Damien Tarel, el hombre de 28 años que el pasado martes abofeteó al presidente francés, Emmanuel Macron, durante un viaje oficial al sur del país, dormirá desde esta noche en la cárcel al haber sido condenado a cuatro meses firmes de prisión.
El Tribunal de Valence lo sentenció a 18 meses de prisión, catorce de ellos exentos de cumplimiento. La fiscalía había solicitado 18 meses de prisión contra él, y que se le retirara durante un máximo de cinco años el derecho al voto, además de vetar durante ese tiempo su acceso a las armas y prohibirle de manera definitiva el ejercicio de funciones públicas.
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El Fiscal consideró la abofeteada como un acto de humillación con el que Tarel pretendía degradar la imagen del jefe del Estado y dijo no "comprender las razones" por las que pasó al acto.
Además, y estimó que había el riesgo de reincidencia ante una actitud de "fría determinación" que había quedado en evidencia, según Le Monde.
El joven, que está desempleado, ha sido condenado en un juicio por el procedimiento de comparecencia inmediata celebrado dos días después de la agresión que acompañó del grito de guerra que sigue siendo usado por la extrema derecha monárquica: "¡Montjoie Saint-Denis!" y "¡Abajo la Macronía!".
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Descrito por sus amigos como tímido y afable, Damien T. explicó a los agentes que simpatizaba con el movimiento antigubernamental de los "chalecos amarillos" y se declaró afín a la derecha o la extrema derecha, aunque "sin pertenecer a ningún partido".
El joven es un apasionado de la historia medieval y las artes marciales y pronunció un antiguo eslógan monárquico al abofetear al presidente. Su amigo Arthur C. fue detenido al mismo tiempo el martes por haber filmado la agresión pero no será acusado por el incidente, según el fiscal.
Macron rebajó importancia a la bofetada, señalando que fue un incidente "aislado", y apostó por seguir la gira que había iniciado para "tomar el pulso" del país tras un año de pandemia y a un año de las elecciones presidenciales.
Los líderes de todo el espectro político francés condenaron de forma inusualmente unánime el incidente, que muchos ven como un síntoma del tenso clima político a semanas de elecciones regionales y apenas diez meses de las presidenciales.
Macron, de 43 años y con unos índices de popularidad al alza recientemente, buscará un segundo mandato con la líder de ultraderecha Marine Le Pen como principal rival, según los sondeos.
AFP
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