No fue el primer tema del que habló, pero sin duda fue el más espinoso y el que más revuelo causó. El presidente de Colombia, Iván Duque, planteó que el “fin de la dictadura, el retorno a la democracia y la plena libertad” de Venezuela deben ser un “reto global”, durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, este miércoles en Nueva York.
“El mundo debe actuar y unirse para que este éxodo trágico llegue a su fin y un pueblo (el venezolano) pueda ver florecer la esperanza”, recalcó el mandatario, quien se refirió a lo que sucede en el vecino país como “la crisis migratoria y humanitaria más indignante de la historia reciente de la región, por cuenta de una dictadura que aniquiló las libertades”.
El duro pronunciamiento del colombiano se sumó al de prácticamente todos los mandatarios suramericanos que expresaron, desde diversas aproximaciones y con múltiples tonos, su preocupación por la oleada migratoria que impacta en sus países y que ha sacado de Venezuela a alrededor de 2,5 millones de personas, según cifras de la ONU.
“Colombia, en menos de dos años, les ha abierto las puertas a casi un millón de hermanos venezolanos”, apuntó Duque, en su primera intervención como presidente ante el organismo multilateral.
Casi en paralelo, el pronunciamiento contra el gobierno de Venezuela fue acompañado por la presentación de una queja ante la Corte Penal Internacional (CPI) en la que Colombia se unió a Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Canadá para pedir una investigación del régimen del presidente Nicolás Maduro por supuestos crímenes de lesa humanidad en Venezuela cometidos desde el 12 de febrero del 2014.
La petición fue sustentada por un informe de la OEA de dos partes en el que se registran testimonios de personas que han sido víctimas de tortura, persecución, violación o conocen sobre asesinatos, crímenes considerados de lesa humanidad, y otro del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.
A mérito de lo que está registrado en los informes, los seis jefes de Estado pidieron la investigación para determinar “si se ha de acusar de la comisión de tales crímenes a una o a varias personas determinadas”.
“Hay un amplio y creciente cuerpo de evidencia de que el régimen de Maduro ha cometido grandes violaciones de los derechos humanos contra su propio pueblo”, dijo la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.
Hay que recordar que ya la CPI había abierto una investigación preliminar en febrero por presuntos crímenes durante las manifestaciones que dejaron más de 100 muertos el año pasado. También que Duque, cuando era presidente electo, había interpuesto una denuncia ante el organismo.
Aunque prácticamente todos los mandatarios han calificado de mala opción una salida militar para resolver el tema venezolano, el asunto ha estado rondando, no solo cuando el vicepresidente Mike Pence dijo el martes que estaría dispuesto a apoyar a Colombia en caso de agresión, sino este miércoles, en la que, ya al margen de la Asamblea, el presidente de EE. UU., Donald Trump, dijo que todas las opciones estaban en la mesa, “todas. Las fuertes y las menos fuertes (...). Y ya saben lo que quiero decir con fuerte”, agregó en referencia tácita a una intervención militar. “Solo quiero que Venezuela se enderece. Quiero que la gente esté segura. Nos ocuparemos de Venezuela”.
Pese a que Venezuela ha estado al frente de la agenda en Nueva York, Duque dio indicios de que el enfoque de Colombia en la ONU podría ser objeto de un pequeño ajuste.
La agenda “es tal vez más diversificada. Tiene temas económicos, tiene temas financieros…”, había dicho la embajadora saliente de la Misión Permanente de Colombia ante la ONU, María Emma Mejía, días antes del inicio de la 73.ª Sesión de la Asamblea General.
Antes de pronunciar su discurso al plenario, el mandatario presentó el caso de Colombia después de la firma del acuerdo de paz ante un selecto grupo de inversionistas y líderes de negocios en el Foro Económico Global organizado por el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg.
“Queremos que la inversión vaya a los lugares donde había presencia de la violencia de modo que podamos hacer cambios, pero tenemos que ser muy claros que una paz duradera solo se construye con la ley y el orden”, dijo el mandatario ante una audiencia que mira con preocupación el desempeño de la economía colombiana.
En la tarde, Duque se unió a los jefes de Estado de los países miembros de la Alianza del Pacífico, Sebastián Piñera, de Chile; Enrique Peña Nieto, de México, y Martín Vizcarra, de Perú, a los que les pidió mejor coordinación entre ellos antes de salir a buscar mercados en Asia.
Un decidido apoyo al proceso de paz fue el primer mensaje que envió el presidente Iván Duque en su mensaje este miércoles ante la Asamblea de Naciones Unidas.
Dijo que “la paz es un objetivo de todos los colombianos”, pero esta “requiere ser construida con el imperio de la ley”.
“Nuestro gobierno va a trabajar para que el proceso de desmovilización, desarme y reinserción adelantado en los últimos años salga adelante con éxito”.
Y añadió: “Les brindaremos a quienes han apostado por una genuina reincorporación a la legalidad, sujetos a los principios de verdad, justicia, reparación y repetición, las debidas oportunidades de progreso y de protección”.
Duque agradeció el apoyo de la ONU, pero también se quejó por “haber recibido un proceso frágil en varios frentes”: “fragilidad presupuestal” y “fragilidad institucional”.
- Narcotráfico: Reconoció el deber moral que tiene en la lucha contra el narcotráfico y afirmó que está comprometido con la desarticulación de las redes de este crimen, impulsadas por el incremento de los cultivos ilícitos.
- Corrupción: El Presidente no solo aseguró estar trabajando contra la corrupción, sino que invitó a la comunidad internacional a fortalecer los instrumentos de sanciones contra estos delitos transnacionales.
- Equidad: El desarrollo de la economía colombiana por medio del emprendimiento, la ciencia y la tecnología fueron los deberes que Duque mencionó para, según él, lograr un mejor mañana.
CLAUDIA SANDOVAL
Para EL TIEMPO - Nueva York
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