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EEUU

Lo que gana y lo que pierde Trump tras imputación de 34 cargos en su contra

El expresidente afirma que el proceso en su contra es una persecución política.

El expresidente afirma que el proceso en su contra es una persecución política.

Foto:AFP

Erick Langer, de la Universidad de Georgetown, habla sobre lo que viene para el expresidente.

Esta semana, Estados Unidos y el mundo presenciaron un evento histórico: la elevación de cargos criminales (34 cargos por falsificación de registros comerciales en primer grado) contra un expresidente del país: Donald Trump.
Se trata de un hecho que jamás había ocurrido en casi 250 años de pasado republicano y de impredecibles consecuencias en un país polarizado al extremo.
Para poner en contexto este inusitado momento, EL TIEMPO conversó con Erick Langer, profesor de Historia de la Universidad de Georgetown.
Erick Langer, profesor de Historia de la Universidad de Georgetown.

Erick Langer, profesor de Historia de la Universidad de Georgetown.

Foto:Universidad de Georgetown

-¿Cuál cree que será el impacto que tendrá sobre EE. UU. y su mundo político el encausamiento contra Donald Trump?

Estamos ante un evento histórico e inusitado pues nunca habíamos tenido a un presidente enjuiciado de esta forma. 
Es también todo un circo mediático que favorece a Trump, porque a él le encanta ser el centro de atención y presentarse como la víctima. No obstante, esto no es lo mas propicio para él porque está ante la justicia y esto es serio.
Lo que se viene ahora es una guerra entre cuál narrativa va a ganar: la de la institucionalidad de la justicia o la narrativa de la supuesta cacería de brujas que invocan sus seguidores.

-Usted habla de dos narrativas compitiendo. Pero en el Estados Unidos de hoy, profundamente polarizado, la gran mayoría ya parece haber tomado una decisión sobre Trump y sobre lo que piensa de este caso...

De acuerdo. No se va a convencer ni a los republicanos más cercanos a Trump ni a los demócratas que están en oposición. Pero no se trata de eso. La guerra de narrativas tendrá que ver con los votantes independientes del país. Ni republicanos ni demócratas cuentan con las mayorías en EE. UU. y lo que termina decidiendo las elecciones es hacia dónde se mueven los independientes.
Si la narrativa de Trump gana entre ellos, entonces Trump se beneficia. Si se impone la narrativa de que acá lo que hay es una defensa de la institucionalidad y que el expresidente debe responder, como todos, ante la justicia, entonces se favorecen sus rivales. Es en el medio donde esto se va a jugar.
El expresidente estadounidense Donald 
Trump se sienta a la mesa con su equipo de defensa en el Tribunal Penal de Manhattan en Nueva York.

El expresidente estadounidense Donald Trump se sienta a la mesa con su equipo de defensa en el Tribunal Penal de Manhattan en Nueva York.

Foto:Seth WENIG / POOL / AFP

-Pero ¿cómo cree que eso se va a decantar? Es decir, ¿quién sale ganando y perdiendo en la carrera electoral para las presidenciales de 2024?

Como usted sabe, 20 meses —el tiempo que hace falta para las presidenciales— es una eternidad en política. Cualquier cosa puede pasar y por eso es muy difícil de predecir.
Pero teniendo en cuenta que este es solo el primer proceso contra Trump, pues ya vienen en camino otros tres o cuatro que son muy serios —por interferir en las elecciones de Georgia, incitar la insurrección del 6 de enero de 2021 y sustraer documentos clasificados de la Casa Blanca—, me parece que esto va a fortalecer la posición de Trump entre los republicanos y hará más difícil el camino para sus contrincantes a la nominación del partido.
Trump, y este es su modus operandi, se roba toda la atención, y con esto se la robará aún más. En ese contexto, hay muy poco espacio para que otros se destaquen y puedan presentar sus propios programas ante el votante. Es decir, en términos de las primarias republicanas, esto favorece a Trump.
Manifestantes pro-Trump protestan tras la acusación y la lectura de cargos contra el exmandatario.

Manifestantes pro-Trump protestan tras la acusación y la lectura de cargos contra el exmandatario.

Foto:EFE

-¿Y en el caso de las elecciones generales?

En términos de las elecciones generales —cuando se enfrenten los ganadores de las primarias republicanas y demócratas—, el problema para Trump y los republicanos serán esos independientes y creo que allí se va a ver perjudicado.

Su imagen negativa, la de una persona en la que no se puede confiar, va a crecer dentro de este grupo (los independientes)

Muchos quizá se abstengan de votar por alguien que está siendo procesado por crímenes y que tiene un largo historial de maniobras oscuras y probablemente ilegales. Su imagen negativa, la de una persona en la que no se puede confiar, va a crecer dentro de este grupo al menos. En otras palabras, Trump llegaría debilitado para las generales.
Obviamente, en eso va a incidir el nombre de su rival. Si es Joe Biden, habría que tener en cuenta su edad y su salud —aunque Trump tiene casi la misma edad— y cómo llega a las elecciones. Eso aún no lo sabemos. Pero con esto que está pasando ahora, yo veo menos probable que antes un regreso de Trump a la Casa Blanca.

-Pero Trump y sus votantes siguen insistiendo en que esto es una persecución política de los demócratas. ¿Qué tan ganador será ese discurso de aquí en adelante?

