¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

EEUU

Candidatos extremistas, el perfil de los republicanos en legislativas de EE. UU.

Foto:

Reproducir Video

Aspirantes con ideas ultranacionalistas y conspirativas lideran sondeos. ¿Cambiará el panorama?

A tres semanas de las elecciones de mitad de término en Estados Unidos, nadie sabe a ciencia cierta cuál de los dos partidos, republicano o demócrata, saldrá victorioso en unos comicios en los que estarán en juego no solo el control del Congreso sino algunas gobernaciones y otros cargos claves a nivel estatal.
Lo que sí es claro, no obstante, es que el partido del elefante (republicano) estará representado, en gran parte, por candidatos de extrema derecha, ultranacionalistas y hasta devotos creyentes de cultos como el Qanon, movimiento conspiracionista que ha cobrado fuerza en los últimos años y según el cual en Estados Unidos hay una secta satánica dedicada al abuso sexual de menores que se opone al expresidente Donald Trump.
La clase republicana del 2022, en su gran mayoría, también está compuesta por candidatos que niegan la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales del 2020, y son quienes defienden la violenta toma del Capitolio del 6 de eneroprometiendo no certificar los resultados de futuros comicios si sus rivales ganan las contiendas.
Eso sumado a que han hecho caso omiso a las más de 50 cortes en todo el país y autoridades electorales –incluidas las dominadas por republicanos– que negaron la existencia del supuesto fraude que denunció Trump.
De hecho, recientes estudios adelantados por medios como el The Washington Post, The New York Times y el Cook Report sostienen que al menos 370 de los candidatos que se presentarán a estas elecciones son “negacionistas” de los resultados electorales.
En el caso del Congreso, la elección más vital de todas, el 70 por ciento de los aspirantes en este partido han defendido esta tesis sin sustento en la realidad.
Por supuesto, no todos van a ganar. Pero de acuerdo con las más recientes encuestas hay una alta probabilidad de que muchos saldrán electos y serán suficientes como para influir de manera mayúscula tanto en la agenda del partido como en la dirección de todo el país.
Algo parecido a lo que sucedió en las elecciones de 2010 cuando ganaron muchos representantes del llamado Tea Party, un movimiento de conservadores en términos fiscales que puso en jaque al establecimiento del partido republicano.
“Este grupo que viene es el Tea Party pero a la décima potencia. El Tea Party defendía visiones extremas pero basadas en la realidad. Lo de ahora es gente que proviene de los rincones políticos más oscuros, donde se niegan cosas como el cambio climático o se defiende la supremacía blanca”, afirma Ruth Ben-Giat, profesora de historia de la Universidad de Nueva York.
El actual movimiento está definido por otro factor que es muy diferente a todo lo previo y que se reduce al enorme poder que aún tiene Trump sobre las bases del partido. A pesar de su contundente derrota, el expresidente no ha parado de insistir en el fraude y ha condicionado su apoyo a que los candidatos hagan lo propio.
Mitin de Donald Trump en Pensilvania.

Mitin de Donald Trump en Pensilvania.

Foto:Ed JONES / AFP

El mismo establecimiento del partido republicano, consciente de ese peligro, respaldó o hizo campaña en favor de candidatos más moderados, pero que a la larga terminaron derrotados en las elecciones primarias. Y ahora, ya en la recta final de la campaña, se han visto forzados a defenderlos públicamente para derrotar a sus rivales demócratas.
Pero al hacerlo, sostiene Ben-Giat, han “normalizado” sus visiones de extrema.
Lo que tiene más sorprendido a los expertos, es que personas que en otro momento de la historia habían sido inelegibles hoy estén próximos a llegar al poder. No necesariamente porque el público en general defienda también esas visiones sino por el grado de polarización de la política en el país donde la oposición no es un rival sino el enemigo.
Los demócratas, además, enfrentan un clima electoral adverso dada la delicada situación económica que existe por los altos niveles de inflación que han encarecido los costos de vida.
De hecho, una encuesta reciente de The New York Times y el Siena College indica que una mayoría de estadounidenses se inclinará por candidatos republicanos en los próximos comicios (el 49 por ciento versus el 45).

