Con el anuncio este martes del portavoz del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre frenar cualquier investigación contra la demócrata Hillary Clinton por el uso indebido de sus correos electrónicos cuando era secretaria de Estado, queda comprobado que el magnate sigue bajándole el tono a su discurso y metiendo en saco roto algunas de sus promesas que lo llevaron a ocupar el cargo más importante del mundo.
Trump reafirmó este martes su cambio de postura al afirmar que el hombre sí ha tenido responsabilidad en el cambio climático. En campaña, el magnate había dicho que el cambio climático era un engaño, y este mes uno de sus asesores buscaba vías para que EE. UU. se retirara del acuerdo climático de París. Pero este martes, Trump volvió a sorprender cuando les dijo a varios periodistas de The New York Times que cree que hay “alguna relación” entre la actividad humana y el cambio climático que nos afecta a todos.
Al consultársele si EE. UU. se retirará de los acuerdos de cambio climático, Trump dijo: “Lo estoy estudiando. Tengo la mente abierta”.
En la misma entrevista con periodistas y editores del destacado medio –muy crítico de sus posturas durante toda la campaña–, el republicano no mostró demasiado interés en presionar por una investigación contra Hillary Clinton.
Destacó que no quiere “lastimar a los Clinton” y que lo que busca es mirar hacia adelante. La Fundación Clinton está en el centro de una polémica por unas donaciones recibidas, pero hasta el momento no hay evidencia de que donantes extranjeros obtuvieran favores del Departamento de Estado cuando la demócrata estuvo al mando.
Al ser elegido presidente de EE. UU., Trump dijo que todo en la vida es negociable, y eso aparentemente lo decía muy en serio porque además también cambió de postura en temas como el sistema de salud ‘Obamacare’, implementado por el presidente Barack Obama. Tras la reunión de la semana pasada con Obama en la Oficina Oval, Trump suavizó esta promesa. Ahora está considerando conservar dos de las cláusulas más populares de esta ley: permitir que la gente de 26 años permanezca en los planes de seguro de sus padres y prohibir que las aseguradoras nieguen la cobertura por condiciones médicas preexistentes.
La promesa más repetida por Trump en el podio fue construir un muro a lo largo de los 3.000 kilómetros de frontera con México. Tendría de entre 10 y 15 metros de altura, sería hecho de concreto y pagado en su totalidad por México.
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Ahora Trump dijo que aceptaría una valla en lugar de un muro en algunas partes “necesarias” de la frontera. Sus asistentes también afirmaron que los pagos de México podrían ser cobrados de manera indirecta, como, por ejemplo, haciendo que el vecino país pague más por exportar artículos a EE. UU. o gravando transferencias de dinero.
Como parte de su lista de cosas por hacer desde el primer día, Trump dijo que crearía una fuerza de deportación para enviar de regreso a 11 millones de inmigrantes indocumentados, comenzando por aquellos que tienen antecedentes penales. Él abrió su campana llamando a los inmigrantes mexicanos “violadores” y criminales.
Ahora ha dicho que solo deportaría a “los malos” –de 2 a 3 millones de inmigrantes con antecedentes penales–, alrededor de la misma cantidad que Obama ha deportado por la misma razón. Es decir, no cambiaría en nada esa política.
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También sostuvo que los inmigrantes indocumentados que no han cometido crímenes eran “gente estupenda”, en torno a cuya capacidad de permanecer en Estados Unidos “tendremos que tomar una decisión”.
BLOOMBERG - AFP
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