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EEUU

El regreso de Donald Trump en medio de un escenario adverso en Estados Unidos

Donald Trump anunció que volverá a buscar llegar a la Casa Blanca.

Donald Trump anunció que volverá a buscar llegar a la Casa Blanca.

Foto:Cristobal Herrera-Ulashkevich. EFE

El exmandatario anunció su candidatura para 2024. ¿Qué significa su nueva aspiración presidencial?

SERGIO GÓMEZ MASERI
En junio del 2015, cuando Donald Trump anunció por primera vez sus intenciones de aspirar a la candidatura del Partido Republicano para unas elecciones presidenciales, la reacción inicial fue de abierta burla.
Nadie, ni los más atrevidos, daba un peso por el excéntrico magnate neoyorquino cuyas credenciales, hasta ese momento, se reducían a un popular programa de televisión (El aprendiz), su fortuna amasada en el sector inmobiliario y décadas en las páginas de los tabloides y revistas del corazón.
Este martes Trump volvió a lanzar su sombrero al ruedo. Y aunque las apuestas nuevamente parecen en su contra, en esta ocasión nadie está riendo. Trump, de hecho, lleva 7 años reinando como líder indiscutible de su partido y arrancará esta carrera, no hay duda, como el claro favorito.
Su candidatura, sin embargo, está planteando una crisis casi existencial entre muchos republicanos. Especialmente tras los resultados de las elecciones de mitad de término de la semana pasada, cuando, si bien lograron recuperar el control de la Cámara de Representantes, perdieron el Senado y gobernaciones claves en unos comicios en los que se suponían debían arrasar.
Y aunque las explicaciones por el mal desempeño han sido múltiples, buena parte de ellas apuntan al rol que jugó –y ha venido jugando– el expresidente.
Donald Trump, arremetió contra la gestión de Biden.

Donald Trump, arremetió contra la gestión de Biden.

Foto:AFP.

Lo que dicen los republicanos

Por un lado, explica el excongresista y hoy estratega republicano David Jolly, la mayoría de los derrotados fueron personas que Trump seleccionó a dedo y a condición de que siguieran repitiendo la mentira de su victoria en las elecciones del 2020. Al mismo tiempo, eran figuras con posiciones tan extremas que terminaron asustando a muchos de los votantes.
Al menos en esos estados “oscilantes”, donde pesan los independientes y moderados, y que suelen ser claves es las elecciones estadounidenses.

Si alguna lección salió de estos comicios es que los estadounidenses, o muchos de ellos, están cansados de esta locura

“Si alguna lección salió de estos comicios es que los estadounidenses, o muchos de ellos, están cansados de esta locura. Y mientras los republicanos sigan nominando a este tipo de personas vamos a seguir perdiendo”, afirma Jolly.
Así también lo reconoció Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado y que esta semana resultó reelegido en ese cargo.
“No nos fue bien entre los moderados, pues su impresión es que entre nuestro liderazgo hay caos, negatividad, ataques excesivos. Y eso asustó a muchos”, dijo McConnell.
Aunque el republicano no mencionó directamente a Trump, muchos otros sí lo hicieron. The Wall Street Journal lo catalogó como el “gran perdedor de la jornada”, mientras que en FOX, el canal que agrupa a los conservadores del país, fueron múltiples las voces que salieron a criticarlo.
Trump nos prometió que con él ganaríamos siempre. Pero lo que estamos es cansados de perder. Perdimos en 2018, en 2020 y 2022. Ya es hora de mirar para otro lado”, dijo el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie.
Incluso figuras del trumpismo, como el analista Mark Thessien, comenzaron a bajarse del barco: “Donald Trump parece estar rodeado de facilitadores que se niegan a decirle lo que él no quiere escuchar. Y por eso lo haré yo. Señor presidente, a usted no le conviene una candidatura para el 2024. Si continúa, lo más probable es que pierda y de paso destruya lo que queda de su importante legado”, sostuvo Thessien en su columna de The Washington Post.
El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, celebró el viernes que no se hubieran permitido más testigos en el juicio político contra Trump.

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, celebró el viernes que no se hubieran permitido más testigos en el juicio político contra Trump.

Foto:AFP

De hecho, muchos de sus aliados le pidieron postergar un poco el anuncio de su candidatura mientras pasaba el guayabo del mal momento electoral.
Pero Trump, muy a su estilo, declinó las sugerencias y siguió adelante con el lanzamiento en Mar A Lago, Florida, donde ahora tiene residencia. Haciendo caso omiso del contexto, el expresidente se presentó como la salvación tanto para el país como para su partido, en un discurso que duró más de una hora y estuvo plagado de falsedades y exageraciones.
Como cuando dijo que bajo su gobierno se terminó de construir un muro entre EE. UU. y México, una de las promesas de su primera campaña, pero que en realidad nunca se materializó.
El lanzamiento, sostiene Jolly, tenía mucho sentido cuando los republicanos se perfilaban como los grandes triunfadores de las elecciones de ‘mitaca’, pues era el momento perfecto para cobrar el éxito de un movimiento que ha construido a su imagen y semejanza.