Lo de ahora es gente que proviene de los rincones políticos más oscuros, donde se niegan cosas como el cambio climático o se defiende la supremacía blanca

El grueso de los analistas en el país dan por descontado que los republicanos recuperarán la Cámara de Representantes y muy probablemente también el Senado. Sin embargo, el control de la Cámara alta está aún en duda, precisamente por el perfil de algunos de sus candidatos.
El caso más notorio, por el impacto que podría tener a la hora de definir la mayoría legislativa en este órgano es el de Herschel Walker, un exjugador de fútbol americano respaldo por Trump que se disputa una curul al Senado en el estado de Georgia. Firme defensor del fraude electoral y opositor al aborto, Walker fue acusado recientemente por una exnovia de haber pagado por este tipo de procedimiento en dos ocasiones.
Uno de sus hijos alega que tanto él como su madre fueron víctimas de sus abusos físicos, mientras que otra excompañera sostiene que trató de estrangularla. Pese a que existe evidencia sobre ello –el extracto de un pago por 700 dólares para financiar el aborto y reportes policiales del abuso– Walker lo niega.
Pero no son solo las profundas contradicciones, sino sus planteamientos políticos los que preocupan. El exfutbolista, por ejemplo, no cree en la evolución y cita como prueba de ellos que “los simios no han cambiado en todos estos años”.
Herschel Walker, candidato republicano al Senado de Estados Unidos.

Herschel Walker, candidato republicano al Senado de Estados Unidos.

Foto:AFP

Al hablar del cambio climático, dice que “el aire bueno que existía en Estados Unidos se fue para China y desplazó el aire malo de ellos, que luego se vino para acá”.
Pese a ello, Walker podría derrotar a su oponente, el pastor baptista Raphael Warnock, que representa a los demócratas.
También está Marjorie Taylor Green, la representante a la Cámara por Georgia que va por la reelección. Green es una abierta defensora del nacionalismo blanco y en algún momento dijo que a los demócratas había que “ejecutarlos”. Además, es creyente en QAnon y otras teorías de conspiración. Ella era vista hace dos años –cuando ganó por primera vez la curul– como una figura incómoda para el partido republicano por sus posiciones extremas. Al punto que fue desautorizada en varias ocasiones por el liderazgo de esta colectividad, como cuando defendió al presidente ruso Vladimir Putin o por sus comentarios antisemitas.
Pero de un tiempo para acá, se han convertido en el nuevo rostro del partido al punto que se perfila para cargos de poder en el nuevo Congreso si los republicanos ganan la mayoría.
Otro de los candidatos es Anthony Sabatani, representante de la Florida que suele citar al dictador español Francisco Franco y dijo recientemente que había que abolir la educación pública, por considerarla un centro de adoctrinamiento para el comunismo, y reemplazarla por colegios cristianos.
En Nevada compite por una curul al Senado Adam Laxalt, un negacionista “pura sangre” que defendió a capa y espada y con demandas judiciales la victoria de Trump en las pasadas elecciones y ha dicho que si llega al poder se asegurará que algo así no vuelva a suceder pese a que las autoridades judiciales y electorales del estado han certificado en múltiples oportunidades que Biden ganó de manera transparente.
En Pensilvania, a los republicanos los representa Mehmet Oz, un doctor que se volvió famoso por sus programas de televisión en los que ha promovido tratamientos ineficaces contra el covid-19 y se ha opuesto, entre otras cosas, al uso de vacunas para la prevención de la enfermedad. Oz, como en el caso de Laxalt, saltó al estrellato por su cercanía con Trump.
Mientras que Kerry Lake, quien aspira a la gobernación de Arizona, ha equiparado a los migrantes –como Trump en el 2016– a violadores sexuales y criminales. Pero quiere ir más allá. Según la candidata, los migrantes son un “ejército invasor” y por lo tanto ha propuesto invocar un artículo de la constitución que permite usar todos los recursos necesarios –incluidos militares– para ganar esta “guerra”.
También de Arizona, el candidato al senado Blake Masters cree que la guerra entre Rusia y Ucrania es un “problema europeo” en el que EE. UU. no se debe meter, ha pedido militarizar la frontera con México y cree la inmigración ilegal es un plan macabro de los demócratas para diluir el poder de los blancos en el país.
Eso por citar solo algunos ejemplos en esta nueva “promoción” de republicanos que muy pronto, todo indica, estarán manejando los hilos del poder en Washington.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
En Twitter: @sergom68

Otras noticias internacionales:

icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO