Por segunda vez consecutiva, Venezuela terminó derrotada en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) al no poder impedir este martes que el órgano hemisférico realizara una sesión para discutir la grave situación por la que atraviesa el vecino país.
La sesión había sido convocada por 18 países de la región, entre ellos Colombia, y con ella se buscaba discutir un último informe del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, sobre la crisis y fijar algún camino de acción.
A través de maniobras de procedimiento, Caracas intentó frenar la cita de la OEA alegando, de paso, que la sesión era ilegal pues se pretendía “intervenir” en los asuntos internos de otro país sin que este lo autorizara.
“Acá están destruyendo un principio sagrado de esta organización. No puede ser que se acorrale y se amenace a un país miembro. Esto, además, es una grotesca intervención de un país (EE. UU.) que está presionando a otras naciones para que se sumen a esta intervención, dijo Samuel Moncada, representante permanente de Venezuela ante la OEA.
Moncada se estaba refiriendo a declaraciones del senador estadounidense Marco Rubio que amenazó con bloquear la ayuda a El Salvador, Haití, y República Dominicana si no votaban a favor de la sesión.
Los países al frente de la iniciativa defendieron el derecho explícito, tanto en el reglamento de la OEA como de los principios de la Carta Democrática, que los facultaba para debatir sobre cualquier tema considerado pertinente por una mayoría.
Tras casi una hora de maniobras dilatorias, el presidente del Consejo Permanente pidió una votación para aprobar el orden del día, cuyo único punto era Venezuela y que fue aprobado por 20 países a favor, 11 en contra, dos abstenciones y un ausente (eran necesarios solo 18 o la mayoría simple para proceder).
Acá están destruyendo un principio sagrado de esta organización. No puede ser que se acorrale y se amenace a un país miembro
Por el Sí votaron Colombia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Bahamas, Barbados, Jamaica, Santa Lucía, Belice, y Guyana.
Vale mencionar que los tres países “amenazados” por el senador Rubio votaron en contra.
De acuerdo con Andrés González, embajador de Colombia ante la OEA, el organismo --por su naturaleza- no podía mantenerse indiferente ante una crisis que se vive en Venezuela.
“La OEA -dijo el Embajador- no es un foro para extremar acusaciones mutuas sino para intercambiar análisis y propuestas que contribuyan a un esfuerzo colectivo que sirva para solucionar la crisis a través de la cooperación”.
González insistió en que se deben preservar las negociaciones entre el gobierno y la oposición pero bajo un cronograma de tiempo “razonable” y compromisos reales.
Así mismo afirmó que deben ser liberados los presos políticos, se debe garantizar la separación de poderes, dar legitimidad a las decisiones de la Asamblea General y desarrollar cuanto antes un calendario electoral que incluya las que fueron suspendidas.
González, al igual que la mayoría de proponentes, reiteró que la suspensión de Venezuela de la OEA era la última alternativa sobre la mesa y algo que no se estaba considerando de momento.

El secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro.
AFP
México, en ese sentido, sugirió que el Consejo Permanente realice una sesión extraordinaria todos los meses para evaluar los avances o retrocesos en el país.
Otros países, como Canadá, fueron más duros al indicar que la OEA lleva 3 años evaluando mientras el país cada vez se aleja más de los estándares de una democracia.
“Tenemos que usar todos los mecanismos que tenemos a nuestra disposición y si no actuamos habremos fracasado. No porque el diálogo no sea el camino sino para que exista diálogo las partes involucradas deben actuar de buena fe”, afirmó la representante canadiense Jennifer May.
Brasil, por su parte, se refirió a la crisis como la más grave que atraviesa un país miembro de la OEA en la historia reciente.
En la sesión no quedó claro cuál es el próximo paso a seguir. Pero se habló de varios escenarios. Entre ellos conformar un grupo de países amigos para que faciliten el diálogo, también el envío de una delegación del organismo a Venezuela y conformar mesas de trabajo en la OEA que se reúnan cada mes para evaluar la situación.
Además, invitar a los tres expresidentes que han servido de mediadores para que expliquen la situación actual y convocar a una nueva sesión extraordinaria pero a nivel de cancilleres.
Al final de la sesión, el representante de Venezuela, se refirió a Colombia y dijo que era un atrevimiento decir que en su país hay una crisis y que Bogotá dijera que quiere colaborar.
“Si (Colombia) quiere colaborar paren la producción de cocaína, paren los asesinatos de sindicalistas, paren el contrabando el contrabando de gasolina”, dijo el representante que también atacó a Brasil, Canadá y otros.
Su agresivo tono generó gran polémica en la sesión al punto de que los representantes amenazaron con retirarse de la sala. Al final solo Perú se fue de la sesión.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
En twitter @sergom68