Creo que este discurso va a tender a agotarse y tiene un techo. Para el votante en general, y con eso me refiero no a sus ultrasimpatizantes, sino al resto, lo que le interesa es saber cuál es su programa, qué promete, qué piensa cambiar, cómo manejará la economía, etc., y no tanto si se cree un perseguido político o no.
Lo que sigue sucediendo, y lo vemos desde hace rato, es que Trump está anclado en el pasado. Sigue hablando de que le robaron las elecciones, cuando la mayoría sabe que no es cierto, y de todas estas cosas que están en el pasado, pero a la gente lo que le interesa es el futuro. Una campaña basada en el pasado y en resentimientos, y que no es propositiva, no es una campaña ganadora.
El expresidente de EE. UU. Donald Trump camina hacia la sala del tribunal penal de Nueva York en Nueva York.

El expresidente de EE. UU. Donald Trump camina hacia la sala del tribunal penal de Nueva York en Nueva York.

Foto:EFE/EPA/JUSTIN LANE

-Este es el primero de los procesos contra Trump que se materializa y muchos dicen que es el más leve. ¿Qué opina de los otros casos que se ven en el horizonte?

Hay varios procesos en camino, y este, como dicen, es el más leve. El más grave para mí es el supuesto cargo contra él por tratar de alterar las elecciones en Georgia. Allí lo tienen textualmente diciendo ‘necesito 11.000 votos, encuéntrenlos’, y eso sí es grave porque atenta contra la democracia en EE. UU.
Es un tema serio legal y moralmente, pues tratar de alterar el resultado de unas elecciones simplemente porque no le gustó el resultado es algo que no debe tener cabida en este país. Trump llamó al propio secretario de estado de Georgia -que se encarga de las elecciones y de certificar los resultados- para pedirle que alterara el resultado.
Ese proceso se ha demorado, pero ya viene en camino, al igual que otro por difamación contra una mujer y otros que son muy serios. Pero a nivel sistémico el de Georgia es el más peligroso para Trump.

-¿No cree que los procesos contra Trump, y en particular el de esta semana, podrían abrir una caja de Pandora, es decir que a partir de ahora se vuelva rutinario que se investigue criminalmente a los presidentes de EE. UU. y se politice la justicia?

Es un peligro, pero creo que es un peligro menor. La razón por la cual esta decisión no tiene precedente es porque hasta ahora no había existido ningún presidente o expresidente que haya actuado como actúa Trump. Él ha roto todas las reglas desde el comienzo, a lo largo de su vida, y ahora lo está haciendo también.
Cualquiera que sea el próximo presidente, más allá de Trump o Biden, va a maniobrar dentro de la institucionalidad y bajo sus reglas. Lo de Trump ha sido único. Como historiador, eso es lo que he visto en el pasado y lo que pronostico a futuro si bien nadie puede tener certeza plena de lo que viene. 
Partidarios a favor de Donald Trump en Nueva York.

Partidarios a favor de Donald Trump en Nueva York.

Foto:KENA BETANCUR / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / AFP

Para mi lo importante es que, si no se enjuicia a Trump por los aparentes crímenes que ha cometido, entonces el sistema de justicia no opera cuando se trata de los poderosos. Es decir, sería aceptar la impunidad en un país que se jacta de su institucionalidad y donde nadie está por encima de la ley.
Trump, de hecho, lo que argumenta es precisamente eso. Que él está por encima de la ley. Como insistió el domingo cuando dijo que él tenía derecho a tener en su poder documentos clasificados que son del pueblo -algo que está prohibido- porque es un expresidente.
El presidente es un ciudadano más que, durante un tiempo corto, representa a los estadounidenses pero que debe tener los mismo derechos y obligaciones que todos cuando regresa a la vida civil.

-Por último, tras las elecciones del 2020, Trump la emprendió contra el sistema electoral del país. A pesar de que nunca se demostró fraude, hoy muchos estadounidenses desconfían de uno de los pilares de la democracia. Ahora, el expresidente dirige sus ataques contra el Poder Judicial, en particular contra el juez, que es de origen colombiano, y su familia. ¿Cuál es el riesgo aquí?

Juan Manuel Merchán y Donald Trump.

Juan Manuel Merchán y Donald Trump.

Foto:LinkeIn: Juan Manuel Merchán / EFE

Ningún abogado le recomendaría a su cliente meterse con el juez que lo procesa. Pero para Trump, en el corto plazo, es una estrategia de bajo costo y que ya ha usado en el pasado, como cuando la emprendió contra otro juez en Florida por ser mexicano.
En esto los jueces están indefensos porque, si reaccionan, alimentan la narrativa de que hay persecución en su contra. Pero a largo plazo no es una buena estrategia porque esto es visto como un ataque a la institucionalidad que electoralmente no vende bien entre la mayoría. Y menos cuando se mete contra la familia del magistrado.
Es más carne para su base pero no es atractivo para ese votante moderado que Trump necesita urgentemente si quiere ganar elecciones. Por supuesto, en el proceso va a debilitar y desprestigiar a otra institución del estado y eso nunca será bueno.
SERGIO GÓMEZ MASERI 
CORRESPONSAL EL TIEMPO
WASHINGTON
@sergom68

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