Tras un mandato plagado de crisis, el centrista Emmanuel Macron se convirtió este domingo en el primer presidente en lograr su reelección en Francia desde 2002, con el principal reto de unir al país y prometiendo dar respuesta al descontento de los votantes de Marine Le Pen, quien, pese a perder, logró el mejor resultado de la ultraderecha en una elección presidencial en Francia.
Con cerca del 58 % de votos, el candidato de La República en Marcha (LREM), de 44 años, derrotó de nuevo a su rival ultraderechista, Marine Le Pen, de 53 años, pero con una menor diferencia que en 2017 (66,1 %), según los estimativos.
“A partir de ahora, ya no soy el candidato de un campo, sino el presidente de todos”, afirmó Macron a los pies de la torre Eiffel en París, donde se comprometió a gobernar con “método renovado” y encontrar respuesta a la “rabia” de quienes votaron por Le Pen.
A partir de ahora, ya no soy el candidato de un campo, sino el presidente de todos.
El centrista enfrentó desde su llegada al poder en 2017 duras protestas contra sus reformas, una pandemia mundial y las consecuencias de la guerra en Ucrania con el mismo ímpetu con que derrotó de nuevo a la extrema derecha. Pero no logró borrar su imagen de “arrogante” y alejado de las clases populares.
Macron “ha prometido que cambiará su manera de reformar y muchos votantes lo esperan”, dijo Bruno Cautrès, experto del CNRS, al diario Libération. “La rabia y los desacuerdos que llevaron a muchos de nuestros compatriotas a votar hoy (ayer) por la extrema derecha deben encontrar respuesta. Será mi responsabilidad y la de los que me rodean”, agregó, emocionado.
'Podemos contar con Francia cinco años más', dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Francia optó por la continuidad con un dirigente europeísta, que además se convirtió en el primero en lograr la reelección desde 2002, cuando el conservador Jacques Chirac derrotó al padre de su rival de este domingo, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
Las reacciones de los líderes mundiales no se hicieron esperar. “Podemos contar con Francia cinco años más”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Es un “voto de confianza para Europa”, afirmó el canciller alemán, Olaf Scholz. Y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, felicitó anoche a Macron y dijo que Washington anticipa una cooperación aún más estrecha con París.
Avance derechistaEl triunfo de Macron aleja el proyecto de ruptura de la candidata Le Pen que abogaba por excluir a los extranjeros de las ayudas sociales inscribiendo la “prioridad nacional” en la Constitución y abandonar el mando integrado de la Otán.
Y Pese a las advertencias sobre el “peligro” extremista y los llamados a frenarla, la ultraderecha no ha dejado de progresar en cada elección desde 2002, y con entre el 41,8 y el 42,4 % de votos, según las estimaciones, Le Pen logró su mejor desempeño. “El resultado representa en sí mismo una brillante victoria”, dijo la heredera del Frente Nacional (FN) a sus decepcionados seguidores.
'El resultado representa en sí mismo una brillante victoria', dijo la heredera del Frente Nacional (FN) a sus decepcionados seguidores.
París era en cambio una fiesta en el Campo de Marte, donde se congregaron los seguidores de Macron. “Me alegro de tenerlo otros cinco años y todos los franceses deberían estar como yo”, celebró Stanislas, de unos 50 años.
Con el nombre del inquilino del Elíseo claro, la segunda economía de la Unión Europea entra ahora en la campaña de las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio, que en esta ocasión tiene visos de tercera vuelta. “Lanzamos esta noche la gran batalla electoral de las legislativas”, aseguró Le Pen. Su rival ultraderechista Éric Zemmour, que había llamado a votar por ella, la urgió a construir un “bloque nacional”.
La reelección de Macron tuvo lugar en un contexto de descontento entre los jóvenes y entre los desilusionados votantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que logró casi un 22 % en la primera vuelta. “Entre la peste y el cólera, debemos tomar la decisión correcta”, aseguró Pierre Charollais, un jubilado de 67 años en Rennes (oeste), quien abogó por un “voto responsable” en un contexto “particular” por la guerra en Ucrania.
AFP