A raíz de la firma de los acuerdos para la terminación del conflicto entre el Gobierno colombiano y las Farc la prensa internacional ha expresado diferentes posiciones, aunque en general han elogiado que tras más de 50 años de conflicto y cuatro de negociación las partes se hayan puesto de acuerdo para la finalización de un tratado y la desmovilización del grupo guerrillero.
El editorial del diario 'The New York Times' del 26 de agosto llamado Colombia's Milestone in World Peace (El hito de Colombia en la paz mundial) habla sobre el hito de Colombia no solo en el escenario nacional sino en el plano mundial de ser un país que dejará las armas. Menciona los retos que debe asumir el gobierno y las Farc, como la gobernanza rural y cómo enfrentar la pobreza y la corrupción. (Además: Fin de una guerra: Gobierno y Farc inician cese del fuego definitivo)
Aunque resalta que las sociedades postconflicto son frágiles y susceptibles de recaer en la guerra y que para que esto no suceda en Colombia se debe realizar un esfuerzo continuo para consolidar este logro.
Finaliza con el hecho de que el progreso hacia la paz se mueve lentamente y con incertidumbre, pero es impulsado por la voluntad de muchos (Millones).
El editorial del 'The Washington Post' del 28 de agosto (Winning the peace in Colombia - Ganando la paz en Colombia) es un poco más directo y crítico con los acuerdos de paz, si bien dice que es un logro muy grande que las dos partes se hayan sentado a hablar, no duda en decir que nadie debe hacerse ilusiones con esta paz, pues es un proceso arduo y duro. (Lea también: Farc dicen que 'cumplirán con rigurosidad cese del fuego')
Habla de los acuerdos establecidos, la dejación de armas de las Farc, la justicia transicional, la participación política del grupo y los juicios que deberán establecerse para que la paz se dé. También remarca la década de los 90s en Colombia y la expansión bélica de la guerrilla gracias al narcotráfico. Enfatiza en que el Gobierno debe enfocarse en la parte del agro que se encargó de cultivar esa coca.
(Además: Guía práctica para entender los acuerdo de paz)
“La larga guerra tuvo un efecto terrible. Los guerrilleros mataron y secuestraron a civiles, tomaron rehenes, que participan en la violencia sexual generalizada, utilizan niños soldados y desplazadas por la fuerza a miles de personas, de acuerdo con grupos de derechos humanos. Tiene que haber una rendición de cuentas por estos crímenes, así como los delitos llevados a cabo por los militares”.
El diario de la capital estadounidense enfatiza en que la guerrilla y el Ejército deben responsabilizarse por los crímenes de guerra y que va a haber tribunales especiales para esto. “La experiencia de muchos otros países emergentes con tales conflictos largos sugiere a menudo que es muy difícil satisfacer las demandas de justicia y de reconciliación. La paz no puede ignorar las atrocidades del pasado, sino para que la paz funcione, los rebeldes deben ser absorbidos en la corriente principal de Colombia”. (También: 'Este acuerdo nos da la oportunidad de construir un país mejor': Santos)
El editorial también se encarga de atribuir el proceso de paz al Plan Colombia, que ayudó al país a combatir las drogas y a los grupos guerrilleros, aunque también fue muy criticado.
Finalmente cierra con el plebiscito que todos los colombianos decidirán el futuro del país, que no es un voto fácil y que en medio de tantas dudas sobre la paz, es mejor el sí que continuar con esta guerra.
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