El presidente de EE. UU., Barack Obama, tomó trascendentales decisiones hasta los últimos días de sus ocho años de mandato. Apenas la semana pasada anunció el fin de la política ‘pies secos, pies mojados’ que estaba vigente desde 1995 y que les permitía a aquellos inmigrantes cubanos que tocaran suelo estadounidense permanecer de manera legal en el territorio.
Y aunque desde el anuncio del restablecimiento de las relaciones entre ambos países, el 17 de diciembre de 2014, se esperaba que poco a poco se tomaran medidas que aliviaran la normalización de los vínculos entre EE.UU. y Cuba, esta decisión tomó por sorpresa a muchos, en especial a los cubanos que se encontraban en países suramericanos y centroamericanos a la espera de poder llegar a territorio estadounidense y ser acogidos bajo esta política, y que quedaron en el limbo. (Lea también: 'La gente va a seguir queriendo irse de Cuba')
‘Pies secos, pies mojados’ fue una medida muy criticada porque se pensaba que le daba un estatus especial a los inmigrantes cubanos y porque se convirtió en un problema para el resto de los países de la región que vieron pasar durante más de 20 años por su territorio a miles de cubanos que buscaban la manera de ingresar a EE. UU. Así pues, Obama decidió al final de su gobierno terminar con esta política como un símbolo de la nueva era en las relaciones con La Habana.
“El presidente Obama tomó esta decisión porque ya no le implicaba un costo político en su carrera. Solo le quedaban unos cuantos días en el poder y los aprovechó para terminar algunas tareas pendientes mediante órdenes ejecutivas, como le tocó en muchos casos, al no tener al Congreso de su parte”, aseguró a ELTIEMPO.COM Juan Carlos Hidalgo, analista del Instituto Cato.
Sin embargo, el fin de esta política no fue la única sorpresa de Obama en sus últimos días en el poder. Esta semana concedió varios indultos a presos, el más importante a la exsoldado Chelsea Manning, quien en el 2010 filtró documentos secretos a WikiLeaks mientras era analista de inteligencia militar.
Manning, quien comenzó un tratamiento de cambio de sexo para ser mujer e intentó suicidarse en dos ocasiones en una cárcel militar de Kansas, había sido condenada a 35 años de prisión, pero con el indulto de Obama saldrá el 17 de mayo de este año.
Según Hidalgo, a pesar de que este indulto es polémico porque Manning puso en riesgo la seguridad nacional de EE. UU. con sus filtraciones a WikiLeaks, le reconocieron al final que se sometió a la justicia estadounidense, contrario al informante Edward Snowden, que público documentos clasificados con información de alto secreto sobre varios programas de la Agencia de Seguridad Nacional y quien se encuentra en asilo en Rusia desde el 2013.
Además, Julian Assange, fundador de WikiLeaks, había asegurado días atrás que la liberación de Manning ocasionaría que él se entregara a la Justicia de EE. UU. para ser juzgado por publicar miles de informes confidenciales de inteligencia. Sin embargo, hasta el momento Assange ha guardado silencio sobre su ofrecimiento de entregarse y en cambio llamó ‘heroína’ a Manning.
Otra de las últimas decisiones de Obama antes de entregar la Casa Blanca también se produjo la semana pasada cuando emitió una orden de continuidad de un año de la emergencia nacional declarada en el 2015 sobre Venezuela, donde, según indicó, "la situación no ha mejorado" y "el Gobierno continúa erosionando las garantías de los derechos humanos". Para la prórroga de la orden, el mandatario argumentó que Venezuela sigue sufriendo "la persecución de los opositores políticos, la restricción de la libertad de prensa y el uso de la violencia”.
La orden ejecutiva también autoriza al Departamento del Tesoro a imponer más sanciones contra aquellos que se determine han cometido "acciones o políticas que socavan procesos o instituciones democráticas" o hayan cometido violaciones de derechos humanos en protestas en Venezuela.
“La prórroga era necesaria para mantener las sanciones sobre este país y generar presión en el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Incluso, con la llegada de Trump al poder, estas medidas podrían ampliarse, pues él ha mostrado una actitud más firme y hostil hacia Venezuela”, afirmó Hidalgo.
Sin duda, los últimos días de Obama al frente de la Casa Blanca serán recordados por sus trascendentales decisiones y porque trabajó hasta el último momento como si fuera el inicio de su periodo presidencial, en una lucha durante ocho años en el poder por lograr cumplir la mayoría de las promesas que realizó, a pesar de la oposición a la que se enfrentó en el Congreso. Ahora llegó el tiempo de Donald Trump, y como asegura Hidalgo, “en la burbuja que es Washington reina la incertidumbre”.
Diana Rincón Henao
Redacción ELTIEMPO.COM