Edison Lanza, el relator para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), participó este martes en Ginebra en un panel de discusión sobre la situación de derechos humanos en Venezuela, que fue convocado por once países entre los que se encuentran Argentina, Colombia, Hungría e Israel.
El evento tuvo lugar en el Palacio de las Naciones, en donde se celebra actualmente la cuadragésima sesión del Consejo de Derechos Humanos, un órgano intergubernamental de la ONU del que Estados Unidos, principal anfitrión del encuentro, se retiró en junio de 2018.
Junto con el relator Lanza estuvieron en el panel la estadounidense Carrie Filipetti, subsecretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, y los venezolanos Nelson Bocaranda, periodista; Delsa Solórzano, diputada electa; Marcelo Crovato, abogado, y Laura Louza, directora de la ONG Acceso a la Justicia.
En entrevista con EL TIEMPO, Lanza habló de la situación de los periodistas y la libertad de expresión en Venezuela y de cómo cooperan la CIDH y la ONU para hacerle seguimiento.
¿Cómo está hoy la situación en materia de libertad de expresión en Venezuela?
La relatoría de la CIDH para la libertad de expresión ha monitoreado esta situación que se ha venido deteriorando progresivamente los últimos seis, siete años.
Pero justamente en este último periodo, después de que la Asamblea Nacional nombró presidente interino a Juan Guaidó y de la profundización de la crisis humanitaria que vive el país, hay una renovada represión sobre la prensa con varias modalidades: hay detenciones arbitrarias, como el caso de Luis Carlos Díaz, y detención y expulsión de periodistas internacionales, como el caso de Jorge Ramos y de Billy Six, de Alemania, y varios más que han padecido la misma suerte, de Argentina, de Italia o de Francia.
Por otro lado, Internet, que era un espacio que todavía se mantenía más o menos libre, ha sufrido bloqueos de plataformas que usa la gente, y los medios digitales, para comunicar. También ha habido problemas de baja conectividad, que se han profundizado después del apagón.
Igualmente, están la criminalización y la apertura de procesos penales contra decenas de periodistas que investigan la corrupción. También hay agresiones: el Estado no protege a los periodistas y muchas veces los colectivos violentos accionan, los agreden o les roban equipos.
Edison Lanza, relator para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
@EdisonLanza
Además del monitoreo que ha hecho la relatoría, ¿qué interlocución tienen con las autoridades de Venezuela para proteger a los periodistas?
La CIDH siempre lo ha hecho muy profesionalmente: hay audiencias públicas todos los periodos de sesiones, que son unos cuatro por año, a las que se convoca al Estado. También ha dictado una gran cantidad de medidas cautelares, que han servido para proteger la vida y la integridad de personas privadas de la libertad y de presos políticos o de conciencia.
Así mismo, coordinamos con Naciones Unidas: recientemente publicamos un comunicado conjunto con el relator de la ONU para la libertad de expresión, David Kaye, y llevamos casos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. O sea que la CIDH emplea todos los instrumentos que tiene a su alcance.
Creemos que, dentro de un panorama muy preocupante, algunas cosas en el Estado se logran y otras, lamentablemente, no. Porque hay una estrategia, se nota que política, de aferrarse al poder, y ante eso es más complicado sacarlas adelante.
El Estado no protege a los periodistas y muchas veces los colectivos violentos accionan, los agreden o les roban equipos.
A propósito de la cooperación entre la CIDH y la ONU, ¿la relatoría está participando en la elaboración del informe que Michelle Bachelet va a presentar en junio al Consejo de Derechos Humanos?
Por el lado de la relatoría, es el tercer comunicado conjunto que sacamos con David Kaye. También hemos enviado cartas a Venezuela en forma conjunta, por lo tanto entendemos que la alta comisionada tomará en cuenta todos esos insumos. Y luego, como su oficina está en una visita exploratoria, recibiremos todas las preguntas que nos hagan y colaboraremos con los insumos que tenemos de los informes previos.
No hay que olvidar que la Comisión hace un año emitió un informe muy completo sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela y, aunque hay que actualizar los casos, los patrones se siguen repitiendo, como la represión de la protesta y todo lo que ya amplié anteriormente. Eso es público también y, obviamente, siempre colaboramos en lo que respecta al monitoreo.
El Consejo de Derechos Humanos está a punto de aprobar una resolución en la que va a pedirle a Bachelet un informe similar sobre Nicaragua. ¿La CIDH va a contribuir también en la elaboración de ese informe?
Sí, como el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, lo ha expuesto, es clarísimo el apoyo que mutuamente han tenido la ONU y la CIDH. Incluso, justamente, para promover el compromiso con el derecho y los organismos internacionales de derechos humanos: en Nicaragua, primero fue expulsada la ONU y después la CIDH, y en ambos casos los dos sistemas nos apoyamos mutuamente.
CARMEN LUCÍA CASTAÑO
Para EL TIEMPO
Ginebra