Aunque este jueves terminaron las labores de búsqueda entre los escombros del hotel rigopiano, sepultado por un alud, los pequeños milagros y los grandes dramas todavía conmueven a Italia.
Héroes bajo la tormentaHace una semana, el miércoles 18 enero, en medio del caos que reinaba en el centro de Italia, azotada por nevadas históricas y la secuencia de cuatro terremotos de magnitud mayor de 5 grados, los equipos de rescate fueron alertados sobre una avalancha que arrasó un hotel en aquella zona.
Pero no pudieron actuar con rapidez: la carretera de 8 kilómetros que atraviesa la localidad de Farindola estaba cubierta por dos metros de nieve. No se veía nada. En plena noche, y pese a la tormenta de nieve y las ráfagas de viento, un puñado de socorristas, equipados con esquís, pieles y palas, decidieron partir a pie a pesar del alto riesgo de una nueva avalancha.
Caminaron toda la noche, llegaron a la madrugada, la escena fue desoladora. "El hotel desapareció", informó uno de los bomberos. Fue sepultado por una avalancha que golpeó con la fuerza de 4.000 camiones lanzados a toda velocidad.
Sólo al día siguiente, hacia el mediodía, llegó la maquinaria encargada de despejar la carretera. Los héroes sin nombre buscan sin parar rastros de vida entre los escombros.
Una familia entera que se salvóEl rostro de la tragedia, Giampiero Parete, el cocinero de 38 años que vio desde su automóvil al alud de nieve y trozos de árboles, el único que pudo llamar con su móvil a un amigo para pedir auxilio, rogó por dos días que salvaran a su familia, su mujer y los dos hijos, quienes habían quedado atrapados bajo el hotel.
Después de ser hospitalizado por hipotermia leve en Pescara, temió lo peor. Un día más tarde, sin embargo, Adriana, su esposa, Gianfilippo, su hijo de 7 años y Ludovica, su hija de 6, fueron rescatados.
La Reina de las Nieves, consolación de los niñosTodos los niños alojados en el hotel fueron salvados. Edoardo, de 9 años, y Samuel, de 7, también fueron rescatados. Un milagro que conmovió a toda Italia.
Según el testimonio al diario La Repubblica de los psicólogos que acompañan a Edoardo -quien quedó huérfano tras la muerte de sus padres en la tragedia-, el niño se comportó como un héroe: consolaba a los dos más pequeños, les cantaba canciones y contaba pasajes del libro de cuentos "La Reina de las Nieves".
Los bomberos los encontraron abrazados."Estos ángeles borran la pena por tanto muerto", reconoció uno de los socorristas. Edoardo asistió este miércoles al entierro de sus padres junto con sus dos hermanos mayores de 19 y 17 años.
El pequeño pidió que lo dejaran quedarse con Samuele en el hospital, cuyos padres también tuvieron la misma suerte. Los dos niños son hinchas de la Juventus y recibieron una llamada del argentino Paulo Dybala, delantero estrella del club, quien los invitó a un partido en Turín. Otra consolación.
El drama en el dramaDos de las seis personas que murieron el martes por la caída de un helicóptero de socorro, que acababa de rescatar en la estación de esquí de Campo Felice a un esquiador víctima de una doble fractura de la tibia y peroné, formaban parte del equipo de socorristas que trabajaron en el hotel Rigapiano. (Le puede interesar: Accidente de helicóptero en el centro de Italia deja 6 muertos)
El médico Walter Bucci, de 57 años, y el socorrista alpino, Davide De Carolis, de 40 años, participaron en la operación. De Carolis, además, fue entre los primeros que llegó al lugar del alud, después de haber caminado y esquiado toda la noche.
Allí logró rescatar a unos de los once sobrevivientes, al término de siete horas sin parar, tras escarbar y retirar de entre las nieve pedazos de árboles, de tejas, ladrillos, vidrios y muebles.
Roma (AFP).