Los demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentaron este lunes una ambiciosa reforma policial que busca poner límites a los poderes de los uniformados, generar más transparencia en las investigaciones de abusos y actos de violencia y cambiar una cultura que, dicen, es propensa al racismo contra afroestadounidenses y minorías.
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La legislación, que bautizaron el Acto Policial del 2020, eliminaría las tácticas de estrangulamiento para someter a una personas como la que empleó un oficial contra George Floyd, el afroestadounidense que murió a manos de un policía blanco hace dos semanas y cuyo caso ha desatado multitudinarias marchas de protestas.
Así mismo, prevé crear una base nacional para hacerle seguimiento a los conductas impropias de uniformados y eliminaría ciertos tipos de órdenes judiciales que permiten ingresar a la fuerza en la residencia de un sospechoso sin siquiera tocar a la puerta.
“No podemos limitarnos a algo que no sea una transformación estructural de la cultura. El país entero la reclama y debe ser aprobada cuanto antes", dijo Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara Baja, al presentar la iniciativa.
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El Acto también le apunta a una serie de ajustes que harían más fácil elevar cargos por daños y perjuicios cuando se han violado derechos civiles, pondría fin a la realización de perfiles policiales basados en la raza de un individuo y limitaría la transferencia de armamento militar a la policía.
Los demócratas, que son mayoría en la Cámara, tienen los votos necesarios para aprobar la reforma con rapidez. Algo que no sucede en el Senado, que es controlado por los republicanos, ni en la Casa Blanca, donde se requiere la firma del presidente Donald Trump para convertirla en ley.

Esta foto en Los Ángeles, muestra a un policía cuando se arrodilló en solidaridad a la muerte de George Floyd y las protestas que tienen lugar durante estos días en Estados Unidos.
EFE
Si bien Kayleigh McEnany, secretaria de prensa de Trump, sostuvo este lunes que el presidente aún no conoce los detalles de la propuesta, advirtió que contiene algunos aspectos que de entrada serían rechazados. Entre ellos una cláusula que modificaría los estándares de inmunidad que protegen a los uniformados para que puedan ser demandados antes las cortes con más facilidad.
La reforma surge justo en momentos en que ha surgido otra controversia que amenaza con dividir aún más al país. Además de pedir justicia, en las manifestaciones ha crecido el clamor para que se “desfinancie a la policía”.
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Especialmente en los sectores más liberales. Defund the Police (su nombre en inglés) tiene diferentes lecturas dependiendo de a quién se le pregunte. Algunos lo ven como transferir fondos de la policía a otros programas de corte más social, como la educación. Pero otros, en la extrema, proponen acabar literalmente con las fuerzas policiales y reemplazarlas por un nuevo concepto de aplicación de la ley.
Algo que de entrada no les gusta ni al presidente Trump ni tampoco a su rival Joe Biden.
SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON
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