El fiscal general de EE. UU., Jeff Sessions, prometió que tomará pronto una decisión sobre si debe investigarse a la excandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, por unas presuntas donaciones que recibió su Fundación y un trato con Rusia para la venta de uranio.
En una audiencia en el comité judicial de la Cámara de Representantes, Sessions habló por primera vez de la posibilidad de nombrar a un fiscal especial para investigar a Clinton, algo que algunos legisladores republicanos y el presidente de EE.UU., Donald Trump, han pedido.
El fiscal general prometió que las presiones de Trump no tendrán ningún peso especial en la decisión que tome sobre Clinton, a pesar de que el mandatario ha amenazado con despedirlo y ha arremetido en numerosas ocasiones contra él por permitir que avance la investigación sobre la trama rusa. “No he sido influenciado indebidamente y no estaré indebidamente influenciado”, destacó Sessions.
Además, dijo que no ayudará a Trump a tomar represalias contra sus enemigos políticos y, en ese sentido, destacó: “El Departamento de Justicia nunca puede ser utilizado para tomar represalias contra oponentes. Sería incorrecto”.
Sessions indicó que la decisión de nombrar a un fiscal especial debe cumplir con una serie de requisitos, una “base fáctica”, que todavía no se ha alcanzado. “Uno puede tener su idea, pero a veces tenemos que estudiar cuáles son los hechos y evaluar si cumplen con los estándares que se requieren”, dijo Sessions.
El Departamento de Justicia nombró en mayo a un fiscal para la investigación sobre la trama rusa y algunos legisladores republicanos han pedido el mismo trato para Clinton.
Medios locales revelaron que Sessions valora designar un fiscal especial para investigar a Clinton por irregularidades en la Fundación que lleva su apellido y por un controvertido acuerdo de venta a Rusia de la empresa de uranio Uranium One, que EE. UU. firmó en 2010, cuando Clinton era secretaria de Estado. Los republicanos quieren que se investigue si Clinton tomó decisiones influidas por donaciones a su Fundación cuando era secretaria de Estado (2009-2013).
Se fijan en la venta a Rusia de la empresa canadiense Uranium One porque, pues como controlaba 20 por ciento de la producción de uranio en EE. UU., la oferta rusa para comprar la firma tuvo que ser revisada por una comisión de alto nivel, entre ellos Clinton. En paralelo, la Fundación Clinton recibió millones de dólares en donaciones de personas con intereses en Uranium One.
En enero, Sessions se comprometió a inhibirse de futuras investigaciones a Clinton por los estrechos lazos que mantuvo con la campaña de Trump, quien en sus mítines prometía que metería en prisión a su rival. Durante la campaña, Trump prometió que haría que su fiscal designara a un fiscal para investigar a Clinton por las donaciones a su Fundación y por el uso de un servidor de correo electrónico privado para tratar asuntos oficiales cuando fue secretaria de Estado.
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Agencia / Efe / Washington
