Emisarios estadounidenses encabezados por el yerno del presidente Donald Trump vuelven a reunirse este jueves con los dirigentes israelíes y palestinos, sin que exista el menor indicio de que sea posible rescatar el moribundo proceso de paz.
Jared Kushner, consejero de su suegro, el presidente de Estados Unidos, Donlad Trump, así como los demás emisarios, siguen buscando la manera de reactivar las conversaciones israelo-palestinas suspendidas desde 2014.
El empeño se anuncia muy complicado. El gobierno de Benjamin Netanyahu, considerado como el más derechista de la historia de Israel, parece tener interés en que persista ese statu quo.
Y los palestinos, que cada día ven alejarse más la perspectiva de un Estado independiente, ocultan cada vez menos su frustración ante la administración Trump. Pese a ello, llegar a un acuerdo de paz es "una de las prioridades" de Trump, que sigue siendo "optimista", según un responsable de la Casa Blanca, que requirió el anonimato.

Un manifestante quema una bandera israelí y una caricatura del presidente de EE. UU. Donald Trump, durante una protesta con motivo de la visita del asesor y yerno de Trump, Jared Kushner, en Ramala.
EFE
Trump envió para ello a la región al propio Kushner, a Jason Greenblatt, representante especial para negociaciones internacionales, y Dina Powell, consejera adjunta de seguridad nacional.
Su tarea, tras varios viajes y reuniones en Medio oriente desde enero, es obtener "una transición hacia negociaciones de paz sustanciales", según el mismo responsable.
Tras haberse reunido con responsables saudíes, emiratíes, cataríes, con el rey de Jordania Abdalá y con el presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi, la delegación norteamericana será recibida por Netanyahu y luego por el presidente de la Autoridad palestina Mahmud Abas.
Antes de la visita, los palestinos pidieron a la administración Trump un compromiso claro en favor de la creación de un Estado palestino, y su intervención para detener la colonización israelí en Cisjordania y Jerusalén Este, territorios palestinos ocupados.

Activistas y manifestantes protestan con pancartas por la visita de Jared Kushner, yerno del presidente de EE. UU. Donald Trump, y su delegación al presidente palestino, Mahmud Abás.
AFP
Sin "una respuesta franca y clara" sobre estos temas, los palestinos no esperan "nada especial de esta administración", dijo Ahmed Majdalani, un allegado de Abas.
La dirección palestina, desanimada, podría decidir disolver la Autoridad, el aparato implementado con los Acuerdos de Oslo y que supuestamente debía prefigurar un Estado independiente, advirtió Majdalani.
No es la primera vez que los palestinos esgrimen tal amenaza, y los expertos dudan que Abas sea capaz de modificar la posición de Trump. Al contrario, las tensiones de julio en torno a la explanada de las Mezquitas en Jerusalén dejaron aún más a israelíes y palestinos.
Estos acontecimientos "reflejan una vez más hasta qué punto la situación es insostenible" y lo necesaria que es una solución de dos Estados, afirmó esta semana el subsecretario general de Asuntos políticos de la ONU, Miroslav Jenca.
AFP
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