Los resultados de la elección de medio término en Estados Unidos confirmaron el control del partido Republicano en el Senado, pero mostraron el avance de los demócratas en la Cámara de Representantes, como muchos analistas vaticinaban.
Todo esto, a pesar de la intensa campaña que en las últimas semanas adelantó por muchos estados el presidente Donald Trump para promocionar a los candidatos republicanos.
Este importante hecho político rompe con la hegemonía republicana en el Congreso y tras 22 meses en la presidencia, a Trump le aparece una talanquera en el camino pues ya no podrá contar con los dos cuerpos del Legislativo para que le pasen fácilmente sus iniciativas.
Este podría ser el principal suceso político en el mandato del Presidente.
Ese nuevo equilibrio de poder obligará a Trump y su gobierno a buscar una nueva relación, en la que, en teoría, debería primar el respeto, tras una campaña en la que el mandatario atacó sin piedad a los congresistas y aspirantes demócratas, así como a la inmensa mayoría de los medios de comunicación a los que consideró que propagaban mentiras.
Es posible que Trump minimice el avance demócrata en la Cámara de Representantes y no acepte un retroceso y mucho menos una derrota y en cambio lo presente como si hubiera sido el salvador de una posible debacle electoral de su partido si no hubiera hecho campaña.
Tremendous success tonight. Thank you to all!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de noviembre de 2018
Obviamente, y los resultados lo demuestran, los demócratas van a respirar más tranquilos y presentarán el avance en la Cámara como un triunfo, luego de estar controlados y sometidos por el poder de Trump y los republicanos en el Congreso.
Juego de poderY lo más importante; también venderán ese resultado como un aumento del sentimiento contra Trump en todo el país y que se ha generado por sus duras palabras y acciones que han maltratado a minorías y han roto con políticas de gobiernos anteriores.
Sin la Cámara de Representantes, Trump tendrá que abandonar promesas como la del muro en la frontera con México, otra reforma tributaria o el fin de la reforma a la salud que se aprobó durante la administración de Barack Obama.
Así mismo, y dado que una de las atribuciones de la Cámara Baja es hacerle control al Ejecutivo, lo más probable es que lancen varias investigaciones contra el Presidente y los miembros de su gabinete que antes no habían podido avanzar. De hecho, varios de los representantes demócratas ya anunciaron investigaciones y acciones contra Trump.
La Cámara, además, puede exigir la entrega de documentos y el testimonio de funcionarios de la administración bajo juramento.
Se ha dicho que le apuntarán a hacer revelar la declaración de impuestos de Trump
-que no ha querido hacer pública, como sí lo han hecho los anteriores presidentes-. Esto, con el fin de minar su gobernabilidad y con la perspectiva puesta en la campaña presidencial del 2020, en la que el mandatario aspira a la reelección.
La Cámara de Representantes también tiene dentro de sus atribuciones el poder de autorizar un juicio de destitución contra el Presidente o cualquier otro funcionario público, aunque esta opción está descartada pues para ello se necesita una votación de las dos terceras partes del Senado para proceder a una destitución, cosa que es imposible por el dominio republicano.
Lo que dejó la elección de este martes es que cambiará la dinámica política en Estados Unidos.
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