No nos fue bien entre los moderados, pues su impresión es que entre nuestro liderazgo hay caos, negatividad, ataques excesivos. Y eso asustó a muchos

Pero, a la luz de lo acontecido, es más difícil de explicar. Según este experto, las razones pueden ser varias. Por un lado, si algo ha demostrado el expresidente a lo largo de estos años es su desacato a lo convencional. Además, haber pospuesto la candidatura habría sido interpretado como un signo de debilidad que les habría dado peso a las voces que ya hablan de un futuro pos-Trump.
Les está dejando claro a todos que no piensa desaparecer de la noche a la mañana y que si quieren sacarlo tendrán que pagar un alto costo. Al mismo tiempo está definiendo los términos de la carrera, pues de aquí en adelante cualquiera que se lance será visto como un rival que quiere despojarlo del trono”, afirma Jolly.
En otras palabras, está intentando apagar la insurrección antes de que tome forma. Sobre todo tras el gran impulso que recibió el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, en estas elecciones de mitad de término, en las que apabulló al demócrata Charlie Christ y demostró que es una alternativa viable para reemplazar a Trump.
Donald Trump

Donald Trump

Foto:AFP.

Su rival y los líos judiciales

“Una buena parte del partido ve en DeSantis un retorno a la normalidad. No porque sea menos extremo que Trump, pues defienden las mismas ideas, sino porque es un Trump sin sus impulsos y hábitos más destructivos y que tampoco arrastra con la pesada carga del expresidente”, afirma Jim Geraghty, el analista político de National Review.
Y las encuestas parecen confirmarlo. En una última muestra de YouGov, el 42 por ciento de los republicanos indicaron preferir a DeSantis como candidato para el 2024, frente a un 35 por ciento que optaría por Trump. Hace un año, sin embargo, casi el 80 por ciento del partido se inclinaba por el expresidente.
Por ahora, el gobernador no ha dicho nada sobre una candidatura y ha evitado criticar a Trump. Pero no hay duda de que esos números lo tienen nervioso. Prueba de ello es que ya lo comenzó a atacar y hasta le puso un apodo despectivo (DeSanctimonious), como suele hacer contra quien percibe como una amenaza.
Además de sus cálculos electorales, los analistas apuntan a otras razones tras el anuncio de una candidatura. Actualmente Trump enfrenta un complejo panorama jurídico que podría llevarlo a la cárcel. Por un lado, el Departamento de Justicia lo investiga por la sustracción de documentos clasificados de la Casa Blanca que fueron encontrados en su residencia de Mar A Lago.

Les está dejando claro a todos que no piensa desaparecer de la noche a la mañana y que si quieren sacarlo tendrán que pagar un alto costo

En Georgia también está avanzando un proceso por su supuesta intervención para alterar los resultados en las elecciones del 2020 en este estado y está pendiente un posible encausamiento por su rol en la insurrección del 6 de enero de 2021, cuando una turba de sus simpatizantes intentó impedir la certificación del triunfo de Joe Biden.
Y a eso se suman las pesquisas de fiscales en Nueva York contra sus empresas y miembros de su familia por fraude fiscal.
La teoría es que una candidatura presidencial, sobre todo una en la que es visto como el probable candidato de los republicanos para las presidenciales del 2024, podría blindarlo frente a estos procesos. Si bien no existe ley que impida investigar la conducta de un candidato, los fiscales podrían abstenerse o congelar las pesquisas. Y, de llegar a la presidencia, quedaría por fuera del alcance de la ley, pues el único mecanismo contra un mandatario en ejercicio es un juicio ante el Congreso que sabe puede sobrevivir como ya lo hizo en dos ocasiones.
Cierto o no, su candidatura pone al partido ante una encrucijada. Como dice el analista George Conway, republicano pero declarado antitrumpista, “el partido ya sabe que con Trump no puede ganar, como lo demostraron las elecciones del 2018, 2020 y 2022. Muchos estadounidenses caminarían sobre vidrio para votar en su contra sin importar quién sea su rival en las elecciones generales. Incluidos republicanos”.
Pero a pesar de ello tampoco se lo puede sacudir. Si algo han demostrado esas mismas citas electorales es que el expresidente sigue siendo favorito entre la base del partido, que es la que más pesa a la hora de nominar a un candidato y en el pasado ha castigado a todos los políticos que se le han atravesado a Trump. Y en eso tiene que ver mucho el sistema de primarias, en el que un candidato solo tiene que obtener la mayoría de votos para resultar ganador.
“Si esto fuera una contienda entre solo dos, DeSantis tendría chance. Pero al ser una contienda entre varios es muy difícil para sus rivales acumular más votos. Y eso lo sabe Trump”, opina Conway.
Dicho eso, muchos interpretan el reciente descalabro electoral del partido como una grieta en la armadura del expresidente y anticipan que habrá desafíos. Tanto el exvicepresidente Mike Pence como el gobernador de Maryland, Larry Hogan, han mostrado interés en una candidatura, y poderosos grupos, como el del magnate Rupert Murdoch (FOX y el New York Post), han dejado claro que están dispuestos a financiar sus aspiraciones.
El temor, en este caso, es que la batalla contra Trump podría debilitar aún más los chances de recuperar la Casa Blanca y el Congreso frente a un Partido Demócrata que, pese a no estar en un buen momento, evitaría una disputa interna de esa envergadura.
Nadie sabe, a estas alturas, qué tan seria es la revuelta contra Trump o si surgirá un candidato que pueda capitalizarla. Lo que sí nadie duda es que tanto el presente como el futuro del Partido Republicano pasan por sus manos. Para bien o para mal.

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SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON
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