La ciudad estadounidense de Milwaukee vivió una segunda noche de protestas violentas, que dejó siete policías heridos y 11 detenidos, dos días después de que las fuerzas de seguridad abatieran a un afroestadounidense armado que intentaba huir.
Un toque de queda fue decretado para menores de 18 años a partir de las 10 de la noche locales de este lunes. La noche anterior una multitud apedreó vehículos policiales e incendió comercios en esta ciudad de Winconsin (centro-norte), donde fue desplegada la Policía antidisturbios en el barrio de Sherman Park para restaurar el orden.
“Había grupos de gente joven en particular que vagaban por las calles”, dijo Tom Barrett, alcalde de esta ciudad situada a 130 km al norte de Chicago. “Esa gente, en mi opinión, está tratando de perjudicar a un gran barrio, en una gran ciudad”, agregó.
“Vamos a asegurarnos de que se restablezcan el orden y la paz en ese vecindario”. Siete policías resultaron heridos y 14 personas fueron detenidas, declaró el lunes el jefe de la Policía, Edwards Flynn, que precisó que se escucharon unos 30 disparos.
Un “proyectil” rozó a un oficial, que resultó ileso gracias a su casco, dijo la Policía. Flynn subrayó que la Policía se abstuvo de abrir fuego para demostrar su disposición a evitar los enfrentamientos. La protesta se inició la tarde del sábado después de que dos personas interceptadas por la Policía en su automóvil se dieron a la fuga a pie, según la versión policial. “En la persecución, un agente abrió fuego contra un sospechoso armado con una pistola semiautomática”, que falleció en el acto.
AFP