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EEUU

‘Vamos a conversar con el Gobierno para aumentar el apoyo a la paz’

Philip Goldberg, embajador de Estados Unidos en Colombia.

Philip Goldberg, embajador de Estados Unidos en Colombia.

Foto:Mauricio Moreno / EL TIEMPO

Embajador de EE. UU., Philip Goldberg, urge ponerle más atención a masacres y asesinato de líderes.

Ante el cambio de gobierno en Estados Unidos con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, muchas inquietudes han surgido sobre eventuales giros en la política de Washington hacia Bogotá.
En diálogo con EL TIEMPO, el embajador estadounidense en Colombia, Philip Goldberg, reconoce los esfuerzos del gobierno de Iván Duque para implementar el proceso de paz, proteger las vidas de líderes sociales y evitar masacres. Pero pide “hacer más”.
Goldberg dice que el regreso de la aspersión con glifosato es una decisión soberana de Colombia, pero que el uso de dicho fungicida es “seguro”, y considera que no habrá retaliaciones contra los políticos del Centro Democrático que se involucraron en las elecciones de su país.

¿Cuáles son los cambios que puede haber en la relación entre EE. UU. y Colombia con Biden?

Creo que la agenda entre los dos países sigue siendo semejante. Sin embargo, tal vez vamos a ver algunos puntos con un énfasis diferente. Porque tenemos una larga historia trabajando en conjunto en varios programas de ayuda de cooperación antinarcóticos y en contra del crimen transnacional.
La implementación del proceso de paz: yo creo que poco se ha entendido el aporte de EE. UU. a ese esfuerzo. Hemos gastado un billón de dólares durante los últimos cuatro años apoyando el desarrollo económico en áreas rurales, dando títulos de propiedad y a la coordinación humanitaria para atender a los refugiados venezolanos.
También a la cooperación política para enfrentar el problema de Venezuela. La promoción y protección de derechos humanos, la expansión del comercio, la lucha contra el cambio climático. Tal vez se va a enfatizar aún más ese tema por la nueva política del presidente Biden.

Usted menciona que una de las prioridades del nuevo Gobierno será justamente el de la implementación del acuerdo de paz. ¿Alguna prioridad específica?

No. Como le dije, hasta este momento hemos hecho mucho para ayudarle a Colombia en esa implementación de la paz y vamos a conversar con el Gobierno sobre cómo podemos aumentar la cooperación. Tal vez podamos hacer algo diferente. No puedo responder a tan pocos días de la asunción del presidente Biden, por lo que va a requerir un poco de tiempo para organizarnos y también conversar con el Gobierno colombiano.

Pero ¿EE. UU. está satisfecho con el avance del proceso de paz que ha hecho el gobierno de Iván Duque? ¿Sienten que la inversión de su país se ha visto recompensada?

Hemos visto algunos avances, hemos visto también algunos problemas con la implementación, incluyendo la oposición de grupos ilegales que continúan ejecutando actos violentos. Y me estoy refiriendo, por supuesto, al Eln, a Farc disidencia, al ‘clan del Golfo’, ‘Rastrojos’, ‘Pelusos’, que controlan territorios en Colombia. Ha sido siempre un problema y sigue siéndolo.
Hemos visto algunos avances. Por ejemplo, yo fui con el presidente Duque hace algunos meses a Guaviare y Meta, a la Macarena, para donar una escuela construida por nuestros militares que estaban allá haciendo una misión América.
Antes del acuerdo de paz no hubiéramos podido viajar allá por el peligro. El proceso de integrar miles y miles de excombatientes ha ocurrido hasta cierto punto con éxito. Pero hay grandes desafíos y queremos valorar cuál sería nuestra mejor contribución para avanzar más en la implementación.

Uno de los asuntos que más preocupa ha sido el asesinato de líderes sociales ¿Habrá alguna petición específica al respecto?

Estamos en contacto permanentemente con los líderes sociales, la comunidad afrocolombiana, las comunidades indígenas. Los apoyamos siempre, con fondos, con nuestras habilidades.
Y también conversamos mucho con el Gobierno, con el ministerio de Defensa, con la Policía, la Unidad de Protección creada bajo el acuerdo, para que ellos actúen aún más para enfrentar este problema que todos reconocemos.
Hay que decir también que estos grupos ilegales siguen amenazando a comunidades, especialmente a aquellas que quieren participar en la sustitución de cultivos. Ayer, en la ONU, EE. UU. dijo ante el Consejo de Seguridad que reconocemos que Colombia ha hecho progresos protegiendo a la población porque ha disminuido mucho la tasa de homicidios durante los últimos años.
Al mismo tiempo, este problema de masacres y ataques contra ciertos grupos y líderes es algo que necesita mucha más atención y estamos colaborando con el Gobierno, como podemos, en el esfuerzo de aumentar la seguridad en estas áreas rurales, en donde no hay una presencia suficiente.

¿Podríamos decir entonces que Washington no está satisfecho con lo que está haciendo el gobierno Duque para proteger la vida de los líderes sociales y para evitar las masacres?

