Los damnificados por el paso de la tormenta Harvey han dejado sus casas, sus carros y todas sus pertenencias materiales, pero no han abandonado a sus mascotas, que como miembros de sus familia, han salido junto a sus dueños a buscar refugio en las zonas no inundadas de Texas.

En medio de la destrucción, los ciudadanos estadounidenses han salvado a sus gatos, perros y hasta loros.

Muchas personas están evacuando en botes y con sus mascotas están dirigiéndose a los centros de refugio. Sean grandes o pequeñas, los estadounidenses las llevan para salvarlas.

Un comunicado publicado en el sitio web del condado de Brazoria indicó que las víctimas pueden dirigirse al refugio en el Centro de Exposiciones en Bell, lugar donde las mascotas son bienvenidas.

En los diferentes refugios, aparte de las camas, provisiones, ropa e incluso juguetes, hay jaulas para que duerman las mascotas.

En el Centro Delco –este de Austin– se encuentran aproximadamente 24 perros, 20 gatos y 5 aves. Todos están siendo cuidados allí, al igual que los ciudadanos víctimas de esta catástrofe.

Los ciudadanos y las mascotas también han sido trasladados al refugio improvisado en el Centro de Convenciones George R. Brown.

Equipos de rescate en barcos, camiones y helicópteros se movilizaron para llegar a cientos de ciudadanos y animales de Texas, los cuales se encontraban abandonados por el desastre que dejó el huracán.

Muertos, desaparecidos, casas destruidas y barcos chocados contra edificios son algunos perjuicios que ha causado el hasta ahora el huracán más poderoso de los Estados Unidos en la última década.

Las autoridades de la ciudad afirmaron que Harvey es el desastre natural más costoso de la historia de los Estados Unidos. Las autoridades consideran que la reconstrucción del lugar tardará varios años.