el ojo de la polémica al primer ministro de Malta, el laborista Joseph Muscat, señalado junto con su esposa y otros miembros del Ejecutivo en muchas de sus revelaciones. Y, por supuesto, uno de los primeros nombres en la hipotética lista de interesados en su desaparición. Pero hasta ahora no ha acusado al primer responsable.
Según informes de la policía forense y revelaciones hechas por varios medios locales, la bomba fue tan potente que hizo volar el vehículo por el aire y lo lanzó a un campo cercano.
Se dice también que la periodista se encontraba investigando los posibles vínculos de partidos políticos de Malta con una red libio-italiana de contrabando de combustible hacia Europa, tal y como lo publicó el ‘Times of Malta’ hace unos días.
Según la publicación, que cita a fuentes próximas a la investigación que trata de esclarecer las causas y a los responsables del asesinato, Caruana Galizia iba tras la pista de una supuesta participación de partidos malteses en una red de contrabando de combustible hacia Europa, vinculada a traficantes libios y al crimen organizado en la isla italiana de Sicilia.
La periodista llevaba trabajando en este caso durante algún tiempo y esta última hipótesis era la línea principal que seguía en las semanas previas a su muerte. El mismo diario maltés informó la semana pasada de que dos hombres –Darren Debono y Gordon Debono– estaban siendo buscados por sus relaciones con el transporte ilegal de combustible desde la refinería libia de Zawia hacia Europa en barcos establecidos en Malta.
El fiscal general de Catania, en Sicilia, Carmelo Zuccaro, salió la semana pasada ha reconocer que “no se puede excluir” que la muerte de Caruana Galizia esté relacionada con redes de tráfico ilegal de combustible desde Libia hacia Europa.
El asesinato de Caruana Galizia ha conmocionado tanto al mundo que hasta el propio papa Francisco envió un mensaje de condolencias a la familia de la comunicadora. Dentro de las instituciones europeas no esconden la preocupación que les deja el caso. “Malta debe mostrar a Europa y al mundo que sus reglas y regulaciones son sanas y sólidas”, recalcó Frans Timmermans, político y diplomático neerlandés.
Bruselas quiere que Malta agilice las pesquisas y el Parlamento Europeo exigió que se ponga en marcha una investigación internacional independiente para esclarecer lo ocurrido. De momento, la UE envió a Malta a un grupo de la Europol para colaborar con el caso, en el que ya participan expertos del FBI y de la policía holandesa.
Durante la realización del III Congreso de Editores de Medios Celac-UE, la semana pasada, en Bogotá, también se brindó un sentido homenaje a todos los periodistas que han muerto en el ejercicio de la profesión y se recordó a Caruana.
“Queremos rendir un especial homenaje a Daphne Caruana Galizia, periodista y bloguera asesinada en Malta el pasado 16 de octubre, y a Javier Arturo Valdez Cárdenas, periodista mexicano asesinado el pasado 15 de mayo en el que personalizamos a todos nuestros compañeros asesinados este año en México por informar sobre el narcotráfico y organizaciones criminales”, afirmaron a través de un comunicado.
Varias organizaciones civiles también se han movilizado para exigir la dimisión del jefe de la policía maltesa, con vínculos familiares con un ministro.
Hasta ahora, la respuesta del Gobierno de Muscat a la oleada de críticas ha sido ofrecer una recompensa de un millón de euros a quien aporte pistas que den con el culpable del asesinato.
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