La “sorpresa de octubre”. Es el término que se usa en Estados Unidos para describir un suceso que se presenta ya tarde en la carrera por la Casa Blanca y tiene el potencial de incidir de manera dramática en el resultado de los comicios presidenciales.
Todo apunta a que la revelación el viernes de la semana pasada de un video en el que se escucha al republicano Donald Trump referirse de manera vulgar y sexualmente agresiva a las mujeres será el evento en los comicios del 2016. (Le puede interesar: Campaña de Donald Trump acusa a Carlos Slim de complot)
Desde la divulgación del video, el magnate viene cayendo en espiral y ha casado toda una batalla con su propio partido que podría causar daños profundos y permanentes al establecimiento republicano. Revelado por el Washington Post, el video muestra una conversación entre Trump y el presentador del programa Access Hollywood, en la cual sostiene que suele darles besos a las mujeres y manosearlas sin su consentimiento. “Cuando uno es famoso puede hacer esas cosas sin que pase nada”, se le escucha decir. (Lea también: Como bola de nieve crece indignación contra Donald Trump)
El domingo, durante el debate con Hillary Clinton, pidió disculpas. Pero en lugar de reflexionar defendió sus palabras llamándolas “conversaciones de vestuario”, y negó haber manoseado o besado a mujeres sin contar con su aprobación. La respuesta le valió nuevos reclamos del establecimiento, empezando por Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, quien anunció que ya no haría más campaña en favor de Trump.
Ya en la mitad del huracán, el New York Times publicó una historia en la que tres mujeres afirmaban haber sido víctimas de los manoseos de Trump en el pasado, confirmando de paso lo que había dicho en el video y negado en el debate. Casi al mismo tiempo, la revista People y un diario de Tampa, Florida, revelaron otros dos casos de mujeres víctimas de abuso por el magnate.
Casi en simultánea salieron a relucir decenas de grabaciones de Trump en el popular programa de Howard Stern en las cuales vuelve a jactarse de su conducta depredadora frente a las mujeres. En una de ellas, el magnate cuenta cómo ser el dueño de Miss Universo (algo que abandonó este año) y otros concursos de belleza le ha permitido meterse a los camerinos de las reinas para verlas desnudas. “Como soy el dueño, me dejan entrar para inspeccionar el producto”, afirma en uno de esos segmentos. (Además: Clinton acusa a Trump de 'acosarla' durante el debate presidencial)
Algo que también fue ratificado por Samantha Holvey, exseñorita Carolina del Norte, y según la cual Trump se metió en los vestuarios durante un tramo del concurso de Miss USA en el 2006, cuando el millonario tenía 60 años.
“Nos hicieron parar en una línea y luego, él nos fue revisando una a una de arriba abajo. Fue repugnante”, dijo Holvey.
Y por si fuera poco, este viernes otras dos mujeres lo acusaron de comportamientos similares: Summer Zervos, una concursante de la quinta temporada del reality El Aprendiz, y Kristin Anderson, exaspirante a modelo.
Si bien Trump ya venía cayendo en las encuestas, las nuevas revelaciones lo estarían hundiendo como un ancla. En la primera muestra posterior al video y hecha por NBC y el Wall Street Journal, Clinton lo estaría superando por más de diez puntos.
Y a nivel estatal, que es la que cuenta dado el sistema electoral de EE. UU., la situación es igualmente crítica. En once de los estados llamados oscilantes, que son claves pues suelen determinar el ganador, la ex primera dama le estaría ganando en nueve (Colorado, Nevada, Nuevo Hampshire, Florida, Virginia, Wisconsin, Pensilvania, Carolina del Norte y Michigan). Trump solo la supera en Iowa y está empatando con ella en Ohio. (También: Las estrategias de seducción de Trump lo tienen en un nuevo escándalo)
Para ponerlo en contexto, el magnate necesita una distribución a la inversa si quiere tener chances de llegar a la Casa Blanca. Es decir, ganar al menos en nueve. Pero la crisis no para allí. Otros estados, históricamente republicanos, podrían pasar a manos demócratas si el declive no se detiene, entre ellos Arizona, Georgia y Utah.
Además, dice Nate Silver, ‘gurú’ de las encuestas y fundador del portal 538 (el número de asientos que tiene el Colegio Electoral, órgano que elige al presidente), los sondeos todavía no están reflejando el impacto que ha tenido el escándalo de esta semana, pues muchos fueron hechos con anterioridad o sin tener en cuenta los desarrollos más recientes. Entre estos, el demoledor discurso en su contra de la primera dama, Michelle Obama, de gran credibilidad entre las mujeres del país. (Lea también: Michelle Obama llama a decir 'basta' al trato de Trump a mujeres)
Trump se pasó toda la semana negando las acusaciones y amenazando con demandar a los diarios que han publicado las historias. Según el magnate, lo que hay detrás es un complot en su contra orquestado por los demócratas y los medios de comunicación. Y ha dicho que tiene pruebas para demostrarlo y que las revelará en el “momento oportuno”.
Además, le declaró la guerra al establecimiento republicano acusando a sus representantes de ser corruptos y traidores, y está tratando de convertir este último tramo de la carrera en una lucha contra las instituciones del país y la maquinaria demócrata y republicana, que, dice, le está tratando robar el triunfo este 8 de noviembre.
Una retórica peligrosa que tiene los ánimos encendidos en el país y que podría salirle cara al partido si sus millones de simpatizantes deciden castigar a los “traidores” en las elecciones legislativas, paralelas a las presidenciales.
Con todo y esto, queda esperar el tercer y último cara a cara entre los dos candidatos presidenciales, el cual se realizará el próximo 19 de octubre y, sin duda, despejará por completo este panorama tan oscuro y a la vez cambiante.
El presidente Barack Obama advirtió este viernes que “la democracia misma está en juego” en las elecciones generales del 8 de noviembre, un dardo lanzado a Donald Trump, quien lucha contra acusaciones de conducta sexual inapropiada.
“La buena educación está en juego en las urnas. La tolerancia está en juego. La cortesía está en juego. La igualdad está en juego”, dijo Obama en un acto de apoyo a Clinton en Cleveland, en el estado clave de Ohio. “Todo el avance que logramos en los últimos ocho años está en juego”, dijo, y agregó: “La democracia misma está en juego en las urnas”.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
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