Luego de los hechos violentos que se llevaron a cabo en Charlottesville, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo su primer evento político en Phoenix, Arizona.

El objetivo de su viaje era reunirse con sus seguidores, en el Phoenix Convention Center, para hablar sobre su gobierno. La convención estaba programada a las 7:00 p. m.

Sin embargo, cientos de personas aprovecharon la llegada del gobernante para manifestarse en contra del racismo y la violencia.

La manifestación ocurrió al mismo tiempo que Donald Trump lideraba el mitin. Tanto simpatizantes como manifestantes salieron a las calles con pancartas y pendones mostrando su posición ante el gobierno del mandatario.

Como parte de los asuntos que se trataron en la reunión, el presidente Donald Trump abordó la inmigración indocumentada y la construcción del muro fronterizo, situación que produce gran inconformidad en los estadounidenses.

Los seguidores de Trump llevaban pancartas con frases de apoyo al gobierno, mientras que los opositores reclamaban libertad y la necesidad de no vivir bajo la resistencia del mandatario.

Líderes demócratas y el alcalde de Phoenix, Greg Stanton, hicieron un llamado a las personas para que actuaran de manera cívica, respetuosa y pacífica, con el fin de evitar disturbios.

A pesar de ello, la marcha resultó en un enfrentamiento entre los manifestantes, luego de que partidarios de Donald Trump hicieron comentarios ofensivos a algunos inmigrantes latinos que marchaban en contra del mandatario.

Mientras los minutos pasaban, las filas para ingresar al Phoenix Convention Center se movían. Sin embargo, se produjeron forcejeos entre los manifestantes y la Policía rodeó el lugar para evitar revueltas.

Varios manifestantes expresaron su contundente rechazo a las políticas de gobierno de Trump y reaccionaron a las especulaciones del perdón que el presidente le daría a Joe Arpaio, un agente de policía de Arizona acusado de reiteradas violaciones a los derechos humanos.