Tras cuatro días de Convención Demócrata, le llegó el turno al ‘show’ del presidente Donald Trump y al partido republicano para convencer a los estadounidenses de que merecen otros cuatro años con las riendas de la Casa Blanca.
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Como la de sus rivales, la convención del partido del elefante -que irá de lunes a jueves- está prevista como un conjunto de eventos virtuales dadas las restricciones que ha impuesto a la campaña electoral la pandemia del coronavirus en EE. UU.
Dicho eso, los republicanos han incluido una serie de momentos presenciales que buscan recrear la emoción de los eventos del pasado cuando miles de personas se daban cita en una sola ciudad para ungir a su candidato y así diferenciarse de los demócratas.
El primer día de la Convención Republicana, estuvo plagada con oradores muy leales al presidente y miembros de su familia, pero careció de los llamados “pesos pesados” del partido que no fueron invitados o se han negado a respaldarlo. Entre ellos el expresidente George W. Bush, el excandidato presidencial Mitt Romney y la viuda del también excandidato John McCain, Cindy McCain, que terminó apoyando a demócratas.
Entre sus simpatizantes figuraron la exembajadora ante la ONU Nicky Haley, el Senador Tim Scott, los representantes Matt Gaetz y Jim Jordan y el hijo mayor de Trump, Donald Trump Jr. y su pareja Kimberly Guilfoyle.
También una pareja de estadounidenses que adquirió notoriedad por amenazar con armas a un grupo de personas que defendían el movimiento Black Live Matters contra la brutalidad policial. Así mismo, también personas de a pie que se han beneficiado con las políticas del presidente.
Pero quizá lo más relevante fue la decisión del presidente de figurar durante todos los días de la Convención a través de apariciones públicas. Una ruptura con la tradición en este tipo de eventos donde el candidato solo aparece el último día de la Convención para aceptar la nominación del partido.
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“Le están tratando de robar las elecciones a los republicanos”, dijo el presidente durante una aparición relámpago en Charlotte, Carolina del Norte, donde se congregaron algunos de los delegados del partido.
El reto de Trump no es fácil. De acuerdo con las encuestas, Joe Biden, su contrincante para las presidenciales, le saca al menos 7,5 puntos de diferencia y viene de una semana en la que despejó muchas de las dudas que rondaban su nominación.
Así mismo, el país atraviesa una aguda crisis económica mientras se siguen apilando los muertos por covid-19, que ya llegan a los 180.000. Y si bien Trump insiste en que las cosas van por buen camino, es evidente que el público no está contento con su gestión en ninguno de los dos frentes.
Además, a diferencia del 2016 cuando compitió con promesas de cambio y no tenía un récord que defender, en esta ocasión las elecciones son vistas como un referendo a su mandato.
El argumento del presidente -y sus defensores- es que la economía iba por buen camino hasta que llegó el coronavirus y volverá a crecer si los estadounidenses le otorgan otra oportunidad.

La exembajadora ante la ONU Nicky Haley, una de las invitadas a la Convención Republicana.
AFP / Kena Betancur
En contraste, sostienen que los demócratas avocan por el socialismo y permitirán que el país sucumba frente al crimen.
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covid-19)
Como se esperaba, durante los eventos de este lunes, los delegados nominaron tanto a Trump como a Mike Pence para los cargos de presidente y vicepresidente. Sin embargo, el partido optó por no presentar una nueva plataforma para el 2020 y mantuvo la que había sido aprobada en el 2016.
En ella figuran varios de los temas que han sido centrales en su administración. Cerrar la puerta a los inmigrantes, devolver al país millones de empleos que se han perdido contra competidores foráneos como China e invertir en la clase media.
La fiesta de Trump comenzó, no obstante, con un trago amargo luego de la publicación este fin de semana de audios que le fueron grabados a la hermana del presidente, Maryanne Trump Barry, y en los lo llama un mentiroso sin principios.
“Donald es cruel, no se puede confiar en él…y su falta de preparación (para el cargo)”, dice la hermana del presidente en una grabación que fue registrada en secreto por su sobrina Mary Trump. Maryanne, que es ocho años mayor que el mandatario, es una juez federal retirada y hasta el momento nunca había dado en público una opinión sobre su familiar.
Los comentarios cayeron como una bomba pues se trata de una persona que creció con el presidente y lo conoce de primera mano.
Así mismo, hay una intensa polémica en el país por los pasos que ha dado su administración por limitar las operaciones de las oficinas del correo justo cuando millones de estadounidenses se aprestan a sufragar por esta vía por miedo a ser contagiado por el virus si acuden a las urnas.
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Las sospechas de que la Casa Blanca busca suprimir el voto de la oposición a través de este tipo de maniobras han crecido, pues el mismo Trump viene diciendo que el voto por correo se prestará al fraude y que podrían no reconocer una derrota en caso de perder en noviembre.
La controversia, en todo caso, está compitiendo con la Convención. Mientras los republicanos prendían los motores para su máximo evento, en el Congreso los demócratas han organizado una serie de audiencias para llegar al fondo del asunto. Como la de este lunes, donde testificó el jefe de la Oficina Postal, Louis DeJoy, que acaba de ser nombrado por Trump y a quien acusan de adelantar cambios para favorecer a su jefe.
Para rematar, el drama de Kellyanne Conway y su familia también opacó en algo la fiesta republicana. Conway, una de las más altas asesoras de Trump, renunció abruptamente a su cargo luego que su hija de 15 años, Claudia, anunciara que piensa liberarse legalmente de sus padres.
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Claudia, quien se ha convertido en una personalidad en redes sociales por sus posturas anti Trump, dice que su mamá ha destruido su vida. Su decisión de independizarse a tan joven edad la tomó al conocer que Kellyanne pensaba ser oradora en la Convención. Su padre George, republicano pero crítico de Trump, también renunció a su cargo en el Lincoln Proyecto una iniciativa de conservadores que buscan frenar la reelección del presidente.
SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON
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