Algunos dicen que 'el pez muere por la boca' cuando al final de cuentas una persona tiene que padecer lo que siempre ha negado. Así parece que le sucederá al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien siempre ha dicho que el cambio climático es un mito.
Pues ese mito, en el que miles de científicos han investigado sus causas y efectos, desde mucho antes que el mandatario siquiera pensara en la política, dice que los ciclones, tifones, huracanes o temporadas de lluvias o calor se harán cada vez más extremas, afectando a pueblos y ciudades.
Y es lo que está sucediendo con Houston, la cuarta ciudad más importante de Estados Unidos, que por cuenta del huracán Harvey, que golpeó el estado de Texas desde el viernes en la noche, tiene grandes zonas con inundaciones históricas, nueve muertos y unas pérdidas que se medirán en miles de millones de dólares.
El mito, como llama Trump al cambio climático, ha sido y continúa siendo estudiado y se está comprobando que la intensidad de los fenómenos naturales podría aumentar en el futuro por la subida de la temperatura del planeta.
Donald Trump y su esposa viajaron este martes a Texas para visitar las principales zonas afectadas, como Corpus Christi, una ciudad de 320.000 habitantes que el viernes recibió el fuerte impacto de Harvey cuando tocó tierra con unos vientos de 215 kilómetros por hora y una potencia de categoría 4 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, de un máximo de 5.
Leaving now for Texas!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 29 de agosto de 2017
En Corpus Christi, Trump se reunirá con líderes locales y algunas de las organizaciones que han estado ayudando en las labores de rescate y reconstrucción.
Posteriormente, junto con su esposa Melania viajarán a Austin, la ciudad desde donde el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha estado coordinando la respuesta al ciclón.
El huracán Harvey es el primer desastre natural al que se enfrenta Trump y muchos analistas están atentos a su respuesta para evaluar sus capacidades de mando. Trump ya dijo durante el fin de semana que trata de evitar los errores que cometió en 2005 el presidente George W. Bush con el huracán Katrina.

El huracán Harvey ocasionó inmensos daños en Houston y varias zonas del estado de Texas.
Reuters
Bush fue duramente criticado por la tardanza en la respuesta que dio a la devastación que dejó en Nueva Orleans (Luisiana) el Katrina.
Cuando ocurrió la tragedia, Bush disfrutaba de sus vacaciones en su rancho de Texas, un descanso que no interrumpió y, a su término, dos días después del paso de Katrina, viajó directamente a Washington sin detenerse en Luisiana.
Para evitar una situación similar, en el mismo momento en el que el huracán tocó Estados Unidos, Trump firmó una declaración de desastre para Texas, que le permite enviar asistencia federal para ayudar en las labores de reconstrucción.
Además, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. declaró el lunes la emergencia pública sanitaria en Texas y pidió a las clínicas y hospitales que atiendan a los pacientes que se benefician de los programas de Medicare, destinado a las personas mayores de 65 años, y de Medicaid, para aquellos con bajos ingresos.
Trump prometió un rápido financiamiento de emergencia para ayudar a Texas a recuperarse del huracán Harvey, pero los republicanos del Congreso tendrán la última palabra sobre cúanta ayuda se entrega --y con qué rapidez esta comienza a fluir.

El huracán Harvey deja hasta el momento nueve muertos y pérdidas millonarias que todavía no se han cuantificado.
Reuters
Sin embargo, Trump podría tener que esperar un tiempo. Después de las tormentas anteriores, los legisladores han exigido planes detallados de gastos para los fondos de emergencia, mientras que los conservadores han argumentado que la financiación para desastres debería ser compensada por recortes del gasto interno.
Como todavía se espera que la lluvia volcada por Harvey sobre Texas y Luisiana se prolongue por varios días, el alcance completo de los daños aún no se conoce.
Trump dijo que ya ha hablado con miembros del Congreso, pero su administración no ha presentado una solicitud formal de gasto para fondos de socorro adicionales.
"El número real, que será de muchos miles de millones de dólares, deberá ser aprobado por el Congreso", dijo Trump el lunes en una conferencia de prensa.
Conforme la escala de los daños por el huracán se hacía evidente, Sheila Jackson Lee, legisladora demócrata de Texas, dijo que redactaría una medida de socorro "robusta" para agregar a un proyecto de ley de gasto en el piso de la Cámara de Representantes la próxima semana.
People effected by #Harvey can apply for disaster assistance. Click https://t.co/i5tCdULIK4, scroll down to Apply for Assistance link. @fema
— Sheila Jackson Lee (@JacksonLeeTX18) 29 de agosto de 2017
Los líderes republicanos, sin embargo, no se han comprometido a un debate rápido.
AshLee Strong, portavoz del presidente de la Cámara, Paul Ryan de Wisconsin, dijo que el Congreso "ayudará a los afectados por este terrible desastre". "El primer paso en ese proceso es una solicitud formal de recursos de la administración", agregó.
El Congreso regresa el 5 de septiembre de su receso de agosto, cuando se enfrentará a varias tareas urgentes, incluyendo elevar el techo de la deuda de la nación y aprobar una medida provisional para financiar al gobierno después del 30 de septiembre.
La Cámara de Representantes ha programado solo 12 días legislativos en septiembre, lo que agrava su desafío.

