Equipos de remoción de escombros, escoltados por docenas de policías, iniciaron la tarde del martes la demolición de las casetas y tiendas de campaña que albergaban a los migrantes del campamento de Calais, que comenzó a ser evacuado la víspera, constataron periodistas de la AFP.
Los equipos utilizaban sierras eléctricas para destruir los refugios hechos de madera y maquinaria pesada para remover los escombros de este campamento en el norte de Francia donde hasta el domingo se hacinaban en condiciones infrahumanas entre 6.000 a 8.000 migrantes que buscaban cruzar a Reino Unido.

comienzan trabajos de demolicion en el campamento de migrantes de calais
Antes del inicio de la demolición, voluntarios y funcionarios pasaron por cada uno de los refugios de fortuna para asegurarse que estaban vacíos. Hasta este martes por la tarde (hora local), más de 3.000 migrantes habían sido evacuados, en el segundo día del operativo de desmantelamiento decidido por el gobierno francés con fines "humanitarios".
Los migrantes, la mayoría afganos, sudaneses y eritreos, que abandonaron sus países huyendo de conflictos y de la extrema pobreza, fueron trasladados en autobuses a centros de acogida repartidos en todo el territorio francés.
Inmigrantes esperan realojo en Francia
comienzan trabajos de demolicion en el campamento de migrantes de calais
Un grupo de unos 20 trabajadores comenzó a destruir el martes las estructuras de la "Jungla" de Calais con mazos y con sus manos, según un reportero de Reuters en el lugar, que vio también a dos pequeñas excavadoras esperando cerca.
Cientos de inmigrantes residentes en el campamento, muchos de los cuales llevaban todas sus posesiones en mochilas, pasaban entre las filas de policías al exterior del lugar para ser procesados y montados en autobuses que les transportarán a alojamientos temporales en toda Francia, al comienzo de una masiva operación para demoler el lugar.
Algunos se mantenían calientes junto a pilas de basura ardiendo en el campamento, un sucio terreno que se ha convertido en símbolo de las fallidas políticas migratorias de Europa, mientras los estados miembros discuten sobre quién debe recibir a los que buscan asilo y a los inmigrantes económicos.
Para muchos de los inmigrantes que huyen de la guerra y la pobreza en Siria, Afganistán y otras zonas de conflicto, el cierre de la "Jungla" significa el final de su sueño de llegar a Gran Bretaña, que queda a una corta pero tormentosa distancia separada por el mar.
"Sabemos que la Jungla se acabó", dijo Aarash, un afgano de 21 años, mientras se encaminaba hacia el hangar en el que los funcionarios migratorios procesan a los inmigrantes.
"Veremos si podemos montarnos a un autobús hoy, pero queremos una buena ciudad, como una cerca de París. Si no podemos ir allí volveremos a la Jungla", agregó.

Reuters
Varios equipos de trabajadores sociales acompañados de traductores enviados por el Gobierno se desplegaron por el campamento temprano este martes entregando folletos para convencer a los inmigrantes de que deben prepararse para abandonar el lugar.
Los funcionarios entregaron a algunos un mapa de Francia con una flecha de "Estás aquí" en inglés apuntando a Calais. "En general, los inmigrantes han comprendido que le llegó su hora a la Jungla.
Han sido receptivos", dijo el trabajador social regional Serge Szarzynski. No obstante, algunos inmigrantes afirmaron que resistirán los intentos de realojarlos en Francia.
"Francia es un buen país, pero no es el adecuado para mí y mi situación. ¡Me voy a quedar y construiré otra jungla!", dijo un afgano de 32 años que se identificó como Khan.
Reuters y AFP
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