Lo que estoy diciendo es que el Gobierno, por supuesto, tiene una responsabilidad de capturar y responsabilizar a los malhechores culpables. Es su responsabilidad. Nosotros apoyamos esos esfuerzos. Pero sí, por supuesto, el Gobierno y las Fuerzas Armadas y la Policía tienen que hacer más para proteger la población si hay masacres, si hay asesinatos. Es evidente.
Y yo creo que el Gobierno comparte esa preocupación y trata de hacer más o trata de fortalecer su habilidad de enfrentar el problema. Pero todo está conectado. El narcotráfico, la ilegalidad, grupos narcoterroristas, ese es el problema y el Gobierno, por supuesto, tiene que hacer todo, dentro de su poder, para responder y proteger a su población.
Estamos urgiendo, instando al Gobierno colombiano, como todos los países, a hacer más porque no está funcionando si hay masacres.
Ahora bien, yo no quiero exculpar a los que tienen la mayor responsabilidad. Son los mismos grupos ilegales narcoterroristas. El Gobierno sí está combatiéndolos, pero evidentemente no han fijado una política para prevenir los problemas que ellos producen.

Usted mencionó que una de las prioridades del gobierno de Biden va a ser la lucha contra el cambio climático y la protección del medioambiente. ¿Cuáles son esos aspectos relacionados con ese tema en Colombia a los cuales se les debe dar prioridad?

El asunto tiene dos partes en términos de nuestra relación con Colombia. Uno es diplomático: el presidente Biden nombró al exsecretario de Estado John Kerry como su enviado especial contra el cambio climático y para la protección del medioambiente.
Y hay un gran esfuerzo que viene para llegar a acuerdos con el mundo de reducción de emisiones de carbono y de combatir la deforestación. Y estos tienen resonancia también aquí en Colombia.
Tengo que decir que Colombia ha tenido un programa bastante fuerte en esta área. Entonces queda para nosotros una oportunidad de hacer más ahora con Colombia para proteger el Amazonas, para proteger la biodiversidad del país.
Y el segundo es hacer programáticamente algo para ayudar a Colombia y otros países que son socios de Colombia a proteger el Amazonas y también combatir prácticas dañinas como la minería ilegal o la deforestación.

¿EE. UU. va a seguir presionando a Colombia para el reinicio de la fumigación aérea con glifosato?

Bueno, es una decisión, en primer lugar, soberana colombiana. Yo entiendo que primero el Gobierno tiene que acatar las decisiones de las Cortes, tiene que hacer consultas con varias comunidades y después, como yo entiendo los requisitos de las Cortes, la Corte Constitucional, van a hacer el programa tal vez algo más pequeño que antes. Pero vamos a evaluar la situación después de que el Gobierno tome la decisión.

¿Es decir que con la llegada de Biden no va a haber un giro en el sentido de que la aspersión atenta contra el medioambiente, incluso contra la salud de algunas comunidades, por lo que se debería buscar una solución diferente ante el crecimiento de los cultivos ilícitos?

Tenemos que pensar en el daño que la producción de cocaína produce también, pero EE. UU. y sus autoridades científicas y gubernamentales han declarado que la aspersión aérea con glifosato es una herramienta segura.
Hay algunas diferencias en otras organizaciones, pero esa ha sido la postura del Gobierno de EE. UU. por mucho tiempo. Si vamos a ver un cambio vamos a conversar primero tomando en cuenta lo que decida el Gobierno de Colombia.
Y tengo que decirle algo más que es muy importante. En esta oportunidad, la fumigación, la aspersión aérea, será responsabilidad total del Gobierno colombiano. Vamos a ayudarles en ciertos aspectos, pero ellos van a comprar el glifosato, ellos van a controlar los aviones, no son contratistas, como antes. Entonces ahora será completamente diferente, es un programa colombiano con ayuda.

A propósito de Venezuela, Trump había tenido una mano muy dura frente al régimen de Nicolás Maduro. ¿Hacia dónde se piensa mover Biden? ¿Diálogo?

Puedo decirle lo que hasta ahora ha dicho el secretario designado Antony Blinken frente al Senado el martes. Él dijo que vamos a continuar reconociendo a Juan Guaidó como el presidente legítimo y la Asamblea Nacional como el único organismo elegido democráticamente. Y estoy hablando de la Asamblea Nacional elegida antes de la elección de Maduro de diciembre pasado, porque esa no fue democrática.
Segundo: él se refirió, y el mismo presidente Biden dijo como candidato, que Maduro es un dictador y él es parte del problema, no parte de la solución. Por supuesto, tenemos que congregar a todos los países del mundo, a todos los países democráticos que quieren solucionar el problema de Venezuela a través de elecciones justas, libres y democráticas, para elegir un gobierno que pueda también representar un acuerdo entre venezolanos. Es nuestra meta.
Y la meta sigue siendo la misma, si hay negociaciones es con el fin de producir estas elecciones libres y justas, para producir un gobierno representativo del pueblo venezolano.

¿Va a haber alguna retaliación contra los miembros del Centro Democrático que intentaron interferir en las elecciones en su país?

Creo que no. Pero ustedes ya saben que yo dije públicamente durante la campaña que sería mejor si los políticos aquí no participaran en las campañas nuestras. Eso no es para decir que ellos no pueden expresarse políticamente, todo el mundo lo hace. Pero colocarse directamente en la campaña es un problema, como dije, porque las relaciones entre Colombia y EE. UU. tienen un gran apoyo en el Congreso de mi país, que es bipartidista. Y por eso sería mejor no involucrarse.
Y si existen algunos roces como resultado de ese problema, vamos a superarlo. No fue el presidente Duque ni su gabinete, sino algunos políticos. Y puedo decir que de dos lados, no solamente de un lado. Pero ustedes saben quiénes se involucraron directamente en las campañas.
SANDRA RAMÍREZ Y EDUARD SOTO
Redacción EL TIEMPO

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