Con el huracán Harvey hay miles de historias de familias que lo perdieron todo y ahora deben volver a comenzar.
AFP
El proyecto provisional podría ser un lugar natural para agregar la financiación de la ayuda de desastre, incluso si es solo un anticipo antes de una medida de alivio más amplia en el futuro.
Así fue como el Congreso manejó el huracán Katrina en 2005, cuando aprobó una ayuda inmediata de 10.000 millones de dólares, mientras la mayoría de sus miembros todavía estaba en el receso de agosto.
Meses después añadió a ese monto un paquete de 51.000 millones de dólares.
Trump, sin embargo, ha amenazado con paralizar el gobierno en cuanto a la medida de gasto provisional si no incluye financiamiento para su propuesto muro en la frontera con México.
El lunes, se le preguntó a Trump si su amenaza de cierre podría entorpecer los esfuerzos para ayudar a Texas. "Creo que una cosa realmente no tiene nada que ver con la otra", dijo. "Creo que esto es independiente".
En un mensaje en su cuenta de Twitter, Trump aseguró que había propuesto a los líderes republicanos del Senado, Mitch McConnell, y de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, incluir el nuevo techo de la deuda federal en otro proyecto de ley sobre veteranos que tuvo fácil aprobación, pero no lo hicieron. "No lo hicieron así, por lo que ahora tenemos un gran problema con los demócratas (como de costumbre) para la aprobación del techo de la deuda. Podría haber sido tan fácil y ¡ahora un desastre!", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
El Gobierno de Trump esperaba que el Congreso aprobara el aumento del techo de la deuda antes de que entrara en el receso legislativo de agosto y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha reiterado sus advertencias de que es "absolutamente fundamental" conseguir un acuerdo para "mantener la solvencia" de EE. UU.
El número real, que será de muchos miles de millones de dólares, deberá ser aprobado por el Congreso.
La agencia de calificación de riesgo Fith ha advertido de que revisará la máxima nota que otorga a la deuda soberana de EE. UU. si el Congreso no es capaz de elevar a tiempo el techo de la deuda.
Debido a la falta de acuerdo en el Congreso para la aprobación del nuevo límite de endeudamiento, el Departamento del Tesoro lleva desde abril adoptando "medidas extraordinarias" para evitar superar dicho techo, retrasando la compra de ciertos bonos y valores y dando prioridad a ciertos pagos. "Un cierre parcial del Gobierno no tendría un impacto directo en nuestra calificación, pero dejaría en evidencia que las divisiones políticas representan un riesgo para el proceso presupuestario", advirtió Fitch en una nota emitida el miércoles.
En principio, el Tesoro había situado octubre o noviembre como fecha límite para el alza del tope de endeudamiento, por debido a una recaudación menor a la esperada en los últimos meses, adelantó la fecha al 30 de septiembre.
La falta de acuerdo sobre una subida de este techo en 2011, en la que se estuvo a punto de declarar la suspensión de pagos del gobierno, provocó que la agencia de calificación Standard & Poor's rebajara por primera vez en la historia la calidad crediticia del país. La deuda de EE.UU. se encuentra actualmente cerca de los 20 billones de dólares.
Harvey también ha complicado al mercado energético y provocado daños que se estiman en miles de millones de dólares.
Es probable que la reconstrucción supere el mandato de cuatro años de Trump. "Mi administración está coordinando de cerca con las autoridades estatales y locales en Texas y Luisiana para salvar vidas, y agradecemos a los servicios de emergencia y a todos los involucrados en sus esfuerzos", dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca el lunes.

Los que más han padecido con el huracán Harvey son los ancianos y los niños.
AFP
Los meteorólogos han podido trazar pocas comparaciones para la tormenta, sobre todo con el huracán Katrina, que devastó Nueva Orleans y dejó 1.800 muertos en 2005.
El Gobierno del entonces presidente George W. Bush fue acusado de brindar una respuesta lenta e inadecuada, lo que dañó fuertemente su imagen.
Los daños de las inundaciones provocadas por Harvey en Texas serían semejantes a los que causó Katrina, uno de los desastres naturales más costosos de la historia de Estados Unidos, según señaló un grupo asegurador de investigaciones el domingo.
El último huracán categoría 4 en tocar tierra en Texas antes de Harvey fue Carla, en 1961, con potentes vientos y lluvias torrenciales que destruyeron unos 1.900 hogares y casi 1.000 negocios, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.