El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo el lunes que las tropas iraquíes apoyadas por Estados Unidos pueden estar en posición de liberar con "bastante rapidez" la ciudad norteña de Mosul de manos del grupo Estado Islámico (EI).
"Esto va a ser duro, va a ser desafiante", advirtió no obstante el mandatario, antes de una reunión con el primer ministro iraquí, Haider al Abadi. Mosul, que es la segunda metrópoli de Irak y una ciudad cosmopolita y con mucha mezcla religiosa, fue tomada por el grupo EI en junio de 2014 tras una ofensiva relámpago por el norte y oeste del país.
La derrota reflejó las profundas fallas en el Ejército de Irak, pero desde entonces la coalición encabezada por Estados Unidos le ha asesorado militarmente y enviado aviones de ataque para apoyar al gobierno. Estados Unidos cuenta ahora con 4.460 soldados en el país, respaldados por otros cientos procedentes de países aliados, que asisten y asesoran a las fuerzas iraquíes y kurdas.
"Tenemos confianza en que estaremos en posición de seguir adelante con bastante rapidez", dijo Obama, quien prometió combatir "directamente el corazón de la operación del EI en Mosul".
"Esta batalla será un desafío, Mosul es una ciudad grande", agregó. Obama dijo que la operación debe expulsar al EI, pero también asegurar a la población para que la "ideología extremista nacida de la desesperación no regrese".