El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, formuló ante la Asamblea General de la ONU amenazas directas a los llamados Estados ‘parias’, en especial contra Corea del Norte, y reservó duras críticas al gobierno de Venezuela.
En su primer discurso ante la Asamblea General, Trump defendió también que el orden mundial debe estar apoyado en naciones independientes y soberanas, utilizando una retórica raramente vista en el escenario que encarna la visión global del multilateralismo y la diplomacia.
En poco más de media hora de discurso, Trump delineó su visión del estado actual del mundo y los desafíos prioritarios, y aprovechó para dejar flotando una amenaza al recordar que la capacidad militar de EE. UU. alcanzará pronto el nivel máximo de su poderío.
Según Trump, “regímenes ‘parias’ representados en este cuerpo no solo apoyan el terror, sino que además amenazan a otras naciones y a su propia gente con las más destructivas armas conocidas por la humanidad”, en una referencia a Corea del Norte e Irán.
Con relación a Corea del Norte, Trump advirtió que si la actual escalada de tensiones –provocada por las pruebas nucleares y misilísticas de Pionyang– desemboca en un conflicto abierto, el desafiante país asiático será “destruido”. “El ‘Hombre Cohete’ está en una misión suicida para sí mismo y para su régimen”, dijo el mandatario en referencia al líder norcoreano, Kim Jong-un.
En tanto, Trump insistió en que Irán es un Estado ‘paria’ conducido por una “dictadura corrupta” e insistió en que el acuerdo multilateral firmado por Teherán por su política nuclear es una “vergüenza”. Desde que llegó a la Casa Blanca, Trump ha dejado claro que está dispuesto a denunciar y abandonar el acuerdo firmado por varios países e Irán en el 2015.
Trump tiene en ese sentido el firme apoyo del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, otro adversario de Teherán, pero diversos líderes le han alertado sobre consecuencias potencialmente catastróficas de romper ese acuerdo.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, dijo que EE. UU. dejará de ser “confiable” en caso de que denuncie el acuerdo y se preguntó: si eso finalmente ocurre, “¿qué país estaría dispuesto a sentarse a una mesa con EE. UU. y hablar de temas internacionales?”.
Trump fustigó al gobierno de Venezuela, que catalogó de dictadura socialista “inaceptable”, y aseguró que ayudará a su pueblo a restaurar la democracia. “La situación es completamente inaceptable. No podemos quedarnos al margen y mirar”, dijo Trump.
El mandatario llamó a la comunidad internacional a la acción, aunque sin precisar cómo ni cuándo. “Como un vecino y amigo responsable, nosotros y todos los demás tenemos una meta: ayudarles a recuperar la libertad, recuperar el país, restaurar la democracia”, afirmó. “Pido a cada país representado aquí hoy que esté preparado para hacer más para enfrentar esta crisis muy real”, indicó.
Trump dijo que Estados Unidos “está preparado para tomar nuevas acciones" si Venezuela, bajo el socialismo desde hace 18 años, persiste en imponer “su gobierno autoritario”.
Washington ya impuso sanciones financieras contra Venezuela y contra el presidente Nicolás Maduro en particular, y alertó que no descarta la “opción militar”.
En Caracas, Maduro acusó a Trump de haberlo amenazado de muerte, lo tildó de “diablo” y lo comparó con Hitler. “La agresión del nuevo Hitler de la política internacional, el señor Donald Trump, contra el pueblo de Venezuela, la supremacía racial, imperial, hoy (este lunes) se expresó”, afirmó Maduro ante cientos de simpatizantes tras una “marcha antiimperialista”.
En la sede de la ONU, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, también rechazó las “amenazas” de Trump y denunció su ideología “racista” y “supremacista”.
Trump también fustigó a Cuba y su gobierno “corrupto y desestabilizador”, y afirmó que no levantará el embargo hasta que haya reformas que permitan al pueblo cubano “vivir en libertad”.
.
AFP y REUTERS