Joaquín Guzmán Loera, alias el Chapo, tenía comprados a gobernadores, alcaldes, congresistas, fiscales, altos mandos policiales y militares, funcionarios, empresarios, intelectuales, humildes policías y soldados mexicanos y hasta a la Interpol; y su imperio, el cartel de Sinaloa, se ha diversificado en más de 250 ‘lucrativas’ empresas que hasta incluyen parques acuáticos y jardines infantiles.
Sus dos espectaculares fugas de cárceles de alta seguridad y toda la leyenda que hay en torno a su figura en México, así como los testimonios de algunos de sus exsocios del narcotráfico en la primera semana del juicio que se le sigue en Nueva York, lo confirman como el máximo capo, aunque a partir de mañana su equipo de abogados y varios testigos intentarán demostrar que todo esto un mito.
Extraditado a Estados Unidos hace 22 meses, el ‘Chapo’, de 61 años, es acusado de enviar más de 155 toneladas de cocaína a ese país durante un cuarto de siglo. Su proceso durará más de cuatro meses, y si es hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.
Sin embargo, en el testimonio que en el comienzo de su juicio dio Jesús ‘Rey’ Zambada, como testigo clave del Gobierno estadounidense y quien fue aliado del capo mexicano, reveló secretos del lucrativo tráfico de cocaína en el que también fueron claves los narcotraficantes colombianos.
Zambada, de 57 años, dijo que el ‘Chapo’ era “el principal” líder del cartel de Sinaloa con su hermano Ismael ‘Mayo’ Zambada, cofundador de la organización criminal, que está prófugo y es señalado por la defensa del ‘Chapo’ como el verdadero jefe.
Contador y empleado del cartel por 20 años, hasta su arresto en 2008, el ‘Rey’ está en custodia de Estados Unidos y relató al jurado el sofisticado funcionamiento del cartel de Sinaloa, incluidas sus “inversiones de capital” en Colombia, que hacían en pequeños grupos y a partes iguales con los colombianos.
El ‘Chapo’ y sus socios llenaron el vacío que dejó la aprobación final de la extradición en Colombia en 1997. Fue entonces cuando los narcos colombianos empezaron a tercerizar su negocio para llegar a EE. UU. “El principal al lado” del ‘Mayo’ Zambada “era el ‘Chapo’ ”, dijo el ‘Rey’ al jurado.
Sin embargo, su testimonio abrió un interrogante sobre la acusación de que el ‘Chapo’ habría introducido más de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos durante 25 años, pues aseguró que desde las bodegas del cartel de Sinaloa se despachaban al año entre 80 y 100 toneladas. Es decir que la acusación podría haberse quedado corta, pues la verdadera cifra sería 20 veces superior.

Jesús Zambada García, alias "El Rey”, (d) antiguo colaborador, afirmó que toneladas de cocaína, asesinatos y huidas de prisión son solo una pequeña parte de la leyenda del ‘Chapo’.
AFP
Además del ‘Rey’, Zambada mencionó, entre otros, a Miguel Ángel Martínez, ex mano derecha del ‘Chapo’, a quien, según Jeffrey Lichtman, uno de los abogados del capo, “se le cayó la nariz” de consumir tanta cocaína, y a César Gastelum Serrano, un narco colombiano que dijo sobornó a candidatos presidenciales en Guatemala y a un expresidente de Honduras.
Pese a la distancia y la gravedad de los cargos que enfrenta, la figura del ‘Chapo’ es casi permanente en las calles de Culiacán, la calurosa capital de Sinaloa, donde instaló un reino basado en el amor y el miedo, en partes casi iguales.
Ahí se venden todavía figurillas con su imagen cargando un rifle y gorras con el número 701, el puesto que ocupó en la lista de multimillonarios de Forbes de 2009, cuando se le calculaba una fortuna de 1.000 millones de dólares. Además, su historia ha inspirado series de televisión y películas.
“El ‘Chapo’ fue muy mediático; le dio por ser histriónico, y eso lo colocó más en los reflectores. Además, porque sus fugas y sus persecuciones parecían ya toda una película”, dice Tomas Guevara, sociólogo de la Universidad de Sinaloa.
El ‘Chapo’ fue muy mediático; le dio por ser histriónico, y eso lo colocó más en los reflectores. Además, porque sus fugas y sus persecuciones parecían ya toda una película
Quizá más importante que eso, la organización que fundó sigue siendo uno de los carteles más importantes del país, aunque otros grupos como el violento cartel Jalisco Nueva Generación han comenzado a disputarle poder.
“El cartel de Sinaloa sigue funcionando como antes. La captura y extradición del ‘Chapo’ fueron una cosa simbólica”, dice Mike Vigil, exagente de la DEA. “El cartel sigue funcionando porque tienen a Ismael ‘Mayo’ Zambada, y posiblemente es hasta más astuto que el ‘Chapo’ porque él ha dirigido el cartel de Sinaloa desde que cayó el ‘Chapo’ ”, añade.
El cartel sigue funcionando porque tienen a Ismael ‘Mayo’ Zambada, y posiblemente es hasta más astuto que el ‘Chapo’
Sinaloa carga la tradición de ser cuna de algunos de los narcotraficantes más famosos de México, incluido Guzmán. Ahí nacieron históricos líderes del crimen organizado como Ernesto Fonseca (1942) y Rafael Caro Quintero (1952), quienes dominaron el narcotráfico en la década de los ochenta.
Esa tradición dio origen a una narcocultura, el reflejo del narcotráfico en medios como la música o la ropa. Ese reflejo también aparece en el cementerio Jardines de Humaya, en las afueras de Culiacán. Ahí, en lujosas tumbas con cristales a prueba de balas, cúpulas parecidas a las de una catedral y aire acondicionado, están enterrados algunos capos de la droga.
Una de las tumbas más conocidas es la de Arturo Beltrán Leyva, conocido como el ‘Jefe de jefes’, quien de ser socio del ‘Chapo’ Guzmán pasó a ser su enemigo y murió en un enfrentamiento con la Marina en 2009.
REDACCIÓN INTERNACIONAL
* Con información de EFE y AFP
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