Este jueves, a partir de las ocho de la noche, exhumarán los restos del pintor español Salvador Dalí, para extraer muestras de ADN que permitan determinar si Pilar Abel es su hija, tal como ella afirma.
Abel, nacida en Figueres el 1 de febrero de 1956, asegura que su madre tuvo una relación con el artista surrealista cuando ella era empleada de una familia en Cadaqués a la que Dalí visitaba.
Abel llevaba dos años en su intento por ese reconocimiento hasta que un juzgado de Madrid ordenó a finales de junio la exhumación. Esta se realizará con gran sigilo, luego de que cierre el Teatro-Museo Dalí de Figueres, donde está enterrado Dalí. Su cadáver embalsamado reposa en la cúpula, bajo una losa que pesa una tonelada y media.
Pocas personas participarán en el operativo y unas carpas cubrirán la cúpula con el fin de impedir grabaciones con drones. Según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, todas las medidas están encaminadas a “preservar la dignidad de la persona enterrada”. Dalí, nacido en 1904, murió en 1989.
Existen dudas acerca del resultado final, dado que el cuerpo está embalsamado con formol, lo que podría haber afectado la estructura genética del artista. Sin embargo, la intención es extraer muestras de los huesos largos, como la tibia y el fémur, de las uñas y de las muelas.
Dos forenses y un técnico del Instituto de Medicina Legal de Ciencias Forenses de Cataluña estarán a cargo de la exhumación. Y a las ocho de la mañana de este viernes, antes de que el museo abra las puertas, se celebrará una rueda de prensa en la que se ofrecerán detalles sobre el desarrollo de la tarea. El resultado de los análisis se conocerá dentro de uno o dos meses.
Las muestras de ADN de Abel ya se encuentran en el Instituto de Toxicología de Madrid, que determinará la posible filiación en respuesta a la demanda de paternidad interpuesta por la mujer.
Cuando Pilar Abel nació, Dalí tenía 52 años. Vivía en Portlligat con Gala, que poco después se convertiría en su esposa.
Según cuenta la demandante, desde que ella tenía ocho años su abuela le explicó que el artista era su padre. Dice que se lo señaló la primera vez en la calle y que, aunque varias después veces se cruzó con él, nunca se atrevió a abordarlo. Contó su secreto a personas cercanas cuando trabajaba en la panadería Bellsolá de Girona.
Bajo el nombre de Jasmine, Abel ejerce de vidente y lee el tarot. Durante ocho años ofreció sus servicios en la televisión local de Girona.
Este no es su primer intento de que la reconozcan como hija de Dalí. En 2007 fue a la oficina de un biógrafo del pintor en París, Robert Descharnes, para realizar una prueba con un mechón que este guardaba del genio catalán. La hizo un médico forense de Estados Unidos, pero, según dijo el abogado de la demandante, nunca se conocieron los resultados.
Más surrealista aún fue la prueba que se llevó a cabo en San Sebastián de los Reyes, en las afueras de Madrid, con una máscara de yeso realizada sobre la cara de Dalí ya fallecido. Los restos de piel y pelo adheridos no fueron suficientes para llegar a una conclusión.
En 2009, Abel probó con la televisión. Acudió a un programa llamado Factor ADN para someterse a un examen con un supuesto mechón de Dalí, pero tampoco se esclareció el misterio por falta de material genético. Su madre entonces tenía 78 años y padecía demencia senil.
Según el registro civil, es hija de Antonia Martínez de Haro y Juan Abel. Habrá que ver si después de la exhumación del pintor y los análisis pertinentes se determina que era su padre y ella pasa a ser su heredera, junto con el Estado español, al que Dalí legó todo su patrimonio.
Juanita Samper Ospina
Corresponsal de EL TIEMO
Madrid, España
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